21

29 1 0
                                    

La semana está llena de exámenes, no hacemos más que ir al colegio, estudiar, ensayar para la banda y ver la practica de los chicos. El sábado tienen su primer partido de temporada en Denver.

Aquí el frío empieza a subir y yo, que soy la menos ambientada, estoy abrigada hasta las orejas viendo la práctica junto a Abi. Llevo un pantalón de tela gruesa, botas de invierno, suéter de invierno, guantes y un gorro.

Hoy fue nuestro último examen de la semana por ser viernes y mañana acompañaremos a los chicos a su primer partido. Papá me ha dado permiso. Abi y yo viajaremos en el auto de Abi, con los padres de ella. Aunque Denver no queda largo, los chicos y sus padres no quieren que conduzcamos solas, ellos deben irse en el bus con el resto del equipo y como mi padre y Mariam no pueden ir, vamos a ir con los padres de Abi. Los de Thomas y Derek van en otro auto juntos y la familia de Joel va en una micro que el Sr. Taylor acaba de adquirir. Ofrecieron que fuera con ellos pero decliné porque Abi quería que la acompañara. Se los agradecí explicándoles y ellos entendieron a la perfección.

Cuando los chicos salen de los vestidores, ya listos para irnos, Abi y yo nos levantamos de nuestros asientos y vamos a su encuentro.

Joel me mira, sonríe y me abraza.
- tienes frío - dice al tiempo que frota sus manos sobre mis brazos.

Yo sonrío ante su gesto.
- solo un poco - le digo. Sé que no fue una pregunta pero le aclaro. Nos damos un pequeño beso en los labios.

Él, al igual que todos, también lleva sus ropas de invierno pero no parecen tener mayor problema como yo. Iowa era frío en invierno, pero Aspen es otro nivel para mí.

Nos vamos al auto de Joel, ya que hoy hemos venido en él.
- vas para la casa de Eli?- pregunta Derek a Joel.
- si - responde Joel - vas para mi casa?
- si - le responde Derek y Joel asiente. Ya está más tranquilo con ese asunto.
- bueno, nosotros los dejamos - dice Thomas que se acerca a su auto donde ha venido con Abi.- nos vemos mañana.
- hasta luego chicos - dice Abi
- hasta luego - les respondemos.

Luego nos despedimos de Derek y entramos al auto de Joel. Él arranca el motor y pone el aire caliente del carro. En el camino vamos hablando de los exámenes y lo vivido y ensayado esta semana. Joel se ha empezado a abrir un poco más conmigo pero igual sigue conteniéndose en otros aspectos.

Cuando llegamos a casa, la calefacción de esta es bien recibida. Igualmente, Joel va a la chimenea y la enciende para mantenerla más caliente.

Nos quitamos nuestros abrigos, gorros y guantes. Aquí podemos hacerlo. La nieve ya casi está por llegar. Luego nos sentamos frente a la chimenea abrazados.

- estás nervioso por el juego de mañana?- empiezo la conversación.
- ya estoy acostumbrado - me dice - pero si es un juego importante. Para mí ganar el primer juego indica que podremos tener la confianza de que tendremos una buena temporada. Siempre lo he pesando así. Aunque, si perdemos tampoco es que pierda la fe.
- te entiendo - digo - Mat y papá suelen decir lo mismo, que el primer partido marca las pautas de toda la temporada. - me acomodo mejor sobre su pecho y alzo la barbilla para verlo a los ojos - ya han jugado contra los de Denver?
- si... Son buenos pero no invencibles.
- ustedes también son buenos - le recuerdo y él sonríe colocando un cabello mío detrás de mi oreja y me acaricia la mejilla.

Yo disfruto mucho sus caricias, y no sé cómo ni porque, seguro por el agotamiento de los exámenes y demás pero me quedo dormida en sus brazos.

Despierto media hora o una hora después, no sé con exactitud, en sus brazos. Me desesperezo lentamente y lo miro. Él también se ha quedado dormido. Sonrío y levanto una mano con mucho cuidado para acariciar su bello rostro y luego su cuello y brazos. Lo hago con mucho cuidado para no despertarlo. Él se mueve un poco pero no mucho como para despertarse. Me gusta verlo así, se ve sereno y en paz. No sé cuantos minutos llevo viéndolo y acariciandolo en secreto, cuando Joel empieza a abrir los ojos lentamente. Cuando me ve sonríe.

- Nos hemos quedado dormidos - me dice
- si
- hace mucho despertaste?
- hace poco - respondo porque en realidad no sé cuánto tiempo llevo mirándolo y acariciandolo.

