trece

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- ¿Y ahora que hacemos? - preguntó Tyler después de que el profesor los echara de la clase.

Los dos chicos caminaban por el pasillo sin saber donde ir.

- Podríamos ir a la cancha de basquet, si quieres claro. - dijo Josh mirando a Tyler, este último asintió mirando el suelo.

Llegaron y se sentaron en las gradas, como era de esperar no había nadie ya que todos estaban en clase.

Durante aquella hora hablaron de varios temas hasta que sonó el timbre, Josh se levantó y Tyler también lo hizo resignado, él quería seguir hablando con el chico.

- ¿Qué te toca ahora? - dijo el del pelo rojo.

- Inglés, ¿y a ti?

- Mates. - bufó molesto Josh de pensar que le tocaba matemáticas, sin duda esa era su peor clase, desde pequeño que se le daba mal.

- ¿No te gustan? - le pregunto Tyler y el otro negó rápidamente, eso hizo que Tyler riera.

- Las odio con toda mi alma, no las entiendo nada, nunca he aprobado ni un solo examen.

- Vaya. - dijo Tyler pensativo. - Y-yo podría ayudarte en eso, si quieres claro, se me dan bastante bien...

Josh miró al chico el cual estaba un poco rojo.

- Claro que sí. - dijo Josh con una sonrisa y enseguida vio como Tyler sonrió también.

- Genial, podríamos quedar esta tarde si puedes. - dijo tímido.

- Me parece bien, quedamos en mi... - Josh pensaba invitar al chico a su casa, pero enseguida recordó que su padre estaría en casa y si veía a aquel chico con las uñas pintadas seguro que se pondría como loco.

- Si quieres podemos ir a mi casa, no hay problema. - dijo al ver claramente como Josh se callaba.

- Estupendo. - dijo el chico del pelo rojo mientras se ponía a buscar algo en su mochila, a los segundos sacó un bolígrafo. Tyler frunció el ceño y entonces Josh cogió su brazo haciendo que el otro se pusiera rojo y sintiera un pequeño escalofrío por el contacto de Josh, este empezó a escribir un número. - A las cinco estaré allí, envíame un mensaje con la dirección. - Tyler sólo asintió. - Nos vemos. - dijo con una sonrisa y se fue.

- Nos vemos. - susurró Tyler observando como Josh se alejaba por el pasillo. El timbre sonó haciendo que dejará de mirarlo y que comenzara a caminar a su siguiente clase. Miró el número que estaba escrito en su piel y sin poder evitarlo sonrió.

•×•

Tyler estaba en casa esperando ansiosamente a Josh, estaba emocionado desde que habían quedado. Hace un rato que le había enviado el mensaje al chico del pelo rojo con su dirección, le contestó inmediatamente con un "vale, allí estaré."

Bajó al salón a esperarlo, aún faltaba una hora. Allí estaba su madre leyendo un libro.

- Hola mamá. - dijo con una sonrisa mientras se sentaba a su lado.

- Hola cielo. - habló su madre sin quitar la vista de su libro, cuando ella leía parecía que estaba en otro mundo.

- Quería decirte algo... - su madre enseguida lo miró poniendo toda su atención en él.

- ¿Pasa algo Ty?

- Hoy vendrá un amigo a casa. - dijo con una pequeña sonrisa. Su madre lo miró con curiosidad.

- Oh, bien. - dijo sonriendo, conocía muy bien a su hijo y sabía que ese chico era especial, Tyler no invitaba a nadie a casa, a parte de que no es un chico con muchos amigos. La idea de que Tyler invitara a alguien le hacía muy feliz.

- Sí... Bueno, el tiene problemas con las matemáticas y le voy a ayudar.

- Me parece genial Tyler. - exclamó contenta.

Después de eso siguieron hablando sobre distintas cosas, hasta que tocaron el timbre, Tyler miró el reloj que estaba en el salón y vio que eran las cinco en punto. Se levantó rápido y fue a la puerta, estaba un poco nervioso, era la primera vez que invitaba a alguien a su casa.

