tres

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«Por fin» pensó Josh al sonar la campana dando por finalizada la clase, él ya no aguantaba ni un minuto más con aquel chico que estaba sentado a su lado.

Enseguida se despidió de sus amigos y salió rápido con la excusa de que llegaría tarde a su otra clase.

Nunca se había encontrado con un "maricón" recordando como les llamaba su padre a este tipo de personas, aunque su padre decía que no eran personas, ya que era inhumano lo que hacían.

Josh sabía que tarde o temprano se encontraría en esta situación, su padre le había dicho mil veces que no se acercara a nadie así por si le "contagiaba esa enfermedad", pero el sabía que eso no podía pasar porque a la joven niñera que tenía a los 13 años, la vio besándose con otra chica y entonces su niñera le explicó que no era ninguna enfermedad ni se contagiaba, sólo que le gustaban las personas de su mismo sexo y que no era nada malo, igualmente el asustado se lo dijo a sus padres, enseguida la echaron y no volvió a saber más de ella. Después de eso buscó por internet y vio que la chica tenía razón, pero igualmente estaba muy mal visto por su familia y entonces, también para él.

Llegó a la clase siguiente, todavía no había llegado la profesora, pero ya habían alumnos sentados, él se dirigió al final y se sentó.

La clase ya estaba casi llena, los alumnos entraban y se sentaban esperando a la profesora, cuando la puerta se volvió abrir y entró aquel chico rarito con la mirada baja.

«Oh no, que no se siente a mi lado, que no se siente a mi lado» repetía una y otra vez Josh en su cabeza.

Tal y como había hecho en la anterior clase sólo levantó la mirada para localizar algún sitio vacío, miró el asiento vacío al lado del chico de cabellera carmín y luego los ojos de los dos chicos coincidieron, él cabizbajo separó rápidamente la mirada, se le podía notar que estaba avergonzado, después posó su mirada en una chica que estaba sentada sola, y comenzó a caminar hacia aquella dirección, como si hubiese leído los pensamientos de Josh.

La chica lo miró y sonrió, le hablo tendiéndole la mano y el chico hizo lo mismo, no escuchaba lo que hablaban, pero podía deducir que se estaban presentado. Josh no pudo evitar observar la manera afeminada que el chico tenía de expresarse.

El de cabello carmín no se sintió aliviado a pesar de que el chico no se sentará a su lado tal y como el quería, porque en cierto modo, el sentía una pequeña curiosidad por aquel chico de las uñas pintadas.

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Las clases habían acabado y ya era hora de ir a casa, después de aquella clase Josh no vio más al chico, ni siquiera en el recreo.

Iba caminando dirección a casa con sus dos amigos, ya que los tres vivían en la misma calle.

- El primer día y ya quiero que este infiero acabe. - bromeó Jake. - Por cierto Ashton, ¿qué tal con las de primero? - dijo levantando las cejas.

- No están nada mal la verdad, aunque estarían mejor si se pintasen las uñas tan bien como el chico de esta mañana. - habló Ashton y Jake soltó una gran carcajada.

- Él es como una chica más, sólo hay que verlo, nada más le hace falta la falda y los tacones. - soltó Jake riéndose y Ashton le siguió.

En cierto modo tenían razón, era notable que el chico era afeminado y más cuando le mirabas las uñas.

Ashton y Jake siguieron hablando de cosas sin importancia a las que Josh no prestaba atención, pensaba en el chico nuevo y que ni siquiera comentaría el tema con su familia porque su padre se alteraría y iría a hablar con el director del instituto diciéndole como podían tener a personas así.



n/a: ¡Hola de nuevo bbies, Aquí esta el tercer capítulo!

Chicxs, ya sé que Josh actúa como si Tyler tuviera la peste, pero sólo hay que darle tiempo jajajaja.

Por cierto, quería mandar un mensaje especial a KillMeHoney, por ser mi primera lectora y por dejarme comentarios tan divertidos ♡.

«freaky» jøshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora