Al fin llegábamos, el avión aterrizó y después de agarrar las maletas tomamos un taxi hasta la casa de Tomas donde estaba Dann viviendo con su familia, que no quedaba muy lejos del aeropuerto.
Al llegar la madre de Tomas nos atendió, después de demostrar su emoción al ver a su hijo después de un tiempo también me abrazó, luego lo mismo con el padre, los hermanos no estaban y Dann estaba en su habitación, Tomas me dijo que suba a verlo mientras el conversaba con sus padres y eso hice, sin tocar la puerta abrí y el estaba de espaldas con los auriculares, cantando, aunque lo hacia pésimo extrañaba escucharlo en casa, Sonreí como tonta y le quite bruscamente los auriculares.
-Deja de gritar como un perro idiota- dije ocultando mi emoción. En un segundo me estaba envolviendo en sus brazos, ahogándome en un abrazo el cual respondí mientras reíamos
-También te extrañaba- respondí.
Una lágrima cayó por mi mejilla de emoción, necesite tanto a mi hermano en estos tiempos y ahora lo tengo acá, el quitó con su mano mi mejilla un poco brusco, burlándose de mi por ser una maricona, como siempre su acción en mi mejilla trajo malos recuerdos y una sensación horrible, otra lágrima cayó pero intenté sonreír.
-Lo siento tanto, por no hablarte y enojarme por lo de Tomas y tú-
-Ya paso Dann, de todas formas, no necesitaba tu opinión ni permiso- bromeé y el se puso serio, hasta que ambos estallamos en carcajadas, extrañaba tanto esto.
Cuando Tomas subió se dieron un apretón de manos, un infinito abrazo y unas palmadas brutas en mi opinión, en la espalda.
-Dios Tomas, gracias, gracias por estar con mi hermana, gracias- le dio un golpe amistoso, conocía a Dann y se estaba enojando -No se como estaría si no hubieses estado tu allí con ella todo el rato- nos dio la espalda dando unos pasos -malditos hijos de puta- susurró formando puños en sus manos, un nudo en mi garganta apareció, mis ojos se llenaron de lágrima e impotencia, porque todavía me afectaba todo, y me hacia mal pensar que alguien cualquiera, personas de mierda, tengan el poder sobre mi, Tomas o mi hermano como para seguir afectándonos de esta manera.
Tomas besó mi mejilla y dijo que baje a la cocina a entrar las valijas, que el hablaría un rato con Dann, respire profundo y bajé.