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Muchas, muchas gracias por todos sus comentarios, no saben lo feliz que me hacen.

Honestamnete, tambien queria que Dani se quedara con Sam, pero...

Por suerte, las cosas con Samantha mejoraron, lo que fue un alivio, porque sinceramente, me aterraba el hecho de verme en la misma situación en la que estuve hacia unos meses y a decir verdad, estaba harta del drama ¿Por qué no solo podía estar con alguien en total tranquilidad?

Aunque, el decir que las cosas mejoraron, solo fue con respecto a mi relación, porque la maldita de Samantha me puso en una situación un tanto incomoda en mi casa.

Cuando regrese a mi casa después de salir con Nat, mi hermano me dijo que Samantha había vuelto a aparecer, pero otra vez no dijo nada, solo se fue dejando saludos a mi madre.

Revise mi celular y esta vez sí tenía unas cuantas llamadas perdidas y un par de mensajes, nada de cosas románticas a las que me acostumbre los últimos 60 días.

"¿Donde estas? Llevo dos vueltas a tu casa, iré mañana y en serio, en serio, si vez este mensaje espérame, necesitamos hablar".

No respondí, apagué mi celular y fui a dormir.

Desperté a eso de las 11 por alguien que tocaba incansablemente a mi puerta, ¿Qué les pasa? Me escucharon llegar tarde y encima ¡es domingo!

Me levante, me puse el pantalón de mi pijama, unas pantunflas, maldije para que no me escucharan y abrí la puerta.

- Otra vez esta la profesora abajo, te está buscando, puedes decirle que deje de venir, es algo extraño, ¿no?- asentí con la cabeza.

Baje las escaleras para encontrar a Sam en la sala con un ramo de rosas, carajo, lo hizo a propósito!

Maldita, maldita, maldita, maldita, maldita, maldita Samantha.

Intente suavizar mi cara de odio extremo y fui con ella. ¡Sorpresa! Mis padres estaban con ella en la sala.

Sentí mi cara arder, no supe exactamente si fue enojo o vergüenza, Sam me las pagaría.

Cuando me vieron entrar a la sala, Sam se levanto del sillón y me dio un beso rápido seguido de una sonrisa de superioridad. Odio a esta mujer. Me extendió el ramo de flores y lo deje a un lado.

- ¿Daniela?- aquí vamos, usaron su tono de voz desaprobatorio, estoy jodida.

- ¿Si?- pregunte girando para verlos.

- ¿Nos explicas esto?- pidió mi padre muy serio.

Respire pesadamente y me senté en el sofá frente a ellos.

"Si lo digo de golpe, duele menos" pensé, en realidad era una buena idea.

- Mama, papa, ustedes ya sabían que yo soy lesbiana, ¿no es así? Y bueno, si no lo sabían, no me prestan ni un poco de atención- dije con un nudo en la garganta.

- No, eso lo dijiste hace tres o cuatro años.

- Tres- confirmo Samantha, con lo que se gano una mirada asesina de parte de todos- lo siento- dijo bajito.

- Normalmente es algo que no cambia, papa- dije enfadada- y bueno, obviamente sigo siéndolo, solo que, otra vez, no me prestan atención, Natalia fue mi novia también- ahora fui yo la que tuvo la mirada molesta de Sam.

- ¿También?

- Si, si Samantha no me hubiera hecho este favor, en unos días les diría que estoy saliendo con ella, solo que supongo que le gusta hacer las cosas por ella misma, asi que ya esta, ya saben- les digo incomoda.

Olvidando a SamanthaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora