Capítulo 3

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Pero, entonces, un grito la sacó de sus pensamientos. Levantó la vista, y vió a Estrella de Cardo junto a Destello de Piedra en la cima del tronco muerto, lugar donde el líder comenzaba una reunión de Clan.

-¡Que todos los gatos lo bastante mayores como para cazar sus propias presas se reunan aqui, bajo el tronco muerto! -maulló el gato blanco y negro solemnemente.

Inmediatamente, Pétalo Pardo se levantó y se puso en la última fila, junto a Penumbrosa y sus cachorros.

-¿Por qué no podemos ir más adelante? -maulló el cachorro negro- ¡Quiero ver mejor!

La reina le lamió las orejas.

-Aún eres pequeño como para estar más adelante, Pequeño Mirlo. -ronroneó- Quizá cuando te nombren aprendiz.

-¡Pero faltan cuatro lunas! Es mucho...-murmuró Pequeño Mirlo, bajando las orejas y la vista.

-Tranquilo, pasarán rápido. -maulló.

Estrella de Cardo dió un paso adelante sobre el tronco.

-Zarpa de Roca, ven aquí.

Zarpa de Roca, quién se encontraba una fila adelante de las dos reinas, se levantó velozmente y caminó hacia el tronco muerto, poniéndose bajo el Líder.

-Joven aprendiz, ¿honras proteger al Clan, incluso al costo de tu propia vida?

-¡Sí! -juró el aprendiz.

-Entonces, te entrego tu nombre guerrero. Zarpa de Roca, has entrenado duro para conocer y honrar nuestro noble Código Guerrero. Zarpa de Roca, de ahora en adelante serás conocido como Corazón de Roca, por la firmeza de tu corazón. El Clan del Fuego honra tu valentía y lealtad, y yo, Estrella de Cardo, te nombro guerrero del Clan del Fuego.

El líder del Clan del Fuego se agachó, para que el recién nombrado guerrero le lamiera respetuosamente el omóplato.

Pétalo Pardo, junto a los demás guerreros, comenzó a gritar el nombre del nuevo guerrero.

-¡Corazón de Roca! ¡Corazón de Roca! ¡Corazón de Roca! -aullaron los gatos.

Apenas el guerrero se volteó para recibir a los gatos de su Clan que lo felicitaban, un gato atigrado blanco y negro se paró en frente de la guarida de Aprendices, y corrió a su encuentro. Pétalo Pardo lo miró con angustia. Aquel jovrn gato había sufrido un gran daño en la cola, que hico que retrasara su entrenamiento junto a su hermano, Corazón de Roca.

-¡Felicidades, Corazón de Roca!

El guerrero sonrió, pero un segundo después una tristeza nubló su alegría.

-Ventoso...tu deberías haber recibido tu nombre también...-masculló.

A Ventoso también se le oscureció la cara.

-Bueno...no importa. De todos modos igual seré guerrero. ¡Y entrenaré muy duramente para que sea pronto! -prometió el aprendiz.

A la reina parda le sorprendió la alegría del aprendiz. Difícilmente otro gato hubiera reaccionado de esa manera al haber pasado por algo así.

Una vez que la reunión de Clan terminó, Pétalo Pardo volvió a recostarse cerca de Penumbrosa.

-¿Y bien? -preguntó la gata negra.

-Baya de Cerezo me recetó unas semillas de enebro...pero realmente dudo si unas simples bayas me ayuden a dejar de tener esos extraños sueños..

-No menosprecies a Baya de Cerezo y sus hierbas -la interumpió la gata de pelaje lustroso- Algunas de sus medicinas de verdad son útiles. Pregúntaselo a todos los gatos que ha atendido.

Pétalo Pardo resopló.

-Puede que tengas razón. Pero esto no es una mordedura o hemorra--

El maullido de la gata fue interrumpido por un pequeño destello de color azulado en un arbusto sobre la pendiente. Ese brillo le sonaba tremendamente familiar...

-¡Pétalo Pardo! -gritó la reina negra impresionada al ver a Pétalo Pardo levantarse autómaticamente y correr hacia la salida del campamento.

Aquel destello azul, pensó la joven gata, es igual a la de los ojos del gato gris de mi sueño.

Tras cruzar velozmente el túnel de aulagas y subir como un relámpago lo que quedaba de pendiente, corrió hacia el arbusto de donde provenía la extraña luz azul. Con el corazón dando tumbos, lo examinó. Era completamente normal, con las típicas hojas verdes y sin bayas, y no había ni rastro del brillo azul. Tras dar un gruñidito de descepción, lo vió por dentro. Nada.

Se sacudió las hojas de su bonito pelaje. ¿Había sido solo una alucinación? Pétalo Pardo sacudió su cabeza. No creía. Era demasiado real como para ser un capricho de su imaginación. Miró el resto del pequeño bosque. El páramo lo bordeaba, y se escuchaban sonidos de pájaros en la cima de los árboles. Fijó sus ojos verde pálido en un punto fijo de un tronco. Creyó distinguir el pelaje blanco de un gato.

Unas voces femeninas susurraron alrededor de ella su nombre, como ecos en una cueva oscura.

-Pétalo Pardo...Pétalo Pardo... Pétalo Pardo.

La gata abrió los ojos como platos, y erizó la cola.

-¿Quien e-eres? -murmuró atemorizada.

Un sonido de alguien moviendose entre los helechos silenció las voces inmediatamente.

-¡Pétalo Pardo! -siseó Penumbrosa preocupada- ¿Que paso? ¿Estás bien?

-Estoy bien...-masculló débilmente la reina parda.

Todo a su alrededor empezó a ponerse borroso, y sentía que sus patas ya no podían resistirla más. Todos los sonidos ahora eran voces casi inaudibles.

-¡Pétalo Pardo! -fué lo último que escuchó antes de caer en el suelo y cerrar los ojos.

Suspenso... >:3

Los Gatos Guerreros: El Descubrimiento De Pétalo Pardo [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora