Olvidando a Samantha

7. La volvi a ver

Estaba muy nerviosa cuando la hora de ver a Samantha se acercaba, no sabia de que hablaríamos, o que pasaría después. Para poder ir a verla, tuve que mentir a mi madre y a Natalia, les dije que me quedaría hasta tarde en la escuela para terminar unos trabajos.

Llegue cinco minutos antes y vi su carro ya estacionado en el restaurante en el que me pidio que la viera. Me estacione a su lado y baje a buscarla.

Era un lugar bonito, era pequeño, pero la decoración era muy linda, definitivamente era el tipo de lugares de Sam.

La vi sentada en el fondo y camine hacia ella, cuando me vio sonrio y se levanto para saludarme. Me dio un beso en la mejilla al llegar a la mesa y se volvió a sentar.

-Por un momento pensé que no vendrías- dijo visiblemente aliviada.

-No es mi estilo dejar a las personas esperando-dije algo seria, me sorprendia que después del tiempo que pasamos juntas, pudiera pensar en esa posibilidad.

-Claro... no he pedido nada aun, estaba esperándote.

-Gracias.

- ¿Como estas, Dani?

-No me quejo, todo esta bien, ¿que hay de ti?

-Todo bien, es extraño volver a verte.

-Lo se- no sabia que mas decir.

-Te ves bien, los veintiuno te han sentado muy bien- me sonroje, odio que aun pudiera tener ese efecto en mi.

-Y a ti los veintisiete te quedan perfectos- y era verdad, siempre he creido que el mejor punto de la vida debía estar entre los veinticinco y los treinta, aunque no estaba muy segura, tendría que esperar a vivirlo por mi misma.

- Y bien... tengo casi tres años sin saber de ti ¿comenzaras a ponerme al corriente?- pregunto sonriendo.

- Supongo...

Pasamos las siguientes dos horas platicando de lo que habíamos hecho, yo le hable sobre la escuela y el hospital, algunos pacientes que habían marcado mis últimos semestres, sobre compañeros que conocí y se volvieron buenos amigos; le conte de mis vacaciones recorriendo algunas partes del pais y las de la playa, de mis últimos cumpleaños y de cosas que había hecho con mi familia.

Por su lado, ella me conto de su trabajo y el cambio de escuela que tuvo, de algunas malas experiencias con otros profesores, pero también las buenas, también me dijo que todas su amigas se estaban casando y ella solo comenzaba a acumular mascotas, me conto también que había comprado una casa, cerca de donde vivía antes, dijo que era mas grande y bonita y tenia espacio de sobra para llenar con cosas que siempre compra y nunca usaba.

La tarde paso mejor de lo que espere, era como si el tiempo nunca hubiera pasado y fueramos la misma Samantha y Daniela de siempre.

A las 5 decidimos que era tiempo de irnos y salimos al estacionamiento.

- ¿Quieres ir a mi casa?- pregunto cuando salimos.

-En realidad... no- le dije y ella me miro confundida.

-Pense que la habíamos pasado bien- dijo notablemente descepcionada.

- Y fue asi, pero en mi casa me espera mucho por estudiar, mi mamá y Nat piensan que estoy en la universidad aun.

-No, esta bien, solo pensé que...

-Otro dia ¿si?- la interrumpi.

-Claro- sonrio- muchas gracias por hoy, por acceder a venir a comer. En serio, no sabes desde hace cuanto tiempo buscaba la manera de verte, mi ultimo recurso fue ir a tu casa, aunque tenia mis dudas, crei que tu mama me mataria al verme- las dos reimos al recordarla en ese tiempo.

- Yo solo pense en buscarte al inicio, pero por muchas razones decidi no hacerlo.

- Y supongo que despues encontraste a Natalia- dudo al preguntar.

-No, a Nat la conoci no hace mucho. Pero las cosas se fueron dando demasiado rapido.

Me recargue en la puerta de conductor de mi carro para seguir hablando.

- Parece tan irreal este momento- dijo sonriendo- me torture la ultima semana pensando que no te volveria a ver.

-Tu significabas demasiado para mi como para no venir- dije mirándola a los ojos.

-Pues no lo parecía en tu casa.

-No me culpes, cuando no duermo me pongo de mal humor- dije riendo.

-Lo se- contesto -Gracias Dani- se acerco para abrazarme.

Se alejo un poco de mi y nuestras caras quedaron muy cerca, podría jurar que sentía su respiración en mi nariz. Ella se acerco un poco mas, apenas lo notaba, cada vez sentía su aliento chocar con mi rostro mas fuerte, tomo mi rostro con sus manos y me acariciaba con sus pulgares, la deje medio segundo hasta que cai en cuenta de lo que hacia.

-No, Samantha- la aleje de mi, le di un beso en la mejilla y abri la puerta de mi auto -nos vemos- encendí mi coche y salì lo mas rápido que pude de ahí.

En cuanto llegue a mi casa me fui a mi habitación a estudiar, mi celular comenzó a sonar con llamadas de Sam y de Nat pero no conteste ninguna, supongo que la primera querra una explicación por salir asi y la segunda me preguntara que tal mi dia y ya no tenia ganas de mentirle.

Habian pasado tres años, donde creía haber superado cualquier cosa y ahora Sam había vuelto a confundir mis sentimientos, no podía hacerle eso a Natalia, la quería muchísimo, no merecía esto, y si para volver a tener todos mis sentimientos bajo control significaba no volver a ver a Samantha, asi volveria a ser.

Al dia siguiente, baje temprano a desayunar, lo cual sorprendió a Ale, comi lo mas rápido posible y subi al coche, teníamos al menos 15 minutos extras.

-Ale- dije cuando habíamos subido al carro.

- ¿Qué pasa?

-Ayer vi a Samantha- dije culpable, ella abrió la boca sorprendida.

- ¿¡Que!?

-Si, a Sam, otra vez, me invito a comer y fui y platicamos un par de horas, y- dude unos segundo- luego intento besarme y ahora me siento demasiado culpable, que clase de persona soy? Le miento a mi novia para ir con otra chica, debe haber un lugar especial en el infierno para mi.

Ale no decía nada, supogo que estaba igual de sorprendida que yo

- ¿Aun la quieres, Dani?-pense unos momentos antes de contestar su pregunta, sabia la respuesta, pero también sabia que no era la respuesta correcta. Cuando no sabia que mas decir termine por afirmar con mi cabeza.

-Pero que... ¿¡por qué nunca me lo dijiste!? llevo los ultimos años preguntandotelo y siempre lo negaste. ¿Cuantas veces crees que me ha llamado piendome ayuda para verte? nunca pude decir nada, porque al parecer, ya no tenias interes en ella.

-Siempre crei tenerlo bajo control hasta que la volvi a ver. Moria de ganas por besarla Ale, no sabes, pero me contuve, necesito no volver a verla.

- No estoy segura de que en realidad lo sientas, quiza solo es la emocion de verla, por fin encontraste a Nat y ahora se le ocurre aparecer, aclara tus ideas, hermosa, te veo mas tarde.

Abrio la puerta del auto y salio, yo me quede unos minutos en el auto, ahora que se suponia que debia hacer, ¿ir con Natalia como si nada pasara?