Protege tu corazón (Lauren y tu ; 2da temp ERDE)

Cuidada por la Mafia

Frente nuestro, sentado detrás de un escritorio se encontraba un hombre con camisa negra y un collar de oro, era esbelto de unos cuarenta años quizá pero de muy buen estado. Sus ojos eran gris ceniza y centellaban fuerza y confianza, mientras que su sonrisa mostraba viveza.

-Me presento señoritas, soy Santiago- extendió sus brazos sin destruir su hermosa y arrogante sonrisa

-Un gusto Santiago- dije inclinando la cabeza mientras mantenía la serenidad en mis acciones pero sin dejar de mirarlo atenta

-Me gustaría hablarles por su reciente actuación, puedo ofrecerles trabajo- entrelazo sus manos frente suyo y nos miró esperando

-Pues veras Santiago- dije mientras metía mis manos en los bolsillos de mi pantalón ajustado y me acercaba para estar un poco más cerca de la mesa, pero no mucho, lo suficiente para demostrarle mi seguridad –No estoy interesada justamente en eso-

-¿Y en que lo estás?-

Lo miré unos segundos, su sonrisa ya no estaba, en su remplazo estaban sus ojos demostrando curiosidad pero a la vez notaba algo de ansias –Me dirás que relación tuviste con Hendrix Brown-

Él bufó divertido y luego me sonrió –Parece que al fin me encontraste-

Mis sentidos se alteraron, eso era una muy mala manera de confirmarme que era verdad. Toda mi fuerza de voluntad por mantenerme al margen fue tirado a la basura con sus palabras. Metí mi mano en mi bota y saqué el arma para acercarme y quedar al otro lado del escritorio apuntándole a frente.

-No sabes cómo esa risa alimenta mas mis ganas de matarte- susurré, mi cuerpo temblaba, estaba asustada pero no quería que lo notaran.

Su risa era muy irritante, estaba a punto de apretar el gatillo de una vez, pero una voz me dio la calma que necesitaba.

-_____- Lauren colocó su mano en mi hombro –Vienes a otra cosa, calma-

-Hazle caso a tu chica, no llegaras a nada con esa actitud-

Mi mano temblaba a mas no poder, la volví a mi costado y con la cabeza gacha traté de recuperar el aliento, pero él alimentaba mi rabia con tan solo estar delante de mí.

Abandonando su asiento, rodeó el escritorio mientras nosotros íbamos hacia atrás hasta que él se apoyó delante de la mesa y guardó sus manos en sus jeans.

-Ahora bien, hablemos ¿Qué quieres saber?-

-Tú mataste a mi padre-

-Yo no fui- dijo negando con la cabeza y llamando la atención de ambas –Tú lo hiciste-

-¿Qué dices?- dije en un murmullo pero él solo sonrió -¡Repítelo!-

Tomando un encendedor negro de su escritorio se puso a pasarlo de mano en mano despreocupadamente -Tu padre dio todo cuando se enteró que su amante estaba embarazada- dijo mientras lanzaba de su mano derecha a la izquierda y me miraba-Quería dar todo para que estuvieras sana y salva pero para alguien tan importante en mi equipo era una tarea difícil-

-Trabajaba para ti-

Él asistió cuando me tiró aquel objeto, cuando lo observé con atención unas iníciales estaban grabadas "H.B" –Cuando creciste y comenzaste a ver que tu papi volvía todas las noches tarde a casa pensaste que le estaba siendo infiel a tu madre-

-Yo vi como se fue de su oficina a al auto para marcharse- agregué mientras trataba de encajar las piezas de este rompecabezas

-Una noche cuando llegaste tomada de una fiesta, le gritaste, lo humillaste, le rompiste el corazón cuando lo único que hacía era traer el dinero a casa para que tu pudieras avanzar con tus sueños-