Capitulo 14 "Mi anillo"

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En lo que llegué a la fuente la lluvia cesó. Aquí es muy bonito, estoy sólo yo a causa de la lluvia. Sentada en una pequeña banca, escurriendo como trapo mojado, llevo aquí diez minutos y no se que hacer, no puedo entrar así, pero de todos modos estoy bien.

Pocas personas caminan por aquí, y sólo una me ha mirado pero ni siquiera me hizo caso. Poco a poco salen más y más pero como siempre tan distraídos no se dan cuenta, y no planeo hablarles.

—¡Hey!— un chico con una sombrilla en sus manos me grita desde un poco lejos mientras se acerca a mi corriendo.
—Baya... estas...— él me mira de pies a cabeza analizando todo.
—Ya se— hasta cuando abro la boca él agua baja por mis labios.
—Iré por un poco de ropa para ti, quedate aquí.
—No me moveré.

Camina hacia no se donde hasta que ya no lo logro distinguir.
Enrrollo mi cabello para que así él agua caiga, lo hago de un lado y del otro, me quito mis zapatos dejando descalzos mis pies y la verdad estos jeans están comenzando a molestarme demasiado por lo pegados que están a mi piel. 

"Siempre estaré ahí para cuidarte" aja si como no Jason, donde esta ahora? No lo se y su hermana aquí como un trapo mojado. Maldito.

7 minuto
8 minutos
9 minutos
10 infinitos  minutos
¡y él chico no llega!
Cielos ya quiero largarme de aquí aunque esté muy bonito y agradable pero ya me quiero ir, y son las tres, se me hace tarde para conseguir mi anillo.

—Listo— noto que llega agitado, porque de seguro venía corriendo— toma— me da una toalla, una camisa un poco grande para mi y unos ¿shorts? Ah bueno es todo lo que pudo c
onseguir.
—Mmmm parte ahí, volteate y fíjate que nadie me vea — él abre los ojos mas de lo común.
—E-esta... bien— se voltea.

Yo quito mi blusa y me seco rápidamente mi abdomen y espalda, claro que mi ropa interior no la quito ni nada.
Él voltea y luego quita la mirada hahah ese chico me causa gracia, de todos modos ya estaba transparente. Quito mi pantalón y hago lo mismo hasta quedar con los shorts.

—Puedes voltear — le digo mientras seco mi pelo con la toalla que me dio— en verdad te lo agradezco.
Mira abajo
—Tus pies, traje unas sandalias—las deja caer sobre él césped.
—Ay muchísimas gracias en serio, te debo una. No dudes en pedirme algo algun día. Pero ahora debo irme— le sonrío y él mueve su mano en expresión de adiós.

No se quien sea él pero me agrada.

Ahora ¿Dónde estará Ian?
Primero voy a ir a la cafetería a ver si esta ahí, debe estar ahí lo se.
Pero no quiero caminar hasta allá, ya estoy lo suficientemente cansada.

***

Ahí esta
Sólo en una mesa comiendo y ... Jugando con mi anillo. Dios eso no es para jugar es muy valioso.
Veo una chica a mi lado y me acerco.

—Disculpa necesito pedirte un favor— ella me mira dudosa.
—Si— baya.
—Necesito que le digas a ese chico—señalo a Ian—que su amigo Luis lo esta esperando afuera.
—A Ian? Ah si esta bien.

Ella se acerca a él y le dice lo que le pido, él la mira igual que a todos, deja mi anillo junto a su vaso y se para.
¡Si! Lo dejo.
Cuando él se va, yo me acerco lo mas rápido que puedo hacia su mesa que por "suerte" está al final.
Al llegar tomo mi anillo y lo pongo en mi dedo.

—¿Qué haces tu aquí? — su voz me espantó, esta detrás de mi
Yo cierro mis ojos, oh no. Maldición no tardo nada en ir a ver y luego volver.
Me volteo lentamente y lo primero que puedo ver es su pecho, subo la mirada y me topo con esos malditos y fríos ojos.
—¿Y por qué tu cabello parece espagueti, traes un short tan pequeño, unas sandalias y esa fea camiseta?
—Me di una inesperable ducha bajo las nubes— le sonrío y trato de irme pero se mueve  impidiéndome irme.
—Eso es tuyo ¿cierto?
—Si, ahora adiós.
—Creo que sabes que tu vida no será nada fácil desde ahora— murmura en mi oído haciendo que sienta escalofríos por todo mi cuerpo.
—De todos modos me molestas y tratas mal, de que sirve que sepas que fui yo. Además cuando se te cayó la toalla yo fui quien te cubrió, deberías estar agradecido por eso.

Su mano toca mi pierna haciendo que sienta otra descarga eléctrica en mi cuerpo.

—Fue tu culpa de todos modos— se endereza.
—Eres increíblemente imbécil — le digo.

Y su tono es aun mas intimidante, una sonrisa de burla aparece en su rostro.

—Te ves... Realmente mal— él se burla de mi— ¿no pudiste elegir unos shorts mas cortos?— mira mis piernas, y es que de verdad son demasiado cortos
—Callate. Eres un estúpido, pudrete.

Me alejo empujándolo y llendome. Si, varias personas me ven y ríen, pero claro me veo mal, parezco trapo mojado con todo esto y mi cabello... Pff.
Pero antes, tengo hambre y mucha así que comeré algo y se me antoja mucho una hamburguesa.
Me acerco hacia donde me atienden.

—Quiero una hamburguesa, por favor— le digo a la mujer que esta del otro lado.
—Si, ¿de cuál?
—De la que sea pero que tenga piña, mucha piña.

No se porque desde pequeña adoro la piña con todo mi ser.

—Ah... Si—contesta la mujer,  le entrego él dinero y me voy a sentar esperando a ser llamada.

Juago con mis llaves, las agito, las dejo caer.
O sea no comprendo ¿dice que fue mi culpa que se le cayera la toalla? Yo se la volví a poner, le hice un favor. En ese maldito caso mejor lo hubiera dejado así y que se las arreglara como pueda, pero no, tuve que pensar que era demasiado eso, fui muy amable, es más me hubiera llevado la toalla de ahí, a ver quien lo ayudaba. Seguramente al primero que se lo dijera pero aún así no importa.

Ahora que lo pienso el peor de los cuatro es Luis, porque aunque vio que sus tontos amigos me tiraron los libros y querían que me agachara a recogerlos, él no hizo nada en lo absoluto, y todavía se atreve a querer llevarme, no se que según Annie lo hace diferente a los otros si él también me mira con asco, y es tan egocéntrico ¿qué cosa lo hace diferente?
Nada, es peor que todos ellos, solo es mas callado, pero como dice mi mamá: la gente mas peligrosa es la que más calla.

¿Qué tendrán en él cerebro? ¿mierda tal vez? Si, eso deben de tener esos cuatro, mierda mental, están enfermos. Si yo he tratado mal a la gente es porque tengo motivos pero ellos no los tienen.

—¡6!— él grito de la mujer que me atendió diciendo el numero que me dio me hace voltear y ver que mi hamburguesa está lista, de verdad se me hace agua la boca.

Me paro y voy por ella, junto con sus papas y  bebida.
Tomo la bandeja y voy de regreso a mi lugar.

—¿Pero que rayos te ocurrió?—Dylan me sorprende haciendo que de un pequeño brinco y casi tire mi comida.
—Me espantaste —digo mientras me siento y pongo la bandeja sobre la mesa.
—Perdón... ¿Que te pasó?— él se sienta del otro lado.
—Iba a ver la fuente que esta a poco de aquí y se soltó la lluvia. Un chico me dio ropa y por eso parezco vagabunda—el ríe. Yo lo miro con desaprobación.
—Pobre de ti, ya come.
—No te rías, no es algo que haya sido del todo agradable—desenvuelvo mi hamburguesa y le doy un mordisco.
—Dylan yo quisiera disculparme por haber pensado que eras una mala persona, y todo eso— le digo— perdón — sin pensarlo, agacho la mirada.
Aunque sea mujeriego, no importa porque es una muy buena persona.

—No te preocupes, después de todo, yo pensaría lo mismo de mi así que esta bien— él me sonríe.

Ahora que me doy cuenta, muchas chicas miran a Dylan, de verdad él 99%  de  las chicas aquí lo miran.

Sigo comiendo y disfrutando cada bocado. Él sólo se límita a mirarme y no puedo evitar sonreír ante eso.

Esto es difícil, pero creo que me esta gustando, oh no.

Conmigo ¡ni lo pienses!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora