2. Natalia

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Llegue con quince minutos de retraso y corriendo a la sala del hospital, mi miedo se habia convertido en realidad, cuando vi que la doctora ya estaba ahí y ya habia comenzado a dar su clase, sabía que solo tenía dos alternativas:

1. Salir corriendo del hospital.

2. Arriesgarme entrar con un regaño y alguna otra cosa que se le ocurriera.

Me arriesgue a lo segundo.

-Llega tarde, Daniela. Una pena por por usted, una ventaja para nosotros.

Por entrar corriendo, jamás note que alguien había tomado mi lugar habitual, era una chica con más miedo en la cara que otra cosa, nunca la había visto, pero usurpando mi lugar, ya había ganado mi todo mi odio, que no era demasiado, pero lo ganó.

Me giré al resto del pequeño cubículo intentado encontrar un lugar en vano, pues sabía que las mesas eran 10, exactamente el número de mis compañeros, la profesora y yo.

-Empezando mal el día- pensé, pero me adelante en decirlo, porque aun venían cosas peores.

-Justo estaba por salir a buscar un maniquí para la clase de hoy, Daniela.- respiré hondo.

- Ya vuelvo- dije antes de salir por la puerta para ir a la oficina del director de departamento y conseguir uno.

- Pero...- rodé los ojos y me di la vuelta para mirarla.

- Me mandaron un mensaje donde decía que por hoy, todos estarían ocupados.

- Entonces, ¿qué quiere que haga? - le pregunté intentando esconder mi molestia, siempre la odie por no ir directo al grano.

- Necesitamos un modelo, la cual será usted, aprovechando que el único lugar disponible es la mesa de exploración... adelante- dijo con una sonrisa de superioridad y señalando la mesa. La odio con todo mi ser.- Puede sentirse aliviada compañera, Dani acaba de tomar su lugar- supongo que iban a usar a la chica de mi asiento y por eso su cara de terror.

- No espera que me quite la ropa frente a todos o si?- pregunté con miedo de que fuera verdad.

- Exactamente- me confirmó.

- Bueno, de nada- giré mi cuello para ver a la chica, debí salir corriendo mientras pude.

Me acerque a la mesa y bajé mi mochila, me quité la sudadera que tenía puesta para pasar a quitar todo lo demás. Cuando quedé con ropa cubriendo solo lo escencial caí en cuenta de que era lo mas penoso que había hecho en mucho tiempo. Me acosté sobre la mesa y esperé a que la profesora hablara.

Estaba en un momento muy incomdo asi que realmente no sabia que hacer o hacia donde mirar. Vi a la chica nueva, a la cual estaba dispuesta a darle una mirada asesina, hasta que la alcancé a ver susurrando un "lo siento".

- Entonces... ¿quién sera el primero que me dirá como empezar una exploración física?

- Yo- dijo uno de mis amigos levantando la mano.

Se acerco y comenzó a dar los pasos y datos importantes. Me sorprende que aun recordara todo, eso lo aprendimos hace 3 semestres, ahora solo hacíamos un repaso para comenzar y sinceramente yo no había estudiado pensando que ya lo sabia. Estaba muy equivocada.

Cuando él termino, pensé que mi hora de vergüenza había terminado. Otra vez hable muy pronto, debería demandar a la profesora por hacer que todos mis compañeros se levantaran a dar los pasos y que ella los observara.

Cuando la chica que no conocía se levanto, evitaba todo contacto visual conmigo.

Una vez que por fin termino la clase, me levante y comencé a vestirme. Cuando terminé, tomé mi mochila y me dispuse volver a la escuela.

Olvidando a SamanthaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora