Capítulo 11 "Ian de color rosa"

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Matthew se fue después de haber reído por un buen rato a causa de haberle pegado en la frente. De verdad fue de esas veces en las que haces las cosas porque sí, pero si tenia ganas de hacer eso.

Después me metí a mi habitación, Ann obviamente ya estaba dormida, yo no pude dormir, ocupe ese tiempo en pensar que broma le haría a alguien, Ian, opté por pintarlo, comprar pintura para él cuerpo que sea un poco duradera.

Así que ahora me encuentro en una tienda pequeña para pedir pintura, fuerte, y que sea llamativa.

—¿Que color desea?— me pregunta él señor que esta del otro lado del mostrador.
—Rosa, rosa brillante, de ese chillón —le digo y sonrío por sólo imaginarme lo que quiero hacer, él dijo que se divertiría conmigo, pero yo empezaré y quien tira primero tira dos veces.
—Bien, aquí esta—pone la bolsa donde están los seis pequeños frascos de pintura— serian  tres dolares.

Entrego el dinero  y tomo la bolsa, dirigiéndome hacia mi auto.

En realidad ya quiero ver esa escultural cara pintada de color rosa. La idea es simple pero fascinante, y me recuerda mucho a que le hice lo mismo a Blad y nunca supo quien fue, él no se enojó, hasta se rió pero si perdió un día entero buscando él culpable. Y nunca lo encontro.

Al llegar a la entrada del instituto saco mi identificación a través de la ventana del auto y la pongo frente al identificador haciendo que  él palo que no se como se llame se levante permitiéndome entrar. Vivir y estudiar aquí me ha gustado mucho a pesar de que llevo poco tiempo aquí. Ya paso mas de tres días y no he visto  a mi hermano ni a Dylan, y la verdad estoy mejor así.

***

Estoy afuera de la ducha donde se encuentra Ian, lo bueno es que él shampoo que usa es de color casi negro y no se va a notar la pintura.
Ian se encuentra viendo hacia la pared y dándome la espalda, afortunadamente le puse la pintura en él shampoo sin que él se diera cuenta, ahora salgo corriendo sino quiero que me vea.

—Lindsay aquí estas
—Sólo espera
Ann me habla pero yo no dejo de ver hacia las duchas de los baños, ahí dentro no hay espejos por lo....
—¡¿Quien hizo esto?!—veo que sale furico de las duchas, con una toalla cubriendo de su cintura para abajo.

Todos los que nos encontramos en él pasillo lo miramos, nos quedamos un momento callados y yo comienzo a reír, ganando que su mirada se tope con la mía inmediatamente. Ahora todos ríen sin excepción, él se dirige hacia mi con exceso de enojo.

—Eres la única que en se ha atrevido a desafiarme ¡¿Fuiste tú?! — me grita frente a todos pero lo único que consigue es que yo estalle a carcajadas.
—Claro que no, pero deberías de ver lo lindo que te ves, hahahahah. Acabo de salir de una clase cuando oí tu grito.

Miento y sorprendentemente se me escucha creíble. Pero se que no me cree y bueno que me importa.

—Si fuiste tu, te juro que...
—¿Qué me vas a hacer? ¿Bailar con un tutu? porque así, ese papel te quedaría perfecto o tal vez de la pantera rosa o pepa pig, no esa no, pepa es gorda— no puedo evitar reír porque de verdad es súper gracioso verlo así—no fui yo, alguien mas te ha deber jugado una broma.

Las cámaras de la mayoría de los alumnos en este pasillo apuntan hacia él  rosa Ian que está frente a  mi, al momento que toman la fotografía ellos ríen. Él enojo aumenta en él, y lo puedo ver en sus gestos, realmente esta enojado. Pero no es para tanto si solo es pintura y no durara mas de dos días, que ya no se queje. Esto es poco con lo que le ha hecho a otros compañeros, Annie me contó que ha hecho sufrir a muchísimas personas y creo que ya es hora de que alguien lo baje de su nube.

Y se que me divertiré, así como también se con los riesgos que es posible que tenga él querer meterse con este hombre.
Él ahora está parado frente a mi.

—Uuuuuuuuu— hacen todos al mismo tiempo... Dios.... la toalla.
—Esto no podría estar mejor—dice él al darse cuenta que la toalla esta sobre él piso.
Comienzo de nuevo mi risa imparable junto con todos los demás, pero esto si es mucho.
—Ann pasame la toalla— le digo sin agacharme ya que soy lo único que alcanza a cubrirlo, sino todo literalmente todo se vería hacia los demás y comenzarían con las fotografías, aunque de seguro ya tomaron muchas de su trasero desnudo. Ganas no me faltan de quitarme, de hecho tengo muchas ganas de hacerlo pero como soy buena persona.
Annie me la pasa y rápidamente se la doy y me quito, a lo que él se cubre lo mas rápido posible y se dirige de nuevo hacia las duchas.

—Quien sea que haya sido que se de por muerto—dice Ian antes de meterse, su tono refleja que esta muy enojado y molesto, pero a ver, ¿Cómo se le ocurre salir con solo una toalla? Esta muy estúpido.

—Dame eso— dice Ian lanzando él celular hacia una pared haciendo que este se estrellé
—Mi celular...—dice la chica que lo estaba fotografiando, pero no se defiende.

Yo sigo riendo y aun mas con lo que hizo con ese celular.

—Si fuiste tu ¿verdad?— me pregunta Annie mirándome seria. Yo miro hacia él suelo mordiéndome la lengua para contener la risa— Lindsay.
—Si fui yo— digo mirándola y hablando en voz baja para evitar que alguien me escuche y me delate.
—De verdad te encantan los problemas.
—El me amenazo, así que decidí actuar primero, además él no sabrá nada de esto , no se lo digas a nadie.
—Estoy y no estoy de acuerdo con lo que haces—ahora su tono es como él de mi madre cuando me reprende. No hice nada tan grave como para que diga eso.
—Deberias estar riendo, fuiste la única que no rió y Mr. Pink se ve muy gracioso.

Ella me mira con desaprobación, y preocupación, pero no se porque se pone así. Pero sí, si se llega a dar cuenta, la guerra empieza, y no habrá vuelta atrás, pero dudo muchísimo que se entere, además le di la toalla así que es como pagarle. Jajaja soy asombrosa.

Annie y yo vamos caminando juntas hacia la salida de este edificio, y al salir lo que se ve son grupitos de al menos tres que están viendo en un celular, me imagino que la foto de Mr. Pink.
Y yo no tome ninguna, rayos.

Bueno ya él recuerdo esta en mi memoria, y con eso bas...

—¡Ah!— grito al pegarme con un barandal en él codo—aaauh aay duele mucho....
—Estas chillando— me señala Ann— hahahahah estas chillando— volteo a verla de mal gana.
—Si estoy chillando, te ríes de mi pero no de Ian— sigo sobandome mi pobre codo.
—Pareces una niña pequeña—se sigue riendo y burlando de mi.
—¡Pues duele Annie!

Lo que pasa es que yo soy muy sensible al dolor y con cualquier cosa empiezo a llorar.

—Me duele mucho aay dios hahahah me duele—y también al mismo tiempo que lloro me pongo a reír por la gracia de eso.
—Ya no es para tanto vámonos.

Conmigo ¡ni lo pienses!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora