Bipolar Love; Mackenzie Ziegler & Carson Lueders

Capítulo 61

                  Narra Mackenzie

Los días del campamento se fueron demasiado rápido. Ya me encontraba en mi casa, tres días después de haber ido al lugar ya mencionado.

Eran las dos de la tarde, esperando en la sala a que Kurt me llevara a la consulta de siempre.

—Vamos ya Kenz—ordenó abriendo la puerta.

—Vamos—asentí levemente.

Salimos, y rápidamente entramos al auto.

En pocos minutos, ya estábamos en la clínica.

—¿Te espero aquí?—me preguntó Kurt justo cuando estábamos en el pasillo del consultorio.

—Sí, por favor—pedí.

Pasó aproximadamente una hora, y pude escuchar el muy común 《Mackenzie Ziegler pase adelante》
Y obedecí, con miedo y euforia entré a aquel lugar que le solía tener pánico desde muy pequeña.

—Buenas tardes Mackenzie—saludó Óscar sonriente.

—Hola—intenté fijar una sonrisa falsa en mi rostro.

—Pues...¿Qué me cuentas?—dijo mientras que yo me sentaba en la silla más cercana.

—¿Sabes? Hoy no quiero hablar de mi enfermedad, quiero conversar sobre algo que me está ocurriendo, y un psicólogo también se encarga de los sentimientos...¿No?—hize incapié en la conversación.

—Claro, sólo dime—sonrió.

—Hay una persona...que...por primera vez comienza a sentir cosas hacia otra ¿Eso es normal?—hice una mueca nerviosa con mi rostro.

—¿Cómo que tipo de cosas?—alzó una ceja.

—Cosas muy especiales, que nadie nunca te ha hecho sentir... —me sonrojé.

—¿Te está pasando eso?—me miró interesado.

—Cada vez que lo veo todo cambia, y se siente bien estar al lado de él...

—Así que ya lo admitiste, es un chico—dedujo fácilmente.

—Todo es perfecto, y no tengo ni la más remota idea de por qué siento algo así—mi voz se tornó aguda.

—Es muy dulce lo que dices...¿Sabías algo? Las personas que se enamoran, y ni tienen la menor idea de por qué, es que están aún más que enamorados—comentó.

—Pero...hay otra persona, la cual...es extraño que diga que lo quiero, pero...eso hago.

—¿A quién quieres más?—entrecerró sus ojos.

—Podría decir que...¿Mi corazón late por dos personas?—relamí mis labios.

—Sólo una puede hacerlo, créeme.

—Pero, no sé a quién se los estoy dando, ya que a veces es como que si se olvidara de mí, pero él otro chico...siempre está con todas y me da miedo caer en su trampa—mis ojos se volvieron en  puertas llenas de tristeza.

—Habla eso con alguien cercano...será mucho mejor así—me guiñó un ojo.

Pasaron las horas y la consulta había terminado...me despedí de Óscar y me fuí junto a Kurt de regreso a casa.

Mi madre estaba de viaje por su trabajo, eso significaba que Kurt y yo estábamos solos, los dos nos sentamos en el sofá más grande de la sala, y decidí hablar sobre lo que tanto temía.

—Kurt... —lo nombré nerviosa.

—Dime... —volteó a verme.

—Es normal que...una chica...¿Comience a sentir algo por alguien?—cerré mis ojos esperando su regaño.