9. Capítulo

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Como parece que os habéis quedado muy intrigadas, me he decidido a publicar otro hoy. Es cortito y os dejará aún con más intriga, pero bueno, si os atrevéis...Un gran abrazo para todas. El fin de semana que viene vuelvo a publicar, como siempre. :-)

Gabi sonrió contenta. Faltaba poco para llegar a la aldea. Había viajado todo el día y estaba cansada, pero fuera del alcance de ese vampiro presuntuoso. Y cerca de Mara. Él no podía entenderlo. Los vampiros no eran mortales, no podían saber lo que era la enfermedad o enfrentarse a la muerte. Los lobos también podían vivir muchísimos años. De hecho, su padre tenía más de 150 por lo que sabía. Pero también podían morir por una enfermedad o un parto. Una herida, en cambio, rara vez los mataba, ya que su poder de curación era enorme. La chica se sentó entre los árboles. Ya había anochecido y aunque podía guiarse en la oscuridad, estaba agotada, así que decidió pasar la noche allí antes de seguir.
Despertó con la primera luz del sol. Se desperezó y se lavó la cara en el riachuelo. Luego recogió sus cosas y comenzó a andar de nuevo. Poco tiempo después, se detuvo. Dos lobos le salieron al encuentro. La actitud era amenazadora y la chica dio un paso atrás. Los lobos gruñeron mirándola y Gabi se volvió buscando una vía de escape. No la había, detrás suyo había otros dos lobos.
- ¿Quiénes sois? -preguntó tratando de mantener la voz firme.
Los lobos se acercaron hasta cercarla por completo. Gabi ahora se asustó de verdad. Se preparó para transformarse y luchar. De repente, uno de los lobos saltó sobre ella. La chica se agachó en un intento de ganar tiempo. Al ser un híbrido le llevaba un poco más de tiempo la transformación. Disparó magia contra el lobo y éste cayó a un lado. Alguien saltó delante, interponiéndose entre otro de los lobos y ella.
-Quédate detrás de mí-ordenó Louis sin volverse-y ¿a qué esperas para transformarte de una puta vez?
La chica se transformó con toda la rapidez posible. Cuando el lobo que estaba a su izquierda la atacó, estaba preparada y pudo defenderse. Su padre había sido muy insistente con su entrenamiento. Ella y sus hermanos entrenaban a diario con el resto de jóvenes de la manada. Y, por ser los hijos del alfa, los entrenadores eran especialmente duros con ellos. Ahora lo agradecía, mientras disparaba dentelladas a sus enemigos. Gabi miró por el rabillo del ojo hacia el vampiro. ¿Cómo diablos la habría encontrado tan rápido? Aunque, si no lo hubiera hecho, no habría tenido ni la más mínima oportunidad con cuatro lobos. Los dos juntos, tenían una pequeña posibilidad de escapar.

Dio un respingo cuando uno de los lobos la atacó por detrás y la mordió con fuerza. Se giró y le golpeó, pero perdió toda esperanza cuando vio a otros cuatro lobos correr hacia ellos. No, no iban a salir de ésta.

- ¡Corre! -oyó al vampiro gritar.
La chica se volvió a mirarle. Tres lobos le tenían acorralado en el suelo. Gabi no lo pensó antes de correr hacia ellos. Cuando los cuatro lobos que tenía a sus espaldas se le echaron encima, supo que estaban perdidos.

Gabrielle #wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora