20. Capítulo

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Gabrielle se despertó al amanecer. Tanto su loba, como su parte hada, le pedían salir a tomar aire fresco. Miró a Louis que dormía a su lado. Como todos los vampiros, al amanecer su sueño era muy profundo y ella aprovechó para observarle. Era tremendamente guapo. No, eso era quedarse muy corta. La verdad es que estaba buenísimo. Y así dormido, tan relajado, ella podía olvidarse de que era un pedante, un presuntuoso y un mimado. No podía creerse el lío en el que estaba metida. Aunque la noche anterior había sido…no encontraba la palabra para definirla. De repente, se dio cuenta de que era la primera noche que no tenía pesadillas desde que la habían rescatado. Había dormido del tirón y se encontraba más descansada que en las últimas semanas. Suspiró y se levantó con cuidado. Contuvo un gemido cuando sintió un pinchazo entre las piernas, al ponerse de pie. Recogió su ropa y se encerró en el baño. Se vistió y salió con cuidado de la habitación. Se sentó en el jardín de la casa, recargando su energía hasta que sintió hambre y decidió entrar para prepararse el desayuno.
- ¿Por qué las hadas madrugáis tanto? - preguntó el vampiro entrando en la cocina cuando ella se servía un café.
Se acercó y le dio un beso breve en los labios. Luego le quitó la taza de café de las manos y se sentó para beberlo.
-Dulce pero cargado. Justo como a mí me gusta -aseguró sonriendo.
Gabi le miró mal y se sirvió otro café. Se sentó lo más lejos posible de él y tomó un sorbo.
- ¿Qué va a ocurrir ahora? – preguntó.
-Pues…creo que me daré una ducha. Luego, si no estás demasiado dolorida, te haré el amor otra vez y después iremos a casa para dar la noticia de nuestra boda.
-No, gracias.
- ¿A qué parte?
-A todas. Bueno, lo de la ducha me parece bien. Pero paso del resto.
La loba se acercó al fregadero para lavar la taza y Louis se acercó y la abrazó desde atrás.
-No puedes pasar, pero podemos cambiar el orden, si quieres-susurró sugerente en su oído.
-No… -protestó antes de que él la volviera y la besara.
Gabi trató de empujarle, pero Louis la sujetó las manos a la espalda con una de las suyas y la acarició por debajo de la camiseta con la otra.
-Te deseo, lobita-murmuró deslizando los labios por su cuello-quiero estar dentro de ti otra vez.
Ella jadeó cuando el vampiro le hundió los colmillos con suavidad en el cuello. Un placer infinito la sacudió de arriba abajo y un calor casi insoportable en su zona íntima la hizo apretarse contra él. Louis le soltó las manos y le quitó el pantalón y la braguita en un gesto rápido y la subió a la encimera, luego se retiró de su cuello y se bajó su propia ropa, poniéndose un preservativo con rapidez.  En un momento, Gabrielle le tenía dentro, muy hundido en su interior.
-Oh, nena-gimió el vampiro saliendo y entrando con suavidad-que apretada estás. Avísame si te hago daño, pequeña, no puedo ir despacio esta vez.
La chica casi gritó cuando él cambió la forma de moverse. El placer de sentirle embistiendo con fuerza, superó con creces la molestia que sentía. Louis le rompió la camiseta para dejar sus pechos al aire y mordisqueó sus pezones mientras la sujetaba por la cadera con las dos manos. Fue la gota que colmó el vaso. Esta vez no pudo reprimir un grito de placer cuando los deliciosos espasmos del orgasmo la recorrieron.
-Ahora voy yo, cariño-jadeó el chico cuando el cuerpo de ella se ablandó en sus brazos-voy a correrme ya.
Gabrielle, apoyada con las manos en la encimera, vio como la expresión de Louis se transformaba con el clímax. Dio unas cuantas embestidas más y se quedó quieto encima de ella jadeando.
-Joder…-murmuró luego-eres increíble lobita.
Pasó un rato hasta que se pudieron mover. Luego Louis se apartó para quitarse el condón.
-Tienes que empezar a tomar la píldora, nena-dijo mientras iba a tirarlo a la basura-odio esta cosa.
Gabrielle se cerró la camiseta como pudo y bajó de la encimera. Louis la cogió en brazos y se dirigió al baño.
-Suéltame-ordenó ella-puedo andar.
-Todavía-él la guiñó un ojo-terminaré de prepararte el desayuno mientras te duchas. Y te traeré tu ropa.
-No necesito…
Louis la hizo callar con un beso.
-Deja de discutirlo todo, Gabrielle. Métete en la ducha, te sentará bien.
El vampiro la dejó sola en el baño mientras volvía a la cocina. De buena gana se habría duchado con ella, pero, seguramente, habría vuelto a follarla. Y tenía que estar muy molesta después de las dos veces que se lo había hecho. En fin…tendría que dejarle un tiempo de descanso. Gracias a Dios, era medio loba, así que se recuperaría rápido.

Gabi se metió en la ducha sin saber muy bien lo que había pasado. Él había vuelto a hacerlo. Aunque estaba decidida a que no volviera a suceder lo de la noche anterior, desde que la mordió no había podido evitar responder.
-Maldito vampiro-murmuró la chica cuando se dio cuenta de que él lo había usado para seducirla-vas a arrepentirte de esto.
Se duchó y se lavó el pelo. Se secó bien y se envolvió en una toalla antes de salir a la habitación. Louis llegaba en ese momento con su ropa.
- ¿Estás bien? -preguntó tendiéndosela.
Gabi le arrancó la ropa de un manotazo.
-Estaría mucho mejor si no tuviera que aguantarte-aseguró.
-Vaya, ya ha vuelto a salirte ese genio de loba.
-Eres un cerdo, Louis. Has usado tus poderes para que no me resista.
-No exactamente. Lo único que he hecho ha sido morderte. El mordisco de un vampiro puede ser muy placentero…o muy doloroso. 
-Sal de la habitación, Louis, quiero vestirme.
-Hazlo. Soy tu marido, ¿recuerdas? Puedes vestirte delante de mí.
La loba le miró furiosa y se sentó en la cama para meterse la braga y el pantalón por las piernas. Los subió por debajo de la toalla y se puso la camiseta por encima.
- ¡Mierda! -exclamó cuando se dio cuenta de que estaba rota.
Louis se acercó al armario y sacó una camiseta suya. Gabi la cogió y se la puso enfadada. Luego se calzó y entró de nuevo en el baño para peinarse. Cuando salió bajó al piso inferior sin mirar a Louis que suspiró antes de seguirla.
-Deberías desayunar algo-dijo el chico cuando salió a la calle detrás de ella.
-Se me ha quitado el apetito-aseguró ella montando en el coche- ¿podemos irnos, por favor?
Louis montó en el coche y lo puso en marcha. Gabi giró la cara hacia la ventanilla y se negó a hablar durante el viaje.

El lunes subiré otro capítulo. Un abrazo a todas.

Gabrielle #wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora