En aquel cementerio romano se juntaron gente de toda la zona. El entierro del policía Lorenzo Fabbri había sido comunicado por diversos medios. Toda la población de Italia estaba de luto. Nadie quería despedirse de tan brillante policía.
Elisabeth sufría. A la cabecera de la multitud, lloraba abrazada a Marc, quien también tenía lágrimas en los ojos.
El sacerdote que oficiaba el funeral cedió el turno de palabra y Elisabeth reunió fuerzas para hablar delante de todos sus seres queridos.
ùHoy, todos estamos presentes para despedir a una persona tan importante como lo era mi tío—miró la tumba cerrada y unas lágrimas se le escaparon—. Quiero pedirte disculpas, tío, por no haber sido la sobrina que esperabas. Y ahora, dándote sepultura junto a mi madre, te doy las gracias por cuidarme desde la sombra, por protegerme, por velar por mi seguridad—sin contenerse, estalló en llanto—. No te merecías este final.
Marc se acercó a la chica y la abrazó tratando de consolarla.
—Él siempre te perdonará, pequeña—dijo apretando más a Elisabeth contra su cuerpo.
La única de todos que no sufría por la muerte de Lorenzo era Katia. Poco después de su ruptura con el policía, el interés económico la llevó a conocer a otro empresario de mayor sueldo que Lorenzo.
—Lo siento mucho—dijo acercándose a Elisabeth y Marc.
—¿Cómo puedes ser tan hipócrita?—Elisabeth preguntó de manera retórica.
—Solo vengo a dar mis más sinceras disculpas.
—Pues ya te puedes ir—Marc habló esta vez.
Marc se separó de Elisabeth y se acercó a la caja para enterrarla. Junto a él Davide, Billy y Giandomenico. Todos se habían ofrecido a ayudar a Elisabeth.
—¡No se lo lleven!—Elisabeth se derrumbó al suelo. De inmediato, Tori y Erin se acercaron a consolarla-. No se lo lleven, por favor.
—Tranquila—Elisabeth se abrazó con fuerza a Tori.
El sonido de la caja hizo que Elisabeth sollozarán más fuerte. Marc se encargó de tapar la caja con tierra. Su sonido al caer contra la caja provocó un sollozo fuerte entre la multitud.
—Adios, tío—Elisabeth de despidió.
Poco a poco, todos y cada uno de los presentes depositaron una rosa blanca sobre la tumba del, ahora difunto, policía de honor de Italia. Entre ellos también se incluía el S. Gori, que se sentía más triste que nunca ante la muerte de uno de los miembros de su cuerno de policía.
N/A:
Hasta aquí la historia de Elisabeth. No habrá mas temporadas así que la recomiendo leer otro proyecto.
Más tarde añadiré los multimedia que me faltan y la novela se dará por terminada definitivamente.
KMF
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Bienvenida A Italia
FanfictionDespués de partir, Elisabeth se enfrenta a una nueva vida lejos de Viena y de todos aquellos que la aman ¿Será capaz de hacerlo sin enamorarse antes? Se enfrentará a casos, persecuciones, encuentros,... Un mundo poco conocido que la hará apreciar su...