Todo comenzó cuando yo tenía 4 años, mi madre dice que una historia se cuenta desde el principio, y creo que cuando conocí a Sam fue el principio de todo.
Antes de conocerlo disfrutaba mucho de mi vida, estar en un castillo, atendida por muchas personas y rodeadas de personas que me amaban, como mis tíos, mis primos y principalmente mis padres.
Yo nunca había salido del castillo, hasta esa vez y era porque íbamos a visitar a mí tío Will, yo así le digo, aunque no lo sea, él y mi madre tienen una asombrosa amistad y durante dos años no se había visto, habían estado tan ocupados que no tuvieron tiempo de verse.
Así que aquí vamos, en un carruaje y una pequeña Alexa incomoda, pero a la misma vez emocionada.
—Mamá...—Dije.
— ¿Qué pasa cariño?
— ¿Por qué no me dejaste traer mi vestido?
—Porque vas a conocer a un niño, y supongo que van a jugar y terminarías toda sucia.
—Yo quiero mi vestido.
Mi madre rodó los ojos y yo seguía esperando que me pusiera mi vestido.
—Cuando lleguemos a casa, te pondré un vestido.
Yo sonreí al ver que mi madre me iba a cumplir mi caprichoso.
Me asomé por la ventana y vi mucho campo, jamás había visto algo tan hermoso, estaba maravillada, había mucha flora, hasta que a lo lejos vi un castillo.
Pasamos por un pueblo primero, veía a muchos señores trabajando o simplemente platicando en la calle, algunos se quedaban viendo el carro con curiosidad.
Yo saludaba a todo el mundo, algunos me miraban como si estuviera loca, mientras otros solo me saludaban y me daban una cálida sonrisa.
Llegamos a las puertas, el chofer habló y las puertas se abrieron mágicamente, entramos y había un hermoso jardín.
En la entrada había un señor, tenía el cabello negro y unos grandes ojos azules, tendría la edad de mis padres. Mientras que la mujer que estaba a su lado tenía un hermoso vestido azul, una corona plateada con joyas rojas se posaba sobre su cabeza, su cabello negro caía sobre sus hombros. Al igual que su esposo tenía ojos azules, pero eran más claros.
Cuando el carro se detuvo, el chofer abrió la puerta y mi madre fue la primera en salir, mi padre me cargó y seguimos a nuestra madre.
Que caminó con pasos animosos hasta mi tío Will, ellos dos se abrazaron fuertemente.
—Will, ha pasado tanto tiempo, te extrañe tanto.
—Igual yo Ellie.
Mi madre le dedicó una sonrisa y luego abrazó a mi tía Sofía.
—Sofi, amiga te he extrañado tanto.
Mientras ellas dos platicaban mi padre saludaba a mi tío, él me vio y me sonrió.
—Tú debes ser Alexa.
—Sí. —Dije tímidamente.
—Eres una niña muy hermosa y te pareces mucho a tu madre, aunque tienes los ojos de tu padre.
—Gracias. —Dijeron mis padres.
—Pasen, adelante vamos al jardín.
Entramos al castillo y era enorme, todo era blanco con dorado, me quedé asombrada, todo era hermoso, había cuadros, figuras de cerámica y en medio había una inmensa escalera que llevaba a los demás pisos, en frente de esta estaba una puerta que daba a un inmenso jardín.
Todos salimos al jardín, mi padre me bajo.
—Sam, ven.
Un niño de 5 años se acercó a mí, tenía el pelo negro, era muy oscuro, unos ojos azules que eran hermosos, muy parecidos a los de Sofí.
—Él es mi hijo.
Mis papás le saludaron.
—Hijo, ella es Alexa, es hija de tu tía Ellie, juega con ella.
Nuestros padres se fueron a una mesa donde se sentaron en una mesa, viéndonos jugar, nosotros no hicimos ningún movimiento solo nos quedamos viendo.
—Me llamó Alexa Wood Andrade, pero dime Alexa.
—A mí solo dime Sam.
Esto lo dijo mientras me repasaba con la mirada, aunque lo hacía con cierta superioridad que no me gusto.
—Bien, vamos a jugar.
— ¿Jugamos a los atrapados?
—Mejor a la familia, seamos hermanos.
—No.
Después de eso me aventó fuertemente sobre el suelo, sentía como me raspaba mis codos y comencé a llorar.
¿Qué creían que al principio nos caímos bien? ...PUES NO.
— ¡MAMÁ!
Mi madre corrió hasta donde yo estaba, me ayudó a pararme, también llegó mi tía Sofía.
— ¿Qué pasó?
—Sam me empujó.
— ¿Hiciste eso? —Dijo mi tía a Sam.
Él solo rodó los ojos, haciendo que me enojará completamente y que lo quisiera golpear.
—Sí, ella quería jugar a la familia y yo a los atrapados.
—Eso no es justificación, ahora pídele perdón.
Él solo me miró enojado. Pude ver como jugaba con su pie, no quería pedirme disculpas, pero lo disfrutaría y mucho.
—Sam. —Le dijo su madre amenazándolo.
—Lo siento Alexa.
—Disculpa aceptada.
Yo le sonreí y al final de ese día terminamos jugando lo que él quiso.
Corríamos por todo el patio como animales salvajes, a veces caíamos, pero nos levantábamos.
—Alexa, ¿Quieres ser mi amiga?
—Por supuesto Sam.
— ¿Amigos por siempre? —Me preguntó.
—Amigos por siempre.
Y ese día sellamos nuestra amistad con una promesa de garrita, ese día fue el primer día que lo vi y ya nos habíamos hecho amigos, pero que puedo decir, así somos los niños, hacemos amigos muy fáciles.
—Es hora de irnos Alexa.
—Adiós.
—No quiero que te vayas. —Dijo Sam haciendo puchero.
Su madre se hincó para estar a su altura, vi el la similitud que ambos tenían.
—Tranquilo hijo, vendrán más seguido.
—De acuerdo, adiós, amiga.
—Adiós amigo.
Aunque eso fue hermoso, en ese momento no sabía en lo que me estaba metiendo....
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Princesa Alexa (PE #3)
RomanceSi no has leído los primeros libros léelos c: Podrían contener spoiler.