Bipolar Love; Mackenzie Ziegler & Carson Lueders

Capítulo 60

                   Narra Mackenzie

Me alejé tanto de donde estaba Carson, que rápidamente dejé de divisarlo.

Me fuí hacia donde estaban todos los chicos, ya había anochecido, y Chloe se acercó hacia mí con una cara preocupada.

—Mackenzie Francés Ziegler Gisoni ¿Dónde estabas?—preguntó firme mientras que ponía sus manos en mis hombros y me agitaba una y otra vez.

—Calma—ordené mirándola graciosamente—estaba con Carson—respondí como si nada.

—Jamás pensé que fueran tan rápido, cuidado con lo que hace señorita Ziegler—me miró pícara.

—¡No!—reí ante su inmadurez—¿Quiere explicaciones señora mamá?—bramé.

—Ahora, pijamada en la cabaña grande—me agarró de la muñeca.

—¿Ahí no estaban Brynn y su grupo de amigas?—me confundí mostrando una mueca en mi rostro.

—Aposté con ellas y gané—sonrió victoriosa—y ahora esa cabaña con aire, calefacción, y cuatro camas es de nosotras—festejó.

—Oh si—sonreí—pero...¿No sería tuya?—rasqué mi nuca.

—Yo comparto todo con mi hermanita—comenzamos a caminar.

—Oye espera... —avisé.

—¿Qué pasa?

—Tengo hambre, mucha, demasiada hambre—sonreí mostrando la dentadura.

—Muy bien, vamos a la tienda, comes, y compramos unas golosinas para las dos ¿Te parece?—alzó una ceja.

—Vamos.

Nos regresamos, y nos fuimos en dirección a la gran tienda, abrimos la puerta de vidrio, encontrándonos con muchos estantes de dulces, y una pequeña cafetería; pero para mi sorpresa...allí estaba Carson, apoyado en la caja registradora junto a Brynn hablando de algo que no me incumbe.

—Chloe...vámonos de aquí—me escondí detrás de ella.

—¿Qué? ¿Por qué?—volteó hacia atrás.

—Allí está Carson... —mencioné insegura.

—Mackenzie, él acaba de voltear, y está sonriendo—me susurró.

—Por favor, déjame salir de aquí, comprame lo que tu quieras, pero quiero largarme—saqué dinero que tenía guardado, se lo entregé y salí prácticamente corriendo esperando a mi amiga en la salida.

Luego de unos veinte minutos, Chloe salió con una hamburguesa en la mano, y muchas golosinas.

—Toma tu comida tragona—me dió la hamburguesa.

—Gracias—

—Tenemos que hablar sobre lo que ocurrió allí adentro—señaló la tienda y nos fuimos a el lugar que Chloe ganó en una apuesta.

Mientras que caminábamos, comí y al llegar, observé una gran y muy linda cabaña de madera, una puerta hecha del mismo material, y dos ventanas, al entrar, hacía mucho frío, y por cada lado habían cuatro camas individuales con unas sábanas verde oscuro.

—Wow, esto es muy lindo—miré todo con lujo de detalle.

—Lo sé—sonrió—muy bien, conversemos en el suelo querida hermana—agregó.

—Excelente—asentí.

Chloe abrió una bolsa de frituras y la puso en frente de las  dos para comenzar a comer.