13. Jacob.

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Narra Mackenzie

Me levanté por el sonido de la alarma, me sentía con más fuerzas que antes, así que podría decir que por primera vez en mi vida, me levantaré sin fatiga.

Me dirigí rápidamente al baño y tomé una ducha, me coloqué una blusa de color salmón, jeans, y unos botines negros, siempre me vestía igual, nada importante, me hice una coleta de caballo alta y me fuí a la cocina.

Preparé mi desayuno el cual consistía en un plato de cereal, me lo comí un poco apurada, busqué mi mochila y me fuí a la preparatoria.

Llegué observando como todos entraban a sus respectivas clases, me quedé parada por un momento pensando qué clase tenía, al acordarme me fuí a Física.

La clase pasó muy lenta, a pesar de sacar muy buenas calificaciones, la materia ya mencionada no era mi fuerte, para poder entender un tema tenía que pasar toda una tarde estudiando, y no era divertido.

Salí del aula y me senté junto a mis amigas en la mesa de toda la vida, le decíamos así porque desde que éramos las pubertas recién entradas en el colegio nos sentábamos ahí, cada una llegó con su bandeja de comida y se sentaron.

—¿Qué onda?—saludó Bella pegándole un mordisco a su manzana.

—Nada interesante—hice un gesto feo.

—Esa cara Ziegler—reaccionó Danielle.

—No es tu cara así que no hables—respondí graciosa.

—¿Y qué pasá con Lucas y Carson?—sacó de la nada aquel tema Keyla.

—Ni me los mencionen—rodé los ojos—Bueno... —comencé a sonreír—a lo mejor me esté gustando un poco Lucas.

—¿A Mackenzie le gusta quién?—llegó inoportunamente Lucas.

—A...Mackenzie...le gusta...Justin Bieber—me salvó Bella.

—Ah...ya

—¡Lárgate Lucas!—ordené molesta sin tener la menor idea de por qué lo hacía.

—Está bien amargada—rió para luego obedecerme.

—¿En serio? ¿Me gusta Justin Bieber?—miré a Bella con el ceño fruncido.

—¡Agradece que te salvé!—comenzó a reír.

—Vamos ¿Cuánto apostamos a que te gusta?—Keyla me miró atrevida.

—Por favor, por apenas los estoy conociendo— me excusé gritando y saliendo de la mesa.

Pasé lo que quedó del día sola. Típico de mí ¿No? Bueno, recordé mi agenda por un momento y me dí cuenta que hoy tenía que ir a consulta, luego de maldecir un poco (mucho) en mi cabeza, Carson se acercó a mi agarrándome de la mano.

—Hola cuatro ojos—

—¿Qué tienes en la mano?—pregunté asqueada.

—Pintura—rió soltándose.

—¡Oye!—me indigné quitando la pintura de mi mano con su camiseta.

—Me miró con una cara de pocos amigos—

—¿Qué...pasa?—me puse un poco nerviosa.

—Ya verás—dijo mientras que yo comenzaba a correr y me oculté en un casillero el cual no tenía ni la menor idea de quién era.

Todo estaba totalmente oscuro, cerré los ojos y comencé a recuperar la respiración, hasta que mi pierna chocó con algo que por la oscuridad no sabía que era y solté un inesperado grito de niña. Justo ahí, Carson entró junto a mi en el casillero.

Bipolar Love; Mackenzie Ziegler & Carson LuedersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora