Capítulo 26

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Caminé por el pueblo mientras ayudaba a las personas que necesitaban apoyo, la verdad después de que Sam prácticamente me corriera de su vida, decidí alejarme de todo esto, decidí alejarme de Fabiola, de mis primos, pero especialmente de Sam, llámenlo orgullo o como quieran, pero la verdad no quería llamarlo, ni visitarlo, él no lo había hecho, así que yo tampoco lo haría, porque eso demuestra que no me quería como él decía.

Estuve una semana en mi habitación llorando por él, me dolía no solo había perdido al chico que me gustaba si no a mi mejor amigo, mi primer amigo, obviamente esto me dolía, pero tenía que seguir adelante, porque me di cuenta de que él lo hizo.

Me refiero a que después de una semana del beso, él volvió con Charlotte he visto muchas revistas donde salen felices, al parecer están felices y ansiosos, ya que en unos días Sam va a tomar el trono, será rey y todos sabemos que necesitará una reina, ella será Charlotte, la verdad eso me hizo darme cuenta de que nunca se enamoraría de mí, que todo lo que había soñado no se haría realidad y tenía que seguir adelante.

Ha pasado un año donde he estado más cerca de mis padres, estoy en el pueblo ayudando a la gente que necesita ayuda, ayudo a construir hogares, llevar alimentos, comida, como paramédica y ayudando a limpiar los hogares de personas mayores.

En este lugar conocí a un chico increíble llamado Nate, era de mi altura, tenía el pelo rubio, unos ojos azules y una sonrisa que enamoraba a cualquiera, nos hicimos grandes amigos, riendo, compartiendo todo, pero llegó un punto en el que las risas se volvieron besos, yo tenía miedo de empezar una relación, pero Nate poco a poco se fue ganando mi corazón, no lo quiero como quise a Sam, pero lo empezaba a querer y mucho.

Hace tres meses fue cuando me propuso ser su novia y acepté con gustó, así que ahora llevamos 3 meses de novios y he sido completamente feliz.

Puse la caja en el mostrador y la señora Martin me sonrió.

—Muchas gracias, Alexa.

—De nada, espero que esta vez completen....

—Si no ya lo arreglaremos, tu familia ha hecho bastante.

Sonreí, sinceramente todo esto era gracias a mis padres, que habían estado atentos a las necesidades sociales del pueblo.

—Bien me tengo que ir, el trabajo aguarda.

Salí de la tienda y comencé a caminar por la calle mientras muchos me saludaban, todos en este lugar sabían que era la princesa, creo que por eso todo el mundo era tan amable conmigo.

La verdad estaba alegre de que todos vivieran dignamente, nosotros al parecer nos habíamos restringido mucho, creo que por eso ya no vivimos en tantos lujos como en el caso de Fabiola y Sam, siempre me había preguntado porque nosotros no teníamos más personal, la última limosina o mejores coronas, ahora entendía por qué.

En este lugar me había dado cuenta de la situación que vivían muchas personas, que muchas veces no tenían que comer, mientras yo comía tres veces al día... Ahora me siento tan malo por ello.

Caminé hasta que vi a mi mamá platicando con una señora y riendo, entonces vi a Nate, cuando me vio me dedicó una enorme sonrisa.

Se acercó a mí y me dio un beso.

—Hola mi amor.

Sonreí, me encantaba cuando me llamaba así.

—Hola, Nate.

Me dio un fuerte abrazo y me dijo al oído.

— ¿Te he dicho que eres hermosa y que soy muy afortunado de tenerte?

Princesa Alexa (PE #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora