Anteriormente
¿Porque me pasaba a mí?, según ya lo había superado pero... él no sabía nada, perdón, odio, rencor, confusión... ¿Amor? ¿Eso sentía?...
Mi corazón latía desesperadamente, hacía tiempo que eso no ocurría. Sonreí... no sabía la razón pero lo hacía, sonreía como una tonta adolescente enamorada. Mi amor imposible había vuelto... pero ¿con el traía el dolor que un día se sembró cuando nos enamoramos?...
ALEXANDER
No podía creerlo, no era verdad. Salí de la empresa, de aquel edificio del tamaño de un rascacielos y sin más que decir me dirigí a mi camioneta, tenía demasiadas emociones encontradas, felicidad. Sonreí, subí a la camioneta y la encendí, tenía un hijo, Tyler era mi hijo, no podía creerlo, de solamente pensarlo sentía ganas de sonreír, de decirle al mundo que era padre de un ser maravilloso, ahora entendía el miedo que sentí al ver el auto casi atropellarlo. Un escalofrió me invadió. ¿Qué hubiese sucedido si no hubiera reaccionado rápidamente?, ni pensarlo, jamás me perdonaría apenas conocer a mi hijo y perderlo en ese mismo instante. Ni Pensarlo. El sonido de un claxon me saco de mis pensamientos. ¡Rayos!, me había pasado en luz roja, tenía que estar más atento en lo que estaba haciendo. Expulse aire un tanto nervioso.
Otra cosa que sentía era decepción, dolor, coraje. Casi sentía que desharía el volante por la fuerza pero no tenía otra forma de desquitarme. ¿Mi hermano?, ¿Mi Madre?... no pudieron ser capaces de eso, no lo concebía todavía.
Llegue a casa y estacione la camioneta justo afuera de la entrada principal, hacía años que no pisaba ese lugar, y ahora lo haría solo para darme cuenta una vez más de la clase de familia que tenía. Me baje, tome todo el aire que mis pulmones podían contener y camine hasta la entrada principal.
Abrí la puerta, todo estaba exactamente igual que cuando me fui, las pinturas, las fotografías en la pared, el piano, el living y su sala con hilos de oro, el lugar donde estaba antes el feo florero de mamá que Amelia tiro. Sonreí al recordarlo. Pareciera que no había nadie en casa o por lo menos no en el living
— ¿Madre? — Llame una vez, no la había buscado desde que me entere lo que hizo a Amelia, no tenía cara para verla y cuando llegue de Londres compre un departamento y a veces me veía con Damon o papá, una ocasión Nick me fue a visitar. Apreté la mandíbula. ¡Traidor! pero a mamá no la quería ver por razones obvias, sentía que se decepcionaría de mi por no traer conmigo una de esas chicas de la "Alta" Como ella quería, siempre estuve enamorado de mi princesita Amelia, y aunque me sentí traicionado y muy triste cuando me dijeron lo que "hizo" ahora me sentía con miedo, de desenmascarar lo que ya sabía. Y más de imaginar que ella no me aceptaría de nuevo en su vida.
Guarde las llaves en mi bolsillo y subí las escaleras corriendo, tenía que buscar esa carta. Abrí mi recamara, había polvo y estaba helada, pero la colcha y mis cosas seguían en el mismo lugar de donde las deje, mi viejo perfume semi-acabado, la colcha azul, las fotografías, mi guitarra acústica... ¡Deja de ver tonterías Alexander! Recalque, hacia tanto tiempo que no veía mis cosas que me entraba nostalgia de pensar todo lo que allí había pasado. Cerré la puerta y encendí la luz, me dirigí hasta la cama y más específicamente enfrente de la almohada. ¿Estaría allí la carta que Amelia me dejo? ¿No la habrían quitado también?... Le quite del lugar, pues mi curiosidad era trastornada por ella, y pude ver allí un sobre amarillento con mi nombre en el centro, era su letra. Sonreí
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Un Amor Imposible©
RomanceAutor: Issa Michelle Frausto Alejos Dos corazones y mil reglas de por medio, dan por hecho... Un Amor Imposible. El corazón late por los sentimientos, no sabe de estatus, de físico, de riqueza o pobreza, el corazón es ciego y late por la vida, por e...