Joel me abraza fuerte y me besa el cabello. Yo me dejo hacer. Luego nos levantamos y vamos a la cocina por algo para cenar. Terminamos con una hamburguesa cada uno.

- no deberías comer más sano? Mañana tienes un partido - lo molesto
- no hay problema...  Mi estómago es duro de vencer

Yo río y él me sonríe.
- me gusta tu risa. - dice y yo lo miro atentamente
- y a mí que digas las cosas sin pensar tanto. - le reconozco y por dentro también quisiera que hiciera las cosas sin pensar tanto pero no me atrevo a decírselo.
- contigo empiezo a perder facultades - me dice sonriendo y dándole un mordisco a su hamburguesa.
- pues no todas. - se me escapa en un murmuro.

Joel termina de masticar y me mira con ojos entrecerrados.
- a que te refieres con eso?- pregunta tranquilo
- a nada - miento - no me hagas caso
- Eli, ya hemos pasado por esto... Cuando dices algo es porque algo piensas y yo no quiero volver a sacártelo así que desembucha.

Yo suspiro. Tiene razón. Podríamos pasarnos así toda la noche y al final solo serviría para discutir toda la noche.

- a que ya no piensas tanto lo que dices pero si lo que haces... Dime...- trato de reunir valor- que te ha dicho mi padre que no has tomado la iniciativa todavía conmigo para... Para que pase algo más entre nosotros?

Joel deja la hamburguesa, bueno, lo que le queda, en su plato y me mira. Podría decir que está un poco molesto pero a la vez intrigado por lo que le digo.

- no estamos listos. - es lo único que dice después de un gran silencio.
- como lo sabes? Solo pasaste el rato con chicas? Con ellas si estabas listo?
- no se trata de eso Eli... Con ellas no tenía ninguna relación y lo sabes... Yo no sentía nada por ellas...
- y aún así te acostaste con ellas..- no quiero que suene a recriminación pero así ha sonado.
- si, porque no me importaban - dice tenso y sé que está haciendo esfuerzos por no perder los estribos - tú me importas... Nuestra relación me importa.

Yo lo miro avergonzada por haberlo incomodado.
- lo siento... No pretendía ser molesta

Joel respira profundamente y me mira atentamente.
- tú solo quieres hacerlo porque piensas que lo necesito pero eso no...
- no es eso!!!- le digo alarmada e indignada - por supuesto que no es solo por ti... También es por mi, Joel.

Él me mira no muy convencido.
- mira -le digo tratando de contener mi furia - eres mi primer novio y te quiero - confieso por primera vez en voz alta y él me mira tiernamente - experimento cosas nuevas cuando te veo y tus caricias significan mucho, mucho más de lo que puedas suponer... Haces que por primera vez quiera cruzar ese límite y por eso... Por eso no entiendo que esperas... - pierdo un poco la paciencia - dime qué tengo que hacer para que lo entiendas?!- le digo casi ahogada.

Él me mira y respira al tiempo que se levanta y se inclina junto a mi silla, haciendo que me volteé para quedar frente a frente.
- nada... Ya has dicho lo que necesitaba saber - dice inclinándose y dándome un beso en la boca. Sus ojos brillan.

Cuando se separan, me mira deslumbrante.
- yo también te quiero - dice acariciando mi mejilla y ahora soy yo la que respira agitadamente y sonríe ante su declaración. - solo... Solo veamos qué tal transcurren las cosas entre nosotros - me pide - debemos estar preparados para cuando pase... No quieres que nos tome desprevenidos, no?

Yo me sonrojo y le sonrío tímidamente.
- tomo la píldora - confieso y veo como la confusión se apodera del rostro de Joel. -Lo hago desde hace dos años cuando empecé a sufrir desajustes en mi menstruacion y eso fue lo que me medicaron. La tomo todas las mañanas con mi batido. Mariam, papá y Mat, saben que la tomo por eso.

Joel se ha quedado de piedra. Quisiera saber que está pensando pero solo repite:
- tomas la píldora desde hace 2 años...

Yo asiento despacio. Él se dedica a mirarme.
- ok. - dice al final de un gran silencio. - igual deberíamos esperar el momento. No forcemos las cosas. - dice acariciandome la mejilla y yo asiento.
- de acuerdo - le digo. Él sonríe y respira aliviado para luego darme un beso casto y regresar a su asiento a terminar su hamburguesa.

La chica nueva y el chico de ojos doradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora