Blanca como buena chef que es acepta ante mi propuesta de preparar pancakes con nata y caramelo, y mientras ella cocina yo voy a la habitación y me cambio el pijama por una camiseta negra ancha en la que pone Nirvana y unos pantalones cortos del mismo color, me recojo el pelo en un moño y vuelvo a la cocina.
-Je t'aime - beso su mejilla y me siento en una de las sillas blancas de la cocina
-Pelota - dice riéndose
Se sienta en frente mío con un zumo de piña y veo que se queda pensativa, la dejo que se quede en su mundo hasta que acabo de comer los pancakes
-Blanca - la llamo
-Blancaaa - repito al ver que no me contesta
-¡Blancanieves! - repito, pero esta vez sí que reacciona
-No me gusta que me digas así - se queja imitando a una niña pequeña, y acto seguido se gira en la silla dándome la espalda
Y yo como adulta madura parto un poco de pan y decido tirarselo a la espalda y por el pelo, ella se gira con cara de: "pienso matarte como sigas haciendo eso" y empezó a tirarme pan.
Al final acabamos en una guerra de bolitas de pan y con la cocina hecha un desastre y alguna que otra bolita por el sofá.
- Cuéntame que pasa por tu cabeza alocada - digo mientras acabo de sacudirme las bolitas de pan de la camiseta
-Nada tía, nada - me miente
-Mentira - digo levantado una de mis cejas
-Eso lo sabré yo mejor ¿no? - me dice poniéndose a la defensiva
-Si lo que tú dices fiera verdad no te pondrías a la defensiva - ella pone cara de "me has pillado" y yo sonrío, acabo de dejar mal a Blanca Martínez, hoy es un gran día
-Maldita psicóloga postiza - se burla sacándome la lengua
-Tonta - le saco la lengua de vuelta
-Tuuu - dice repitiendo el gesto
-Ya, para, parecemos dos niñas pequeñas - digo riendo, ella asiente y se recoloca en su sitio imitando mi gesto - venga ¿le vas a contar a tu mejor amiga lo que te pasa aunque esta ya lo medio sepa? O ¿prefieres callar par siempre?
- le pregunto
-Creo que me voy a decantar por la idea de callar para siempre - responde como si lo hubiera tenido que pensar mucho - además supuestamente ya lo sabes ¿no? - me dice levantando la ceja retándome
-Te has pillado de alguien - digo haciendo que se sonroje y suelte una risita nerviosa, ante lo que me río
-Vaale, vaaale si que lo sabías - dice levantando las manos.
-Venga cuenta cuenta - digo poniendo las dos piernas sobre la silla
-Vaaale - me imita - ¿te acuerdas del chico con el que me choqué en el bar ese? - asiento - pues no he podido parar de pensar en él, y sus ojos me encantaron, sé que eran marrones café como otros cualquiera, pero no sé
-Te has pillado pero bien amiga mía - le digo sonriendo, porque en el fondo me alegro de que haya encontrado a alguien aunque ese alguien aún no lo sepa.
