Llegaron al anochecer. Louis paró el coche y se identificó en la puerta de entrada.
-¿De verdad vamos a seguir con esto? -preguntó ella cuando el vampiro reanudó la marcha.
-Por supuesto-el vampiro sonrió- no queremos una guerra entre nuestras familias ¿no?
-Tienes que haberte vuelto loco, vampiro. Llevo casi dos días desaparecida. Mis padres estarán histéricos. En cuanto sepan que has sido tú el que me ha secuestrado, mi padre te desgarrará la garganta.
Él se encogió de hombros mientras aparcaba el coche delante de la gran casa de los vampiros.
-Por eso es importante que hagas bien tu papel, cariño. Tendrás que convencerles de que estás total e irremediablemente enamorada de mí. Y -añadió al ver que la puerta se abría- creo que empieza la función.
Los dos salieron del coche y Louis la cogió de la mano para caminar hacia la puerta.
-¡Gabi!
Breena la abrazó con fuerza.
-Nos tenías tan preocupados-la alejó y la recorrió de arriba abajo-¿estás bien?
-Sí, sí, tía, perfectamente.
Alexia la abrazó también y luego Damon y André les saludaron.
-Creo que tendréis que darnos una explicación-el rey miró con suspicacia a los dos jóvenes.
Louis suspiró.
-Esto no te va a gustar, papá.
-De eso estoy casi seguro.
-Entremos en casa-ordenó Alexia-hay que llamar a Kai y Zuria inmediatamente.
-Tienen que estar a punto de llegar-aseguró Louis-les avisé antes de salir.
Gabi le miró sorprendida.
-¿Has hablado con mis padres sin decirme nada?-preguntó indignada.
-Me pareció importante que viniesen, cariño-la mirada de advertencia del vampiro no le pasó inadvertida a la loba.
-¿Cariño? ¿Qué está pasando aquí?-preguntó Breena mirándoles a los dos.
Louis cogió a Gabi por la cintura y la acercó a él sin responder.
-No, no, dime que no estáis…
-Vamos dentro Bree-intervino André-estaremos mejor en el salón.
Para cuando se acomodaron, oyeron el coche del alfa entrando en el camino de la casa. Gabi se puso tensa sin querer y, al notarlo, Louis la besó en la mejilla.
-Tendrás que hacerlo bastante mejor, lobita-aprovechó para susurrarle al oído.
Zuria entró corriendo en el salón y abrazó a su hija que se puso de pie al verla.
-Estoy bien, mamá-murmuró la chica-siento haberos preocupado.
Kai la abrazó con tanta fuerza que si no hubiese sido medio loba le habría roto un par de costillas.
-Espero que tengas una buena explicación para esto, señorita-dijo retirándola para mirarle a los ojos.
-Sentaos Kai-pidió Damon-estaban a punto de darnos esa explicación a todos.
-No hay una manera suave de decir esto así que…-dijo Louis una vez que todos estaban sentados-lo diré de una vez. Gabrielle y yo nos hemos casado ayer.
-¿Qué?
-¿Por qué?
-¿Os habéis qué?
André se mantuvo callado mientras los demás lanzaban exclamaciones y miraban furiosos a la pareja.
-Gabi, espero que esto sea una broma-intervino Kai.
-No lo es, papá. Louis dice la verdad.
-Pero ¿por qué? Me dijiste que no estabas embarazada-protestó su madre sin entender.
-Y no lo estoy.
-Louis, tendréis que explicar esto un poco mejor-pidió André.
-¿Tú sabías algo de esto, André? -preguntó Breena mirándole suspicaz.
-La verdad es que no hay mucho que explicar-interrumpió Louis- Gabrielle y yo estamos unidos. Fin.
-¿Fin?-el alfa miró al chico con un brillo amarillo peligroso en los ojos-¿fin? ¿Quién te ha dado derecho a unirte a mi hija? Los lobos no hacemos las cosas así.
-Lo sé, Kai. Pero sabíamos que no nos dejaríais unirnos si no nos escapábamos. Por supuesto, celebraremos la ceremonia de unión en la aldea.
-Ni lo sueñes, vampiro-el alfa se levantó-nos vamos de aquí ahora mismo y no te volverás a acercar a mi hija.
-Kai…-intervino Zuria.
-Será mejor que nos tranquilicemos todos-pidió Breena.
-Dios, Louis ¿cómo has podido hacer esto?-reprochó Alexia.
-Lo siento, mamá. Era la única forma.
-No vas a quitarme a mi hija-aseguró el alfa acercándose a los chicos-nos vamos, Gabi, ahora.
Louis se puso en pie para enfrentarse a su suegro.
-Ahora es mi esposa, Kai. Tú mejor que nadie sabes lo que eso significa.
-Esa boda no es válida.
-Lo es y lo sabes. Ella es mía ahora.
André se puso en medio cuando pareció que el alfa iba a golpear al chico.
-Siéntate Kai-ordenó el rey vampiro detrás de él-no vamos a iniciar algo que luego no podamos parar.
-Tu hijo ya lo ha hecho-el alfa se volvió para mirarle-¿Qué haremos cuando llegue el momento de que sean los líderes, Damon? ¿Renunciará tu hijo a ser el rey para que Gabi sea el alfa de su manada?
-Por supuesto que no-negó con rotundidad Damon.
Todos empezaron a hablar a la vez, el tono subiendo por momentos hasta que Gabi temió que la guerra se iniciara allí mismo.
-¡Basta!-gritó-callaos de una vez.
Los mayores la miraron sorprendidos.
-Lo hecho, hecho está-sentenció-Louis y yo estamos casados y no hay vuelta atrás. Así que dejad de discutir, por Dios. Queda mucho para que tengamos que ser los líderes de nada. Ya veremos entonces lo que hacemos. Probablemente tengamos cientos de años por delante para decidirlo. Y no vamos a pasarnos ese tiempo peleando entre nosotros.
Caminó hacia la puerta y se volvió antes de salir.
-Estoy muy cansada, así que voy a acostarme. Espero que mañana podamos hablar con tranquilidad.
La chica subió las escaleras rumbo a la habitación que solía usar pero alguien se echó encima de ella de golpe.
-Sheely…
-Gabi. ¿Estás bien?
-No, no lo estoy. ¿Puedo quedarme en tu habitación esta noche?
-Por supuesto. No hace falta ni que lo preguntes.
Las chicas se acomodaron en la cama de la vampira después de ponerse ropa para dormir.
-¿Qué ha ocurrido, Gabi? Y te puedes ahorrar la parte de la boda. Ya me he enterado de eso.
-¿Has estado escuchando a escondidas?
-Por supuesto-sonrió la chica.
Gabi suspiró y le contó todo a su prima. Acababa de terminar cuando llamaron a la puerta.
-Sal, Gabrielle. Sé que estás ahí-la voz de Louis era de enfado.
Sheely estaba delante de él en menos de lo que se tarda en parpadear.
-¿Te has vuelto loco, Louis?-preguntó enfadada empujándole.
-Mierda Sheely…-el chico sorprendido trató de detenerla.
-¿Qué se te ha pasado por la cabeza para obligarle a hacer algo así?
La vampira volvió a empujarle pero esta vez el chico estaba prevenido y la cogió por la cintura para levantarla en vilo y meterla en la habitación.
-Tenías que contárselo ¿no?-reprochó a la loba que les miraba desde la cama.
-Te recuerdo que no puedo mentir, vampiro.
Él hizo una mueca.
-Tendremos que hacer algo con eso. ¡Maldita sea Sheely, estate quieta de una vez!
La chica paró de forcejear y él la dejó bajar al suelo.
-No puedes…-empezó a hablar.
-Basta-su primo la miró con firmeza-no te metas en esto. Y, sobre todo, cállate o nos acabarán oyendo. Y sabes lo que ocurrirá si nos oyen ¿verdad? Kai querrá llevarse a Gabrielle, yo no lo permitiré, nuestros padres tendrán que intervenir y acabarán declarándose la guerra.
-Eres un idiota, Louis-aseguró la chica en un susurro-y no voy a hablarte de nuevo hasta que no dejes en paz a Gabi.
-Pues no lo hagas-respondió el vampiro muy serio. Luego se volvió hacia la loba-vamos Gabrielle, es hora de descansar. Mañana va a ser un día muy largo.
-Me quedaré con Sheely-afirmó ella.
Louis hizo un gesto de exasperación.
-Eres mi esposa, Gabrielle. Y tienes que dormir conmigo. Nuestros padres siguen discutiendo abajo, pero enseguida empezarán a subir. No puedes quedarte aquí.
-Tengo muchas cosas que hablar con Sheely. A nadie le extrañará.
Louis maldijo entre dientes y en un movimiento rápido la cogió y se la echó al hombro. Ni siquiera tuvo tiempo de protestar cuando ya estaba en la habitación de Louis.
-¡Eres un…!-la chica le miró furiosa.
-Baja la voz-recordó él-y métete en la cama. Tu madre está viniendo hacia aquí.
Gabrielle saltó hacia la cama y Louis se desnudó y la siguió en un instante. Apagó la luz con un gesto y la abrazó.
-No me…
-Deshazte de ella-ordenó el chico justo antes de que la puerta se abriera.
-Gabrielle…-la voz de su madre se dejó oír en la oscuridad.
-Mamá...
-¿Podemos hablar?
-Ahora no, mamá. Estoy muy cansada. Hablaremos mañana ¿de acuerdo?
-Está bien. Pero mañana sin falta tú y yo hablaremos a solas.
El hada se alejó y Gabrielle se sorprendió cuando Louis se separó de ella sin que le tuviera que empujar.
-No has debido contárselo a Sheely-dijo él con frialdad.
-Me ha preguntado. No había manera de evitarlo. Igual que hará mañana mi madre. Es un hada, sabe cómo hacer las preguntas para que no se pueda evitar responder.
-Pues tendrás que mentir.
Ella negó con la cabeza.
-Sabes que no puedo hacerlo.
El chico se acercó de nuevo a ella y la sujetó por la barbilla.
-Hay una manera. Puedes ser obligada, Gabrielle. Y nadie lo sabrá.
-Eso no engañará a mi madre. Sabe que puede hacerse.
-Pero no puede probarlo. Solo tendrá la sospecha. No hay más opciones, así que vamos a hacerlo. Mírame, nena.
Ella hizo lo que él decía. Louis la miró con fijeza durante unos momentos.
-Muy bien, lobita. Cuando te pregunten, contestarás que estamos enamorados, que quieres vivir conmigo y que estás feliz a mi lado. Dirás cualquier cosa para convencer a todo el que te pregunte. ¿De acuerdo? Y por supuesto, negarás que estés obligada a mentir.
-Sí-murmuró ella-lo haré.
-Muy bien-él bajó la mirada a sus labios-ahora vamos a darles algo en que pensar.
Bajó la boca sobre sus labios y la besó con pasión. La chica se resistió unos momentos, pero Louis la sujetó las manos por encima de la cabeza y deslizó los labios por su cuello sensible haciendo que se estremeciera. La arrancó la camiseta que se había puesto para dormir y acarició todo su cuerpo hasta que se sintió arder. Cuando la soltó le abrazó sin pensarlo y abrió las piernas para recibirle en su interior.
-Oh, nena-murmuró él-no puedo parar de hacerlo. Avísame si te hago daño, ¿vale?
Ella gimió cuando él empezó a moverse. Pero fue un gemido de puro placer. Y cuando Louis la llevó hasta el clímax, su gemido se convirtió en un grito que no pudo contener. El vampiro sonrió satisfecho antes de seguirla. Luego se quitó el preservativo y volvió a abrazarla sin hablar hasta que ella se durmió agotada.
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Gabrielle #wattys2016
WerewolfGabrielle vive sin grandes preocupaciones como hija del alfa Kai y el hada Zuria. Cuando su vida parece correr peligro, sus padres deciden ponerle bajo la protección del hijo de los reyes vampiros, Louis. Los dos jóvenes están decididos a no dar su...