Capítulo 13

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Elisabeth salió de clases hablando con Leo.

—¿Tenéis caso?—le preguntó mientras se detenía cerca de su coche.

—Parece ser que sí—asintió el mayor—. Me han llamado después de la conferencia diciendo que tienen un cuerpo con seis disparos—el ceño de Elisabeth se frunció en confusión.

—¿Seis disparos?

—Tres en el abdomen, dos en el pecho y uno en el cráneo, según me han informado—le respondió.

—Es curioso—ella comentó—. Tengo un caso con la misma agresión. Un empresario estadounidense que estaba de paso por la ciudad. Davide dice que hay probabilidades de que fuera un ajuste de cuentas.

—¿Davide?—Leo miró a Elisabeth con cara de confusión.

—Mi jefe—Leo asintió en comprensión.

—Sí, es curioso.

—Bueno, ahora me tengo que ir. Tengo que estudiar, tanto en mis libros como en el caso—Elisabeth encendió el motor del todoterreno y se despidió de su compañero.

Hizo camino hacia la comisaría. Aparcó delante de la puerta y entró al edificio rodeado de coches azules.

 Aparcó delante de la puerta y entró al edificio rodeado de coches azules

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—Buenos días—saludó entrando en el despacho común.

—Hola—la saludaron de vuelta.

—¿Qué tal el primer día?—Nina preguntó.

—Sorprendentemente bien—le respondió—. Aunque hay algo sobre la directora que me inquieta.

—Cuenta—Lorenzo, que aún no se había ido a Viena, intervino

—Se apellida Koskinen—ella respondió respondiendo los ejercicios de anatomía sobre la conferencia de Leo.

—¡Como Sauli!—Elisabeth asintió.

—Además en Viena hay un homicidio igual que el de Daniel Edward

—¿Igual?—el ceño de Alberto se frunció.

—Los mismos disparos en los mismos lugares—Elisabeth ñle respondió—. Estoy esperando resultados de la autopsia de la víctima.

—Tal vez estén conectados—Davide miró el mapa de la ciudad—. Aquí hay algo que no coincide. Hay marcas de disparos por toda la ciudad. Pero son más de seis.

—En los cartones hay ADN de más de tras personas—Vettori dijo  mirando los papeles de su mesa—. Y los disparos corresponden a armas iguales que las del delito.

—Este caso se complica de mala manera—Elisabeth se tiró de los pelos cerrando los libros—. Por el momento no debemos descartar la posibilidad de un ajuste de cuentas.

—Es lo más probable.

Elisabeth bostezó leyendo el informe que habían dejado en su mesa.

—¿Tienes sueño?—Elisabeth negó a la pregunta de su tío.

—Estoy cansada—respondió seca. Su tío rió por lo bajo y miró su reloj.

—Ya es hora de que me vaya—Lorenzo se despidió—. Regresaré a Viena para llevar el caso.

—¡Ya era hora!—exclamó sin poder contenerlo para asombro de todos.


Viena

—Lorenzo ya está en el avión—el rostro triste de Marc apareció por la puerta.

—¿Y Eli?—Alex preguntó interesado.

—Por lo visto ha tratado mal a Lorenzo, pero a Leo lo ha recibido muy bien—Marc le respondió.

—¿Y por qué?—Künz preguntó desde atrás.

—No aceptó bien que su tío se iba a casar—Morini se encogió de hombros.

—Solo espero que venga a Viena algún día.


N/A:

Dedico este capítulo a una persona que me ha apoyado tanto con la primera parte como con la segunda, siguiendo la historia de Elisabeth y Marc pasito a pasito.

TatianaGarciaReguera te lo mereces.

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