Abrió la puerta dejando ver aquel chico de pelo rojo con una sonrisa, traía una mochila colgada en su hombro.

- Hey. - le saludó.

- Hola, pasa. - dijo tímido y poniéndose a un lado de la puerta para dejar pasar a Josh, este miraba el interior de la casa con atención.

- Me gusta tu casa. - dijo.

- Gracias. - le sonrió Tyler. - Vamos a mi habitación. - dijo y comenzó a caminar, enseguida escuchó una risa y se giró. - ¿De qué te ríes? - preguntó confundido.

- Lo siento, pero me ha hecho gracia lo de "vamos a mi habitación", no ha sonado muy bien. - dijo volviendo a reír.

Tyler se dio cuenta inmediatamente a lo que se refería, abrió los ojos y se puso rojo como un tomate.

- Era broma, tranquilo. - dijo todavía riendo.

- Eres idiota. - dijo golpeándole en el hombro mientras reía también.

Los dos empezaron a caminar hacía la habitación de Tyler, primero tuvieron que pasar por el salón, su madre seguía allí, ella enseguida los miró.

- Hola, encantada. - dijo amablemente su madre.

- Hola, igualmente señora. - le respondió Josh educadamente con una sonrisa.

- Iré a comprar Ty. - dijo cogiendo su bolso. - Como si estuvieras en casa. - le dijo a Josh y el agradeció.

Después de que su madre se fuera subieron a la habitación, los dos se sentaron en el escritorio.

- Vamos a comenzar con las ecuaciones. - dijo Tyler y abrió la libreta y apuntó unas cuantas ecuaciones. Le explicó a Josh como se hacían unas cuantas veces, después dejó que hiciera una él solo.

Mientras hacia la ecuación Tyler lo miraba disimuladamente, le hacía gracia las muecas que ponía al pensar y lo tierno que se veía.

- Ya está. - dijo Josh haciendo que Tyler volviera de sus pensamientos. - Espero que esté bien, si no lo doy por vencido.

- Vamos a ver. - dijo Tyler riendo. Cogió la libreta comprobando si estaba bien. - ¡Está genial!

- ¡No me lo puedo creer! - dijo el del pelo rojo emocionado. Tyler río al verlo así. - Eres el mejor, gracias. - dijo mirando a Tyler, este se puso rojo.

- No me las des. - dijo sonriendo tímidamente.

- Bueno, ahora me merezco un descanso.

- Claro. - dijo Tyler.

Los dos bajaron a la cocina a por algo de beber y se sentaron.

- Oye, ¿Puedo preguntarte algo Josh?

- Ya lo has hecho. - dijo gracioso. - Es broma, claro que puedes.

- ¿Por qué no has querido que vaya a tu casa? - dijo, desde esta mañana que Tyler se preguntaba eso, le daba curiosidad el porque Josh se había callado cuando lo iba a invitar a su casa.

Josh enseguida se puso incómodo, no quería decirle la verdad.

- Digamos que mis padres son un poco especiales, no te caerían bien. - dijo mirando a otra parte, quería evitar el tema.

- ¿Por qué? - preguntó.

- Por cosas Tyler. - dijo mirándolo, entonces Tyler se dio cuenta que no quería hablar de eso y cambió de tema.

Hablaron y rieron hasta que Josh se tuvo que ir.

- Adiós Josh. - dijo Tyler en la puerta.

- Adiós, gracias de nuevo Ty. - dijo con una sonrisa y comenzó a caminar.

Tyler sonrió pensando en que le había llamado como su madre.

n/a: Holaaaa, sí, estoy viva, siento muchísimo no haber actualizado durante un tiempo, pero la verdad es que no estaba muy inspirada y escribía capítulos horrible, sinceramente. Por fin hoy lo he estado. Espero que os haya gustado, es el más largo hasta ahora (para compensar jajaja).

Espero que no me matéis,♡

«freaky» jøshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora