3. Noche en el hospital

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Después de pasar el día de clase en clase, fui al hospital para mi guardia, en realidad no hacía mucho ahí, solo iba a ver que había en el hospital y por lo general iba detrás de un interno que me dejaba escuchar sus pases de consulta, en el último mes había ido unas 8 veces a guardias, por lo que Miguel (el interno) había comenzado a ser amable y creo que hasta podría decir que era mi amigo, aunque en realidad, el y yo sabíamos que yo no tenía idea de lo que él hacía, así que me limitaba a seguirlo y no hablar.

-¡Dani!-me saludo Miguel cuando me vio llegar al hospital- ¿otra vez tu aquí? ¿no tienes intenciones de dormir esta semana?- reí.

- En realidad hoy lo iba a hacer, pero hay una chica nueva y la invité para que comenzara a conocer el hospital y esas cosas.

- Bien, ¿en dónde está tu "amiga"?- preguntó haciendo comillas con los dedos.

-Vamos Miguel ¿tu también?- lo miré enfadada- se supone que no tarda en llegar.

- Lo ves, necesitas dormir mas, vamos, son unas horas en lo que esto se tranquiliza y te vas.

El comenzó a caminar por el pasillo revisando cosas que había dejado pendientes por la tarde, me habló de algunas personas que llegaron ese día, platicamos un rato y le pedí ayuda con algunas cosas que aun no me quedaban claras para mi examen de la siguiente semana. A las 2 am moría de sueño, así que fui a la sala de espera y me senté para descansar un rato, en teoría salía en dos horas pero no tenía ni ánimos de volver a mi casa. Después de unos cuantos minutos me quede dormida.

- Durmiendo en horario de guardia, ¿eh?

Abrí los ojos en cuanto reaccioné y me encontré con Natalia.

-Oh, ¡llegaste! Creí que lo habías olvidado o algo asi.

- Pensé lo mismo cuando no te vi, pero después encontré a Monica, me dijo que estabas con un interno y te quedabas casi todo el tiempo con él, supuse que ya no te vería.

- ¿Conociste al resto de mis amigos?- pregunté culpable por olvidarla.

- Si, son geniales, platicamos desde que llegué, ahora comienzo a pensar seriamente en no hablarte e irme con tus amigos- bromeó.

- ¿Así de rápido me cambias?- pregunté fingiendo enojo.

- En realidad no- sonrió- así que estabas con el interno- levantó ambas cejas y me miro esperando que le dijera algo sobre él. Respiré hondo para intentar no alterarme.

-Si, es mi amigo- ¿tan necesitada de amor parecía?

- Ya lo sé, solo quería molestarte, me han contado tu secreto, Dani- la miré confundida.

- ¿De qué me hablas?- pregunté algo divertida- yo no tengo secretos.

- Que sales con chicas, espera, ¿que? todos tenemos uno.

- No sé si eso califique como un secreto, considerando que toda la universidad lo sabe... no, no lo es, pero si te hace sentir mejor Sherlock, fingiré que si lo era- dije bromeando.

- Entonces es cierto- dijo mas para sí misma que para mí.

- Pues si...- dije algo insegura porque no sabía si debía responder.

- Interesante- tenia la mirada perdida.

-claro...- dije confundida, ella abrió la boca para decir algo pero se veía algo confundida, así que no dijo nada - Por qué?- pregunte intentando ayudarle con su pregunta, solo me miro. Eran dudas que todos mis amigos me habían planteado en su tiempo, a algunos les contestaba sus preguntas, a otros simplemente no lo hacía, pero Natalia me agradaba bastante como para contarle, además, ¿qué otra cosa podría hacer en una sala de espera a las 2 am?

Olvidando a SamanthaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora