Protege tu corazón (Lauren y tu ; 2da temp ERDE)

Su error, mi perdón (Final parte 1)

En el momento que corté con Chris luego de que me diera la gran noticia de que Clara "Venia a hablar", me desesperé por completo. Literalmente comencé a correr por todo el departamento ordenando todo lo que veía. Sacaba la mugre que se encontraba esparcida por el suelo, las cajas de cigarrillos, los paquetes de comida, llevé las botellas a una caja atrás de mi cocina y traté de que se viera todo en orden.

¿Hablar de qué? Maldita sea, va a degollarme.

Directo a la ducha me di un baño sacándome el olor a abandonada que tenía y me miré al espejo al terminar.

Genial, ojeras de mapache. ¿Dónde está mi maquillaje?

El timbre del portero sonó logrando hacerme saltar del susto y toqué el botón del teléfono para dejarla pasar al edificio. Eso fue un rápido viaje, o Chris me avisó ya cuando estaba a menos de la mitad del recorrido, pendejo.

Ya, suspiré para calmarme, sacudí mis brazos y estiré mi cuello, pero aun así estaba alterada. ¡La madre de Lauren estaba aquí! ¿Cómo no tener miedo? Quizá hasta sean mis últimas horas de vida.

En segundos los golpes de la puerta me hicieron acercarme. Largué el aire de mis pulmones y abrí la puerta para encontrarla allí, subiendo su mirada a mis ojos y dándome un gesto sereno.

-Clara- solté algo nerviosa

-¿Puedo pasar?-

Asistí –Si claro, adelante- le di el paso y ella accedió. Cerré la puerta y ya no sabía qué hacer, me había paralizado mirando su espalda como si fuera a explotar si me acercaba o hablaba.

-¿Me invitas un café?- preguntó volteándose a verme, yo moví mi cabeza despertándome y regañándome por lo idiota que me estaba comportando.

-Sí, lo siento es que...- rasqué mi cuello y me moví hacia la cocina -Con azúcar ¿Verdad?-

-Así es- sentí la silla correrse de atrás mío, se había sentado dejando la cartera arriba de la mesa mientras yo preparaba las dos tazas. Estaba tratando que el temblor de mi mano no me hagan derramar el café, pero al contrario de eso me quemé con los grados altos que tenía la máquina de café

-Mierda- sacudí mi mano

-Tranquila ____, no voy a asesinarte en tu departamento. No es mi forma de hacerlo-

Alcancé las tazas a la mesa y me senté en la punta de la misma –Lo siento es que, me has agarrado por sorpresa-

-Has estado bebiendo- dijo mirando sobre mi hombro, siguiendo sus ojos me encontré con dos botellas de whisky en el mesón de la cocina "Mierda, me olvide de esas".

-Sí, bueno, cada uno sufre a su manera- volví a sus ojos y no quise dar más rodeos -¿A qué has venido Clara?-

Tomándose las manos arriba de la mesa, dio un suspiro y lo soltó como si le fastidiara aquello.

-Quiero que me cuentes como pasó lo de ustedes, como es que desapareció de esa forma la sonrisa de mi hija-

Obviamente la pregunta me había sorprendido demasiado. Cientos de preguntas me surgieron en ese instantes del ¿Por qué ahora? Pero no iba a desperdiciar la oportunidad.

-Fue después de que me dijeras la razón por la que me odiaba, había hecho un esfuerzo por caerle bien y lo había logrado al ver su apoyo cuando fuimos a mi ciudad natal -comencé a contar mientras recordaba la ida al cementerio con ella y la corrida bajo la lluvia hasta el hotel –Luego el día que ella escapó por la foto que Brad publicó...-