Gabi llegó a la casa muy satisfecha de sí misma. Aparcó el coche y se aseguró de hacerlo muuuuy pegado a la pared. Tanto, que el lado del copiloto tenía un buen rozón cuando le dejó. Sonriendo feliz, entró en la casa.
-Has tardado un poco-la voz de Louis le sorprendió cuando entró en su habitación.
Ella le miró con incredulidad.
-No puedes haber llegado ya.
El chico se levantó de la butaca y miró su propio cuerpo con burla.
-Yo diría que estoy aquí. A pesar de tu jugadita.
-Te lo merecías. No tenías derecho a pegar a John.
-No te preocupes demasiado. Su nariz se recuperará. Y no recordará nada de lo ocurrido, por supuesto.
-Ya. Después de todo, solo es un humano. Me habría gustado ver qué hacías si hubiese sido otro vampiro.
Él la miró burlón.
-Simplemente habría dicho mi nombre. Quizás, precedido por mi título. Eso habría sido suficiente. Te aseguro que ningún vampiro habría intentado golpearme.
-Oh, claro. El príncipe Louis. El heredero del trono de los vampiros. Parece mentira que un idiota como tú...
-Basta.
-¿Qué?
-He dicho que basta. Llevas todo el día llamándome idiota. La verdad es que empiezo a cansarme. No me insultes de nuevo, Gabrielle.
- ¡Oh, Dios! Y tú no me llames así. Sólo mi madre me llama Gabrielle.
El chico sonrió.
-Un nombre demasiado dulce para una loba. Quizás, a base de decirlo, consigamos que te parezcas más a un hada...Gabrielle.
Ella negó con la cabeza.
-Sigues siendo un idiota, Saint-Croix.
-Última advertencia, Gabrielle.
Ella le miró desafiante.
-I-di-o-ta-pronunció despacio.
El chico la atrapó por la cintura y, en un solo movimiento, la aplastó entre su cuerpo y la pared. La chica, asustada, le empujó y él rio divertido.
-Quizás un poco más de fuerza que un hada, desde luego mucha más que una humana. Pero ni parecido a la de una loba.
- ¡Oh! ¿Te has tenido que pelear con muchas? -preguntó ella.
-Yo no lo llamaría pelear, lobita. Y sí, han sido unas cuantas humanas, alguna loba y...hadas no recuerdo ninguna. El que las hadas vírgenes no entren en nuestro territorio lo limita mucho. Sheely y tú tenéis la suerte de ser híbridos. Eso hace que sea tolerable teneros cerca.
- ¿Puedes soltarme, por favor?
Él sonrió enigmático.
-¿Por qué debería hacerlo?
-Porque si no te atacaré con magia, vampiro.
-Si quieres intentarlo, ahora es el momento, nena. Porque si algo no lo impide voy a besarte.
Ella disparó su magia sin pensarlo. A esa distancia, el golpe le dio de pleno y le hizo retroceder aturdido. Gabi no se entretuvo en mirarle, corrió hacia la puerta con toda la rapidez posible, pero, antes de llegar, oyó la cerradura, que el vampiro había controlado a distancia con un gesto. El hada usó su magia para abrirla, pero, inmediatamente, se cerró de nuevo. Forcejeó con ella mientras veía al vampiro acercarse despacio.
-No se te ocurra...-amenazó la chica.
El cuerpo de Louis aplastaba el suyo en el momento siguiente. Luchó por separarse, pero él la mantenía tan apretada que casi no podía moverse. El vampiro le quitó el coletero con el que había recogido su melena rizada y la sujetó por el pelo de la nuca para mantener su rostro hacia él.
-Llevo todo el día queriendo hacer esto, lobita-aseguró antes de bajar la boca sobre la de Gabi.
Aplastó los labios con los suyos, pero Gabi se negó a abrir la boca. Él tiró del pelo que sujetaba hasta hacerle gritar y aprovechó para explorar su boca. No fue un beso delicado. Fue un beso destinado a someterla y a castigar su rebeldía. Cuando la soltó, ella lanzaba chispas por los ojos y él le sonrió divertido.
-Creo que tienes compañía. Espero que tengas felices sueños...Gabrielle.
El chico salió de la habitación justo en el momento que Sheely entró. Gabi, aún incapaz de reaccionar, se tocó los labios hinchados.
- ¿Qué ha ocurrido? -preguntó la medio vampira.
-Me...me ha besado-respondió su amiga.
Sheely la miró con incredulidad.
-Se ha vuelto loco-afirmó.Loco o no, esa noche a Gabi le costó mucho conciliar el sueño. No dejaba de sentir los labios del vampiro sobre los de ella. La habían besado unas cuantas veces en su vida. Más de las que reconocería ante sus padres, desde luego. Pero siempre había llevado ella el control. Nunca se había sentido tan dominada. Y además estaba esa curiosa sensación en su vientre. Algunas veces había sentido un leve cosquilleo cuando algún chico se había atrevido a ir un poco más allá de los besos. Pero Louis, solo con besarla la había hecho algo mucho más intenso.
Cada vez de peor humor, se revolvió una y otra vez en la cama incapaz de dormirse. Por la mañana tendría unas ojeras espantosas. Y además no sabía cómo iba a hacer frente a ese estúpido presuntuoso. Luego recordó algo.
Él aún no había visto el coche. Ver su cara cuando lo descubriera sería algo a recordar. Con una sonrisa satisfecha, Gabi se quedó dormida.
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Gabrielle #wattys2016
WerewolfGabrielle vive sin grandes preocupaciones como hija del alfa Kai y el hada Zuria. Cuando su vida parece correr peligro, sus padres deciden ponerle bajo la protección del hijo de los reyes vampiros, Louis. Los dos jóvenes están decididos a no dar su...