CAPÍTULO 35

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Anteriormente

— Después el príncipe cometió un error, se fue de la mansión a una batalla muy grande y no llevo a la princesa, entonces los monstros quisieron apoderarse de ella, mientras que el amor de ambos seguía, pero un día el hechizo mayor entro en su corazón.

— ¿Qué hechizo?

—El hechizo de la duda, los hechiceros hicieron que ella creyera que el príncipe no la amaba más, pero él siempre la quiso. — Empezaba a bostezar, se veía tan débil. — Mucho tiempo después el príncipe llego de nuevo a buscar a la princesa. Ella tenía un hijo, un pequeño principito, ambos se amaban y el príncipe le quito el hechizo de la duda con... — Volví a verlo y ya dormía plácidamente, apague la luz de al lado y bese su frente. —Con su amor. — Susurre. Me dirigí a la puerta y vi la silueta negra apoyada en la puerta de la recamara de Tyler.

 Me dirigí a la puerta y vi la silueta negra apoyada en la puerta de la recamara de Tyler

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—Nu-nuestra... historia. — Pronuncio entrecortadamente. Retire una lagrima que resbalaba desde su ojo derecho y sonreí. — ¿Porque Alexander? ¿Porque caí en ese hechizo? — Acaricie su mejilla, hacía tiempo que esperaba hacerlo, años para ser más exacto. Pegue nuestras frentes.

—No importa. — Murmure despacio. — nada importa, ahora ya llego tu príncipe, yo retirare el hechizo. — Sentí como sonreía, teníamos ambos los ojos cerrados.

—Tengo miedo Alex. — Continuo despacio, seguramente para no despertar a Tyler. — Miedo. — Siguió repitiendo la palabra. — de que este sea otro cuento más, sin un final feliz.

—Solo estábamos en la parte fea de la historia. — reí despacio y me secundo. Acaricie sus labios con mis dedos y dio un leve respingo. — ¿Sabes cómo desaparece el hechizo? — Pregunte a nada de distancia. —Se encogió de hombros. — Con un beso. — Sonreí y acerque mi rostro hasta el suyo. Casi sentía su temblar, sus labios se entreabrieron para dar paso a que los míos hicieran su tan anhelado trabajo, casi olvidaba el sabor de sus besos, la ternura y armonía con que con ese simple acto me sentía el hombre más feliz del universo, no necesitaba mucho para sentirla mía, sus labios estáticos empezaron a moverse con lentitud hasta seguir mi ritmo, ambos nos deseábamos y nos extrañábamos de la misma forma.

—Te amo, Amelia. — Susurre aun sobre su boca. Me observo a los ojos y sonrió.

—No puedo negarte una verdad, no sé qué tienes pero el hechizo se fue, yo también lo amo príncipe Alexander. — Al escuchar esas palabras casi sentí que mi corazón se saldría en cualquier momento, ¿me estaba aceptando de nuevo en su vida?, ¿me daría otra oportunidad?... me dijo... ¿me dijo te amo? — ¿Pasa algo? — Pregunto confundida.

—No puedo creer esta parte del cuento. — Dije nervioso. Beso mis labios fugazmente y camino hasta la cama donde se encontraba Tyler.

—Ven acá. — Susurro. Camine casi de puntitas y me puse a su lado. — Jamás te eh olvidado, es imposible con Tyler a mi lado, es tan igual a ti. — Ambos reímos y la abrace por la cintura apoyando mi mentón en su hombro. — No puedo creer que uno de mis más anhelados sueños se esté haciendo realidad, tengo a mis dos príncipes, a las dos personas que más amo juntas y... no puedo creerlo.

Un Amor Imposible©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora