ANÁLISIS: Crossovers animados

Mérida + Hiccup = MERICCUP

¡Holita personitas que me leen!

Tal y como prometí, hoy vengo con una opinión que seguramente me acarreará tantos o más haters que con mi opinión sobre Jelsa... O quizá no, quién sabe. Pero tal y como siempre digo, estamos en un país libre y si alguien tiene ganas de comportarse como un trol por mis dominios, adelante, que lo voy a alimentar con cariño y argumentos válidos.

Vayamos al meollo del asunto.
Por un lado tenemos a la princesa Mérida, cabezota como ella sola, algo gruñona cuando le da por ahí y que se le ocurrirán las ideas más disparatadas para conseguir lo que quiera (véase transformar a su madre en oso).
Y por el otro lado tenemos el hijo del jefe de Berk, Hipo, la torpeza personificada, curioso, abierto de mente y con un humor muy irónico, la verdad sea dicha. Sobretodo en la primera película que en la segunda se nos pone muy épico y pierde un poco de ese humor que para mi lo hace más carismático.

Hipo y Mérida, hijos con una sombra muy alargada encima de su espalda, un peso bastante importante como es el de ser el futuro líder de su pueblo. Y cada uno lo gestiona como puede; una se va a practicar con el arco y el otro se va a buscar nuevas tierras a lomos de su inseparable y monoso dragón.

También tienen un aspecto muy interesante, en mi opinión; ambos podrían haber convivido en la misma época ya que ella es celta y él vikingo. Una bretona y un escandinavo, los dos tienen una cultura, una mitología y unas tradiciones muy ricas e interesantes y que hacen que aparezca mi vena más fangirl. Eso es muy bonito pero a la vez tiene un contra muy utilizado en los fanfics: son enemigos políticos. A los vikingos sobretodo por lo salvajes que eran en batalla y por como sometían con dureza a los pueblos que invadían. Los celtas, por su lado, aunque también tenían su rudeza, eran más versados y estaban más conectados con la naturaleza y que poco a poco fueron dominados por los romanos.

En cuanto a aspecto me funcionan bien justo por eso; la rudeza de sus facciones, sus ropas al estilo edad media mayoritariamente son homogéneas y porque no decirlo, se ven muy guapos y terriblemente monos juntos.

La verdad es que es una pareja muy simpática. Él tan tranquilo y ella todo impulsividad. Me imagino que llegarían a cierto punto de intimidad y complicidad que cuando Mérida se pusiera de los nervios, Hipo sería capaz de calmarla con solo una palabra. Como pareja me agrada y son de buen ver juntos. Tienen puntos muy potentes y singulares juntos Pero no me apasiona ni saca la parte mi parte más fangirl de mi.

Y aunque me gusten, este ship, para bien o para mal tiene muchos fans. Y cuando los fans se obsesionan, pueden hacer mucho daño. Sé que generalizo, conozco mericcups que saben respetar y es agradable hablar con ellas, pero en parte este grup de fans han conseguido que aborreciera un poco la pareja por su conducta y por sus fanfics (no al punto que me enerva Jelsa, eso nunca). Historias muy mal escritas, y no me refiero solo a faltas de ortografía, sino a como destrozan los dos personajes porque sí, porque YOLO, haciendo a Hipo una cabronazo gratuitamente cuando es de los personajes más adorables que ha parido DreamWorks y haciendo a Mérida la nerd tímida que le hacen bulling cuando nuestra princesa Pixar no dejaría que nadie le pasara la mano por la cara. Prefiero quedarme con los fanarts porque al menos no me provocan hemorragias visuales.

Por otra parte, Mérida tiene muchos puntos en común con Astrid. Y, aunque no lo parezca, yo vengo de un tipo de fandom en el que respetaba mucho las parejas canon. Ahora esta idea me la paso por el forro con mucha más facilidad pero dentro de mi kokoro aún tengo muy arraigada la idea de que "Hipo ya tiene a Astrid".

Y a lo que iva; Astrid es impulsiva y ambiciosa, y al igual que Mérida es toda una killer. Vale que en la segunda peli se nos presente un poco más tranquila pero no deja de ser vikinga.

Como los veo yo en un crossover: Por mi parte, Mérida e Hipo me encantan, me fascinan, me E-NA-MO-RAN como amigos. Y no estoy hablando de una amistad rollo el Flérida en el que dije que pse, me gustaban más como amigos y camaradas. No, no, no, estoy hablando de una amistad tan profunda que incluso me duele. De esas amistades que se tiene tanta complicidad que con una mueca o con un pestañeo ya saben lo que está pensando el otro. Que se putean y se insultan al igual que se abrazan y se dicen lo mucho que se quieren. Que se protegen y lo darían todo por el otro porque sienten que son hermanos de diferentes madres. Y todo eso sin atracción ni interés amoroso. Esas amistades existen y con ellos dos tengo la total convicción de que pueden estar el uno al lado del otro hasta el fin de los días sin terminar siendo pareja.

¡Menudo tocho os he metido! ¿Tampoco me he portado tan mal, no? Si habéis llegado hasta aquí y no os he provocado ganas de matarme, os regalo un Toothless:

Próxima pareja: Jarida

Nos leemos. ¡Chao!