Nos arreglamos, yo me había decidido por un vestido negro, tacones plateados, mientras que Fabiola, un vestido blanco con tacones rojos.
Nos habíamos soltado el pelo y lo teníamos chino, nos habíamos pintado un poco ligero en cuanto a ojos, pero nuestros labios si estaba cargado con un labial rojo que resaltaba nuestros tonos de piel.
Tocaron la puerta y escuché la voz de Sam.
—Vamos chicas, no tenemos toda la noche.
Agarramos nuestras bolsas y salimos. Los chicos estaban vestidos más casuales, pero elegantemente.
Caminamos por todo el pasillo hasta llegar al elevador, llegamos y bajamos al lobby. Me sentí como si estuviéramos en una película, donde sonaba una canción de fondo y caminábamos lentamente, mientras el aire movía nuestro cabello.
Después de ese momento de película, tomamos un taxi, que nos llevó al antro.
Entramos sin ningún problema y al entrar vi que había mucha gente y que todo era azul, había algunas mesas, pero la mayoría estaban ocupadas, Sam nos guío hasta la zona VIP, que estaba resguardada por seguridad. Nos sentamos en una, Sam me tomó de la mano.
—Vamos a divertirnos. Que tenemos toda la noche para nosotros...
La mirada que me dio hizo que mi corazón latiera fuertemente, me arrastró hasta la pista de baile, donde nos dejamos llevar por la música electrónica.
—Déjate llevar Alexa, deja que el baile se llevé todos tus problemas.
Iba a decirle algo, cuando me di cuenta de que él estaba viendo a una chica rubia, de buen cuerpo, ojos azules y muy alta.
La chica se le quedó viendo a Sam con una sonrisa en el rostro.
Oh eso sí que no.
—No puede ser, es Meghan... Es una amiga que conocí hace muchos años... ¿Quieres venir?
—No, ve... Yo iré a tomar algo.
Él asintió con el cabeza no muy convencido. Salí prácticamente corriendo hacia la barra de bebidas, me senté en el banquillo y esperé a que el bartmen me atendiera.
— ¿Qué va a ordenar señorita?
—Lo más fuerte que tenga.
— ¿Trabajo, amor, dinero? —Dijo un chico haciendo que diera un respingo.
Voltee a ver un joven que estaba a mi lado, tenía el pelo azul metálico, la piel blanca y unos ojos azules que eran hermosos.
— ¿Disculpa? —Pregunté al no entender a que se refería.
—En que tienes problemas para que quieras algo tan fuerte que te hará olvidar todo.
—Amor. —Dije.
El señor me trajo una bebida azul en un caballito, quizás no debería tomar...
—Gracias. —Dije.
—A mí me das uno igual. —Dijo.
— ¿Trabajo, amor, dinero? —Fue mi turno de preguntar.
—Amor. —Dijo.
Yo me quedé observándolo, era demasiado guapo, además traía una camiseta de tirantes, dejando ver sus fuertes músculos.
—Chócalas. —Dije.
Chocamos los vasos con una sonrisa. De acuerdo que brindar con un desconocido era demasiado interesante.
— ¿Cuántos años tienes? —Me dijo.
—15 años...
—17 años, ¿No crees que eres muy joven para beber?
—Sí, pero esta será la última vez hasta que cumpla 18...Además estoy harta de seguir reglas, de preocuparme por el fututo, hoy solo quiero disfrutar el momento y beberme esta bebida.
— ¿Amor?, eh... —Dijo cambiando de tema.
—Me enamoré de mi mejor amigo, pero él esta con otra chica y creo que él solo me ve como su mejor amiga.
—Yo también me enamoré de mi mejor amigo, pero al parecer a él no le gustaban los hombres.
—Salud por el desamor.
—Salud.
No sé cómo paso lo siguiente, pero un vaso se convirtió en dos, después en tres hasta llegar a 12, después de eso todo se borró de mi memoria de lo borracha que estaba.
Sam.
Había ido a hablar con mi amiga, estuvimos no sé cuánto tiempo poniéndonos al tanto hasta que ella se tuvo que ir, así que me decidí buscar a Alexa.
Vi que Fabiola estaba bailando con su novio, mientras que el primo de Alexa estaba bailando con una chica. El ambiente del antro se había puesto muy bueno, todos estaban bailando o demasiados ebrios.
Me comencé a preocupar ya que no veía a Alexa en ninguna parte y si algo le pasaba no me lo perdonaría. No debí dejarla sola, debí arrastrarla conmigo, aunque no quisiera...
La busqué por todas partes hasta que la vi bailando arriba de una mesa, ella estaba arriba bailando con un chico de pelo azul.
Los dos estaban bastantes ebrios, sus movimientos eran torpes e inclusive a veces daban tropezones, pero se sujetaban mutuamente, pude ver como le daba un shot y aventaba al vaso. El chico rio ante tal acción, haciéndome enojar.
—Alexa. —Dije sumamente molesto.
Ella volteo a verme, formó una sonrisita como si la hubiera atrapado en medio de una travesura.
—Ahí estas Sam, mira Jake él es mi mejor amigo del que...
No terminó la frase ya que Jake la aventó, yo rápidamente corrí y la caché.
—Te tengo. —Le dije.
Ella se acercó peligrosamente y me dio un beso, después de eso quedó completamente inconsciente. Me la llevé al hotel, le dije a Fabiola y ella me dio su llave.
Después de un show para subirla al taxi, cargarla hasta la habitación, logramos llegar sanos y salvos. La deje en su cama, le quite los tacones y la tapé.
—No me dejes. —Dijo.
—Alexa estás borracha... Hablamos mañana.
—Por favor ven y acuéstate conmigo.
Me acosté con ella, puse mis brazos sobre su delicado cuerpo.
—Te amo.
Me quedé anonadado al escuchar eso. Hasta que siguió hablando.
—Te amo mantequilla.
Me le quedé viendo como al final se quedó dormida. Aunque ahí dormida pude ver que era hermosa, la luz de la luna que entraba por la ventana la hacía ver como ángel, inconscientemente bajé la vista hacia sus labios, hace un momento me había besado, me quité rápidamente porque ella estaba borracha y no quería aprovecharme de ello.
Me acerqué para darle un beso en la frente.
—Yo también te amo Alexa. —Dije antes de salir de la habitación.
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Princesa Alexa (PE #3)
RomanceSi no has leído los primeros libros léelos c: Podrían contener spoiler.