07. La tarde con Carson.

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                   Narra Mackenzie

Cuando terminé de hablar con Carson apagué mi teléfono y me dormí.

Al hacerse de día me levanté por mi propia cuenta, hice lo mismo que todas las mañanas, me bañé, cepillé mis dientes y me vestí con un polerón negro, como ya he dicho anteriormente, no soy fanática de la moda y por eso me escondo con polerones, me coloqué un jean,  junto a unas sandalias negras para luego bajar a comer, me preparé el desayuno, comí y luego escuché que habían tocado el timbre, abrí y era Lucas.

—Hola Kenz—me abrazó.

—Suéltame—exigí amargada.

—Con una condición—

—¿Es que Carson y tú nunca se cansan de las condiciones?—pregunté molesta.

—No—sonrió.

—Su felicidad parece falsa—murmuré para mí misma—¿Qué quieres?—

—Que salgas conmigo—

—Si claro—le respondí sarcástica.

—Creo que el sarcasmo es tu segundo idioma—se burló de mi.

—No me di cuenta—hablé con el mismo tono de antes.

—¿Entonces? ¿Si o no?—usó un tono algo ansioso.

—Me da igual ¿Cúando?—soné desinteresada.

—Mañana—me bajó de sus brazos.

—Gracias—me sacudí para acomodar mi ropa que estaba un poco arrugada—Por cierto... ¿Cómo sabes dónde vivo?—alcé una ceja algo confundida.

—Carson me dió tu dirección—

—Okey—me crucé de brazos.

—Adiós—me dijo.

—Hasta luego—le cerré la puerta en la cara.

                     Narra Lucas

Al salir de la casa de Mackenzie me di cuenta que Brynn jamás me había dicho que la invitara a salir... sí, lo hice por mi propia cuenta, a lo mejor esté comenzando a sentir algo de afecto hacia ella.

                   Narra Mackenzie

A mi parecer, después de hablar con Lucas no hice nada interesante durante el día, solo leí uno de mis libros, comí y me acosté temprano.

Al siguiente día me levanté, me senté en la cama y me acordé que hoy llegaba mi mamá de su trabajo, así que lamentablemente le tendría que pedir permiso para salir con Lucas pero le mentiría  diciéndole que saldría con Keyla.

También debía pedir permiso para las tutorías de Carson, tenía que hablar muchas cosas, tomé una ducha, cepillé mis dientes y me arreglé como siempre, informal, desayuné y esperé hasta que llegara, al verla entrar por la puerta la abracé muy fuerte.

          
—Hola ¡Te extrañé!—mi mamá correspondió el abrazo.

—Yo igual—sonreí.

—¿Te portaste bien?—

—Sí, dirás que es de mala educación, pero... ¿Puedo salir con Keyla ahora mismo?—mentí entre dientes.

—Claro ¿A dónde irán?—

—Pensé un poco—Aún no lo sé.

—Ok, espero que te diviertas—nos soltamos del abrazo.

Bipolar Love; Mackenzie Ziegler & Carson LuedersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora