18. La canción.

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Narra Mackenzie

Pensé en Lucas mientras que cerraba mis ojos y quedaba dormida.

Ya era de día, me levanté, tomé una ducha, me vestí casi como siempre, una playera gris con una chaqueta de color uva, converse azul oscuros arreglé mi cabello en una trenza de lado, me coloqué mis lentes y bajé a desayunar, ví que mi mamá se había ido temprano a su trabajo así que tomé leche y cereal. Me lo comí y me fuí a la preparatoria.

Mientras caminaba pensaba en si de verdad, lo que había dicho anoche era verdadero ¿En serio sentía algo por Lucas? Intenté no darle importancia pero esa labor se me hacía imposible. Seguía pensando, hasta que Keyla se me acercó.

—Tienes que escribir algo para el anuario— sonrió.

—¿Qué? ¿Anuario? ¿Cómo?— me confundí.

—Sí, vamos, tienes talento— rió.

—Claro— dije sonriente.

Al llegar a la preparatoria me dirigí a mi casillero, tenía que buscar los libros de Biología porque tenía esa clase, hasta que cerré mi casillero y me encontré a Carson de la nada, con el examen en su mano.

—Allí tienes— sonrió mostrando su examen.

—¡Tienes un nueve!— sonreí junto a él.

—Si, ya soy igual a tí— imitó mi voz.

—Deja de ser presumido de una jodida vez— le grité molesta.

—¿Qué?— alzó una ceja.

—Que cierres la maldita boca ¿No entiendes?— espeté con un tono de pocos amigos.

—Lo importante es que saqué un nueve gracias a ti enana del mal— se acercó a mí y me pegó a su pecho para darnos un abrazo.

Sentí que Carson intentaba calmarme, un calor agradable se dispersó entre nosotros, pero yo no reaccionaba, no rodeaba su cuerpo con mis brazos, mientras que él si lo hacía, seguía tensa, aunque... un abrazo como ese, se sentía bien.

—Sólo relájate— se agachó y me susurró en el oído mientras que con una lentitud lo rodeé con mis brazos.

—Listo...— respondí.

—¿Mejor?— nos separamos poco a poco.

—Sí, mucho mejor— sonreí.

—¿Ya estás calmada?— insistió.

—¡Que sí!— le dí un amistoso zape en el pecho.

Me fuí a la clase, y vi a Jacob, me saludó y nos sentamos juntos, durante todo la clase él solo me preguntaba "¿Qué hora es? ¿Puedo dormir? ¿Cuándo nos vamos? ¿Puedo comer?"Me hacía reír demasiado, en verdad, creo que me dí cuenta que ya puedo confiar en él. Óscar tenía razón cambiar las amistades cambia la forma de ver la vida.

Se hizo hora del descanso todos se fueron a la cafetería, pero yo tuve que ir al salón de historia para buscar mi examen, pues no me había dado tiempo en la mañana, Entré y vi un solo examen que quedaba en el escritorio, al ver mi nombre, obviamente supe que ese era el mío, lo tomé rápidamente y salí del aula.

Bipolar Love; Mackenzie Ziegler & Carson LuedersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora