6. Ella

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- ¡Madre! Tu hija favorita ha llegado- grité para que supieran que estaba en casa, era algo que se me había hecho costumbre porque a veces, llegaba tan cansada que en cuanto entraba en la casa me quedaba dormida y como ella no me escuchaba, se preocupaba porque no sabía de mi.

-Lo acabo de notar Dani, gracias- me dijo desde la sala, no le dije nada mas, moria de sueño y ella sabia que cuando eso pasaba no tenia animo para platicar. Tome lo primero que encontré en mi camino a la cocina para comer, me senté en la isla de esta y sin saberlo, me quede dormida unos minutos.

-¡Daniela!- Escuché gritar a mi madre un poco alterada mientras caminaba hacia mi.

-Dime- respondi aun con los ojos cerrados y mas dormida que despierta.

-Ven a saludar, eres muy grosera, ¿lo sabias?- dijo en un tono desaprobatorio.

-Mama, no me hagas esto por favor, si no es alguien en serio importante ¿puedo subir a dormir? llevo despierta un poco mas de veinticuatro horas.

-Ya soy inmune a tus tontas excusas, vamos- rode los ojos y me levante, a veces, odiaba a esta mujer.

La segui de mala gana hasta la sala.

-Buen dia...-espere un momento para saber quien era y saludar, pare en seco y pase saliva- Buen dia, Samantha.

-Buen dia, Dani- me acerque y le di un beso en la mejilla.

Se veía preciosa igual que la ultima vez que la había visto -que fue hace ya varios años- se veía mas delgada y sus ojos tenian un extraño brillo que jamas habia visto, su cabello estaba mas corto, pero lo peinaba de la misma manera, estaba mas delgada también y aun conservaba su hermosa sonrisa.

-Hacia mucho que no te veía-dije sonriendo- me alegra que te pases por aquí a visitar a mi mama, que normalmente odia a todo el mundo, no se como es que a ti no, en fin, fue un gusto saludarte, con permiso- me di la vuelta para ir escaleras arriba.

Lo se, ¿Por qué no me quedo? Bueno, una parte de mi, muere por quedarse e intentar hablar de los últimos 30 meses, por otra parte, mi cerebro no me permitió quedarme ahí y me hizo caminar escaleras arriba.

Llegue a mi habitación, me quite la ropa, me puse una camisa larga encima y me acoste en mi cama para dormir unas horas. Caí en un profundo sueño en segundos.

Después de un tiempo durmiendo (no estoy segura cuanto) sentí una mano acariciando mi mejilla, estoy segura que era Samantha, no se porque mi mama la dejo subir. Abri mis ojos con pesadez y efectivamente la encontré sentada sobre mi cama a mi lado.

- No quiero ser grosera, pero, ¿que haces aquí?

-Tu madre me ha dejado subir a verte.

- Eso ya lo se, ¿que quieres?- dije mas fría de lo que me habría gustado, pero ahora las cosas eran asi.

- Yo quería... quiero hablar contigo Dani- dijo un poco insegura, yo rei y rode los ojos, no puedo creer que venga a hacer esto tanto tiempo después de dejarlo.

- ¿Estas conciente de lo que dices Samantha? Soy yo la que no ha dormido y estoy mas cuerda que tu- la mire de forma asesina- no me vengas con eso, si no hablamos hace 3 años, no lo haremos hoy, asi que si me permites...- dije mientras volvia a acomodarme en la cama.

-Dani...-dijo en un susurro- quiero que vuelvas a mi vida, quizá no como antes, pero siento que me haces falta- rei ante su tonta idea.

- Por favor, te lo estoy pidiendo en serio, dejame dormir, lo necesito- enfatice las ultimas dos palabras.

- Algun dia de estos puedo hablar contigo?- preguntó al ver que no le daba muchas opciones.

Me senté de muy mala gana y la observé directo a los ojos, no entiendo como cree que puede venir y hacer como si nada hubiera pasado nunca.

- ¿Qué quieres?

