Pasaron días sin saber de Louis. Desde aquella pequeña discusión Harry no volvió a cruzar palabra con él; ni a mirarlo por los pasillos. Era como si de la nada hubiera desaparecido dejándole un vacío en el pecho y una tristeza profunda e irrefutable de sacar de su corazón. Louis se lo había llevado consigo.
Con los rayos del sol calándole la nuca a través de la gran ventana de cristal, Harry disfruta de una malteada y una buena charla con Olivia, le había llamado desesperado para que se vieran, la soledad le estaba asfixiando y la pena por no tener a Louis a su lado lo estaba consumiendo, dejándolo totalmente desolado por dentro.
—¿Está todo bien con Louis?—Pregunta Oliva sacándolo de sus cavilaciones, seguido de esto le toma un sorbo a su malteada de fresa, mientras Harry suelta un suspiro largo y pesado.
No desea recordar aquella pequeña discusión; sin importancia para él, pero seguro para Louis no fue así. Las pocas palabras que le dijo le destrozaron el alma, y fueron suficiente para romperle el corazón. Ese corazón tan débil y sensible.
—¿Tú qué crees?—Contrapunteó con otra pregunta, tomándose Olivia un momento para pensar en una respuesta lógica.
—Tal vez...— Pensó — ya no se hablan más y se detestan—vacilo agriamente, eso hizo soltar a Harry una pequeña carcajada fría y áspera.
—¿Qué?—Dijo entre risas.
Casi atragantandose con la malteada atascada en su garganta, cuando pudo normalizar su respiración y el ardor que el atrancón había causado pudo recuperar la voz.
—No estuviste ni así— indicó con su dedo índice y su dedo pulgar a poca distancia de separados —de cerca. No estamos peleados, ni mucho menos nos odiamos.
Y realmente Harry no podía odiar a ese chico. Lo amaba, y esa era la simple verdad.
Después de terminar sus malteadas, Harry pagó la cuenta y dejó algo de propina al mesero. Se condujeron a la salida, Olivia seguida por Harry.
En el camino a casa de Olivia, Harry no dejaba de pensar en Louis, el por qué no había asistido a clases, ó tal vez sí, pero él no se lo había topado en los pasillos, como era costumbre para ellos, al rededor de veinte días. Pensaba en lo íronico que sonaba el haber pasado una noche tan apasionada con ese chico y al siguiente desaparecer de la nada.
¿Acaso Louis ya no quería saber nada más de él? ¿Sé habrá dado cuenta que lo suyo no son los hombres?
Quizá, sólo por un momento la idea atravesó la mente de Harry, Louis ya no estaba seguro de continuar con esto y en lugar de dar la cara, como un cobarde huyó para no darle frente a sus problemas.
Cuando llegaron a casa de Olivia, se despidieron con un beso en la mejilla.
—Ha sido genial todo el tiempo que hemos pasado juntos.— Le susurró cerca al oído, haciendo a Harry sonreir mientras se ruborizaba un poco.
—Igualmente. — Sólo contestó eso al estar frente a él dandole una amplia sonrisa mostrando sus hoyuelos.
Y sí, ellos dos habían pasado días enteros, semana tras semana saliendo, ya sea a tomar cafés, malteadas, salidas al cine, ir a comer, ver películas en ambas casas y un sin fin de cosas que compartieron juntos ante la ausencia inesplicable de Louis, Harry lo extrañaba y mucho, extrañaba compartir todos esos momentos con su Lou, ese chico de hermosos diamantes azules. Pero debía conformarse con eso por ahora.
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Silent Feelings ~ (Larry.Stylinson) || #Wattys2016 ||CORRIGIENDO
FanfictionLa historia de Harry, un heterosexual que se enamora de un chico a primera vista. Quien, aparentemente, pertenece a una vida perfecta; familia que lo apoya, noviazgo estable de dos años, sueños y aspiraciones que están por cumplirse. A un paso de cu...