Capítulo 5

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— ¿Entonces te besó? —Me preguntó Fabi.

—Sí.

— ¿Y te gustó?

Me mordí el labio. Me había fascinado el beso, quería volver a hacerlo, pero no podía. Éramos mejores amigos... No quería arruinar nuestra amistad por esto.

—Te gustó. —Dijo ella. — ¿Cuál es el problema?

—Que somos menores amigos y los amigos no se besan.

Ella levanto la ceja, haciéndome sonrojar.

—Tal vez solo lo hizo para que dieras tu primer beso con alguien que siempre querrías.

—Es lo que él me dijo, pero algo de aquí no me cuadra.

Ella agarró una palomita y se la metió en la boca, podía ver como su cerebro acomodaba toda la información para ver algo que yo no veía.

—Tal vez es imaginación tuya, tranquila no va a pasar nada malo, es más vamos a preguntarle a un chico.

Ella fue y abrió la puerta, mis primos cayeron al piso. No sé porque, pero no me sorprendía que estuvieran ahí escuchando nuestra conversación.

— ¿Desde hace cuánto sabes que nos estaban espiando? —Le pregunté a Fabiola.

—Desde hace 20 minutos.

Ella paró a los idiotas y le hizo la pregunta.

—Digamos que hipotéticamente tienen una mejor amiga, ustedes la besan.... ¿Por qué motivos la besaría?

Los dos se vieron mutuamente. Sinceramente eran demasiado altos, el cabello castaño lo tenía más largo de lo normal e inclusive su cuerpo se había vuelto más musculoso. Solo esperaba que mi pubertad me amará tanto como a ellos.

—Nosotras la besaríamos porque nos gusta, pero en caso de Sam y Alexa yo pienso que él dice la verdad.

Ella les sonrió.

—Gracias, ahora largo y si nos vuelven a espiar se la verán conmigo.

Los sacó del cuarto y cerró la puerta. Nos miramos por un par de minutos tratando de asimilar la información que nos dijeron mis primos.

—Te lo dije.

Se sentó a un lado mío.

Seguimos platicando hasta que vi que alguien estaba pidiendo que hiciera una videollamada.

— ¿Quién es? —Me preguntó.

—Creo que es Charlotte.

—Cuelga, sabes que la detestó.

Rodeé los ojos y le di aceptar y vi a Charlotte. Su cabello rubio estaba recogido, pude ver que traía una corona plateada con gemas de diferentes colores, un vestido de color rojo que le quedaba fenomenal y me hizo sentir pequeña.

—Hola queridas amigas.

Fabiola rodó los ojos.

—Hola Charlie. —Dijimos.

Ella solo se quedó callada sonriéndonos, así que decidí continuar.

— ¿Qué pasa?, ¿A qué nos debemos el honor de tu llamada?

—Bueno hace años que no las veo, así que iré a visitarlas.

Las dos pusimos caras de sorpresa y desagrado al mismo tiempo. ¿Para que quería venir?, no entendía nada de lo que estaba pasando.

—Estaré ahí en 5 minutos, chao queridas.

La videollamada se acabó y nosotras todavía seguíamos con cara de horror. Por un demonio lo que faltaba.

—Me largo. —Dijo Fabiola.

—No, por favor no me puedes dejar sola con ella.

Ella se me quedó viendo.

—No puedes pedirme eso, sabes que la detestó con mi vida, mejor me voy, si no esto terminará en tragedia.

Odiaba admitirlo, pero ella tenía razón, ellas dos se odiaban a muerte. Si se encontraban en la misma sala, de seguro todo acabaría en tragedia, sangre y muerte.

Acompañé a Fabiola a su carro y después se fue.

Mi madre salió y me habló.

—Alexa, ¿Por qué se fue tan temprano Fabiola?

—Va a venir Charlotte.

Mi madre se quedó sorprendida. Ella sabía que no nos llevábamos muy bien.

—Pero ella nunca viene...

—Lo sé, espero que venga a decirme lo que quiera y se vaya rápido.

Mi madre se quedó pensativa, eso solo significaba dos opciones o me daría un consejo o me regañaría.

—Bueno... Sé amable con ella, ¿Vale? —Al decir hizo esto hizo un mohín. —Soné como mi madre... A lo que me refiero es que yo me llevaba mal con la reina Romina y terminamos siendo mejores amigas... Así que dale una oportunidad y escúchala en lo que tenga que decir, si te dice o hace algo malo, pues a golpes será... Sabes que cualquier cosa que necesites, siempre puedes confiar en mí y en tu padre.

Yo solo asentí con la cabeza, se acercó hacia mi y me dio un beso en la frente para después darme un abrazo, se separó de mí, ya que un carro entraba por la entrada. Charlotte bajo de él con tanta elegancia, que me hizo odiarla más, porque era demasiado perfecta.

—Hola querida. —Dijo ella.

—Hola... —Dije.

—Hola Charlotte eres bienvenida. —Dijo mi madre.

—Gracias, princesa Ellie.

Mi madre le sonrió.

—Si necesitan algo no duden en pedirlo.

— ¿Quieres ir a mi cuarto o al jardín?

—A tu cuarto.

Ella me sonrió de una manera que me dio escalofríos parecía una bruja de cuento de hadas. <<Recuerda lo que te dijo tu madre sobre juzgar a las personas.>>, quizás tenía razón, a lo mejor no me había dado la oportunidad de conocerla.

Caminamos hasta mi cuarto, sinceramente odiaba el silencio así que hablé.

—Oí que Sam te eligió, estoy muy alegre hacen una hermosa pareja, él te va a hacer reír mucho, a mí siempre me hace reír, es un gran chico.

Entramos al cuarto y yo seguía hablando mientras ella solo me inspeccionaba con la mirada.

Charlotte cerró la puerta y puso seguro, me volteo a ver y en un tono enojada me dijo.

—Ya no quiero que seas amiga de Sam, aléjate de él.

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Fabiola en galeria.

N/A

Alexa tipo... Verga, ¿pues que pregunte?

Princesa Alexa (PE #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora