Al llegar a casa me sumí en mi desorden y me tiré al sofá después de tirar al suelo todo lo que había sobre él y allí decidí pasar lo que quedaba de tarde hasta la cena, Blanca me había agotado esta tarde en el concierto. Al acabar el concierto me contó que el otro día se chocó con un chico en un bar. Dice que le pareció muy agradable y bastante guapo, aún no sabe si nombre pero me dijo que era alto, pelo rubio dorado, como yo lo llamo, y ojos marrones café. La chica parecía muy colgada de ese tío, aunque con ella nunca se sabe, cambia de opinión muy a menudo y en el momento más inoportuno que te puedas imaginar. Yo le conté lo de mi cita con el "tío misterioso de las taquillas" , nombre con el que le habíamos apodado, y ella empezó con su interrogatorio de amiga loca.
Al cabo de una hora aproximadamente decido levantarme y ordenar y limpiar un poco ya que no tengo nada mejor que hacer, y eso hago, me cambio a una ropa más cómoda, pongo un poco de música, la que no tarda mucho en sonar por los altavoces que tengo por el salón, y empiezo ordenando la cocina y todo lo que había tirado por el suelo de toda la casa.
Cuando termino de limpiar y ordenar me meto en la ducha, me recojo el pelo en un moño y me preparo una ensalada de tomate para cenar y luego me quedo un rato en el salón viendo C.S.I. hasta que me entra sueño.