Anteriormente
Sus labios estaban devorando los míos, tenían un sabor exquisito, no hay nada en comparación con lo que pudiera suplir ese momento, sus labios eran tibios, y me controlaban lentamente, con nerviosismo puse mis brazos alrededor de su cuello y me ladee un poco para estar más cómoda. El beso segundo a segundo se iba haciendo más largo, más sincero, más deseado... no quería que acabara jamás, tantas veces lo había soñado y nada se comparaba con el vivirlo. Se alejó poco a poco de mí, me abrazo y puse mi rostro sobre su hombro.
— Hace tiempo que quería hacer esto. — Susurro sobre mi oído y beso mi cabello. — Pero jamás pensé que me correspondieras. — Me aleje de él y lo mire incrédula, ¿Que acaso jugaba?
—Como que...
— Pensé que solamente me querías como un amigo más y...
—Yo creí lo mismo proveniente de ti, esto que acaba de pasar es más como un cuento.
— Entonces si crees que es un cuento hay que prolongar el final. — Se acercó de nuevo hasta mis labios y me beso, no pensé nada en ese momento, sus labios eran tan dulces y suaves, que pensé estar en el mismísimo paraíso en el momento en que los sentí de nuevo.
—Ya debo entrar a mi habitación. — Murmure tratando de zafarme de sus brazos.
— No, no... quédate unos segundos más. —Rogaba con miedo, yo también tenía, si alguien se daba cuenta lo que había pasado estaríamos perdidos, su madre, seguro me corre y jamás lo volvería a ver por un error así, estábamos ya en el living de la casa, eran casi las 4 de la mañana y al día siguiente tenía que levantarme temprano y hacer el desayuno para la familia.
—Alex, si alguien nos escucha será nuestro fin. — Susurre muy cerca de su rostro. — Ahora ve a dormir que mañana preparare hot cakes. — Sonrió
— ¿Esponjositos y con vainilla? — Pregunto mojando sus labios con la lengua al imaginarse su desayuno favorito, no tenía que hacer eso, yo pude haberlo hecho por él.
—Porción extra para ti, pero ahora... — Me tomo de la cintura con fuerza y me atrajo hasta sus labios, era más fuerte que yo. Me beso esta vez el beso fue más largo que ninguno y por el simple hecho de venir de sus labios, perfecto.
—Hasta mañana princesa. — Me dio un beso en la frente. — Solo que si no puedo ocultar lo mucho que te quiero mañana... será culpa tuya.
—Nadie debe de saber que nos queremos, Alex.
— No me digas eso. — Tomo mi mano y empezó a acariciarla. — ¿Porque no puedo decirle al mundo que estoy a tu lado? — sus ojos demostraban ternura, decepción, pero ¿qué quería que le dijera?
— Sabes que más que tú, me muero por gritar a los 4 vientos que por fin mi sueño se cumplió. — Acaricie su mejilla y suspiro. — pero si tu familia se entera de que estas con una... — Cerré mis labios, la voz se me estaba cortando, él no merecía estar con una sirvienta, la hija de un alcalde sonaba mejor para su apellido.
— ¿Con una que, Amelia? — Agache la mirada, ¿tenía que decir lo que ya sabía? — Yo te diré con una que. — Levanto mi mentón para que pudiera verlo a los ojos. — Con una chica de hermosos sentimientos, que cualquier hombre desearía tener. — sonrió. — estoy tan feliz de saber que sientes lo mismo que yo... y tan desesperado porque tendré que ocultarlo quien sabe cuánto tiempo más por... mi familia que no sabe nada de amor. — gruño.
— Saben de amor, por eso quieren lo mejor para ti.
— Deja de decir eso Amelia, si quisieran lo mejor para mí... ya hasta estuviéramos casados. — bromeo, bostece y sonrió dulcemente. — Ahora sí, ve a dormir princesa, mañana será otro día por el cual luchare para que estemos juntos, dulces sueños.
— Lo serán. — Afirme. — Porque de nuevo soñare contigo. — Junte nuestros labios en un corto beso y quite mis zapatos para que no hicieran ruido al caminar hasta la habitación. Me acosté y no deje de pensar en él... como siempre.
— ¿Cuatro Hot-cakes, dobles? — Volteé a la barrita y vi a Freddie y Kevin pelear por ellos.
—Yo soy el mayor y los pedí antes —protestó Kevin.
—Yo soy el menor y por eso debes de dármelos, no es cierto, ¿Amelia? — Mire a Kevin suplicante y se cruzó de brazos haciendo un gracioso gesto.
Bufó. —Está bien enano, tú ganas. — Puse el plato para Freddie y la vainilla enfrente. Guiñe el ojo a Kevin y sonrió, era un gran chico, no tarde más de 5 minutos cuando le entregue su plato al buen hermano, ya tenía listo el plato de Joseph y faltaban los de... el Joven Nicholas
— ¿Cuantos hot-cakes va a querer, Joven Nicholas? — Pregunte cuando escuche un "buenos días" de su garganta al entrar a la gran cocina. Ya nadie estaba allí, salvo yo, los hermanos habían terminado y los padres de familia ya estaban en sus respectivos trabajos. Aunque bien... para Denisse siempre era trabajo tener que ir a la peluquería y quedar fabulosa para su esposo e hijos como digna familia acomodada.
— Dos dobles Amelia, por favor. — asentí sin darle la cara y me puse hacerlos, esperando que los de Alex no se enfriaran, termine y los puse enfrente de él
—Aquí tiene Joven. — Tomo mi mano, trate de zafarme, pero solo logre que me agarrara con más fuerza. — Por favor... suélteme
— ¿Cuándo vas a dejar de llamarme Joven Nicholas?... Amelia desde que llego Alex has estado distinta conmigo y...
— No culpe a su hermano, usted sabe a la perfección lo que paso entre ambos y...
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Un Amor Imposible©
RomanceAutor: Issa Michelle Frausto Alejos Dos corazones y mil reglas de por medio, dan por hecho... Un Amor Imposible. El corazón late por los sentimientos, no sabe de estatus, de físico, de riqueza o pobreza, el corazón es ciego y late por la vida, por e...