- Quiero hablar contigo, ya te lo dije.

- Teescucho- le dije cortante.

- Podemos salir a comer algo otro  día?

- Lo que me faltaba- dije enojada.

-Dani... por favor.

- Ya, esta bien, mandame un mensaje y te digo si estoy libre.

Ella sonrio y me abrazo, era tan extraño esta entre sus brazos de vuelta, se que no significaba lo mismo que antes, pero se sentía muy bien.

- ¿Tienes tu mismo numero?

- No, busca en mi teléfono y agrega tu numero por favor- me acoste para poder dormir un rato.

- Tienes un par de llamadas perdidas.

- ¿¡Por qué no me dejas dormir de una vez!?- pregunte ya muy molesta- ¿de quien?- pregunte intentando calmarme

- Eh, dice Nat- dijo dudando un poco-¿sales con ella?- preguntó aun insegura, supongo que lo pregunto por los corazones después de su nombre de contacto, de hecho es bastante obvio.

- Si, es mi novia- dude un poco y ella intento parecer normal ante la idea, tomo mi numero y dejo el suyo.

- Nos vemos Dani- se despidió menos afectuosa que antes y salió de mi habitacion.

Me quede unos minutos pensando en lo que paso, aunque no llegué a nada. Tome mi celular y devolví la llamada

- ¿Hola?- pregunto Natalia del otro lado.

- Hola bonita, tenia unas llamadas perdidas, ¿qué pasa?

- En realidad nada, solo quería saber que hubieras llegado a tu casa y no te hubieras quedado dormida en la calle o algo asi- dijo riendo.

- Eres un encanto, todo bien, llegue a mi casa y estoy a punto de dormir.

- Te dejo, descansa.

- Igual tu, te quiero.

Colgué el teléfono, lo deje a un lado y por fin pude ir a dormir.

Desperte a las 3 am para estudiar un rato, no dormi demasiado, pero si lo suficiente. Se me fue el tiempo y cuando menos lo note eran las 6am, me bañe y me vesti lo mas rápido que pude, después baje a desayunar y Alejandra me esperaba tranquilamente desayunando en la cocina con mi madre.

-Tarde otra vez, que extraño- dijo sarcásticamente.

La mire enfadada y yo también desayune. Desde hacia ya tiempo, Ale llegaba a mi casa de vez en cuando y nos íbamos juntas, su escuela quedaba de paso a la universidad. Ella iba hablando todo el camino y me ayudaba a concentrarme.

-Vamonos -dije cuando termine de comer. Teniamos el tiempo justo para llegar.

Llegue a las 7 en punto a clase, por suerte, no había llegado el profesor aun, encontre a Moni en el camino y platicamos un rato, evite mencionar cualquier cosa de Samantha, aun no sabia exactamente si significaba algo el volver a verla.

El resto del dia paso sin nada importante hasta en la noche, cuando recibí un mensaje de Samantha.

"¿Estas libre mañana? Puedo pasar por ti y nos vamos"

"Si, estoy libre, dime donde y yo llego"

"¿Segura? No es molestia pasar por ti"

"Solo no me agrada la idea de compartir el auto contigo, nos vemos"

No sabia exactamente que tanto me gustaba la idea de ser tan fria con Samantha. Estaba convencida de que era lo mejor, considerando que ella habia perdido por completo mi confianza y que ahora estaba con Natalia. Aunque mi parte curiosa lo dudaba, aun queria saber de ella y justo como ella me lo habia dicho, queria volver a su vida.

Recuerdo los primeros meses en que intente buscarla y al final mi orgullo no me lo permitia, Alejandra siempre me decia que no me permitia a mi misma ser feliz, aunque nunca estuve de acuerdo. No me gustaba pensar que la felicidad dependia de alguien, aunque ahora con Nat, aprendi que la felicidad no depende de la persona, sino que la persona, potencializa nuestra felicidad.

Quizas a mi vida le hacia falta un poco de Sam.

Olvidando a SamanthaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora