A la mañana siguiente, Sasuke se despertó. Se sentía triste, aun recordaba a Naruto, junto a esa chica de cabello rosado.
Unos golpes en la puerta, hicieron que se pusiera rigido y que limpiara las lágrimas que se asomaban por sus ojos negros.
-Hola, Sasuke- era Deidara- Te he traído el desayuno.
Puso la pequeña mesita, cerca al azabache. Quien sólo la miro, el rubio se intrigó por la acción del Uchiha menor. Tal vez la comida no le agradaba.
-La comida esta mal, ¿verdad?
Sasuke lo vio incrédulo, cogio su libreta y empezó a escribir.
Para nada, es solo que no tengo hambre.
- Vamos, Sasuke. Itachi dijo que debías comer. El ya se fue a la empresa, también dijo si querías ayudarlo con unos asuntos.
Sasuke comenzo a probar un poco de la comida espléndida comida del rubio. Quizás debería empezar de cero y olvidar todo.
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Itachi había llegado a las oficinas Namikaze, deseaba hablar con Naruto a solas.Pregunto por él en la recepción, la secretaria le dijo que tomara asiento y lo esperara por unos minutos.
El Uchiha mayor estaba algo cansado y a la vez preocupado. Se supone que Sasuke debería estar feliz y no tan triste como lo vio anoche.
Deidara le dijo que era mejor que Sasuke hablara con Naruto, pero es que de solo pensar que su hermano tiene que sufrir le llena de rabia.
Tengo que calmarme, hazlo por Sasuke. Ufff, esto es muy difícil, pensó.
Unos pasos hicieron que volteara a ver al recién llegado. Quien diría que aquel joven con cara de idiota, se había convertido en un apuesto joven.
-Buenas tardes, señor Uchiha. ¿A que debo su visita?
Y todavía era educado.
-Vengo a hablar con usted. Si no es mucha molestia.
-¿Uh? Puedo saber de que trata.
-Digamos que es mas personal.
-Entiendo. Espere un minuto, por favor.
Naruto se dirigió a la secretaria de nombre Mei.
-Mei-chan, si mi padre pregunta por mi. Le dices que salí por un momento y que no estoy huyendo del trabajo. ¿de acuerdo?
-Si, Naruto-san.
-Muchas gracias, tebbayo.
A Itachi le cayó una gotita estilo anime, no podía creer que aún no se le quitaba esa palabra al rubio.
Ambos hombres salieron del lugar y se dirigieron una cafetería muy popular: The Moon.
Entraron y pidieron dos cafés. Cuando la mesera se retiró, se formó un silencio incomodo entre ambos.
Naruto jugaba con sus dedos a lo que hizo que Itachi recordará a la enfermera que cuidaba a Sasuke desde que entró en coma.
-Bueno...¿de que quería hablar exactamente?
Itachi lo vio fijamente, a lo que el rubio trago algo de saliva. Es que el sujeto le daba miedo, la sensación ya la había sentido antes. Sin embargo la pregunta era, ¿donde?
-No has cambiado nada, Naruto-kun.
-Como dice.
-Es que eres sordo o ¿que?
-N-no para nada. Tengo mis cinco sentidos bien puestos.
-Quizás solo la cabeza la tengas mal- susurro Itachi.
La chica trajo los pedidos y los puso en la mesa.
-¿Desean algo mas?
-No, gracias.
Esta se retiró sin más.
-Bueno, Naruto-kun a lo que vine.
-Dígame.
-Si te acercas a él, no le hagas daño.
Naruto abrió los ojos de la impresión, ¿acaso el señor Uchiha, dueño de las empresas Computer's Japan, le estaba amenazando?
-No te asustes. Solo te estoy dando una pequeña recomendación.
-¡Usted no me asusta!
-Hmp, tómalo como quieras.
Itachi tomo un poco de su café y dejo lo que debía pagar con un poco de propina. Se levantó y comenzó a salir del lugar, él ya había cumplido con su cometido.
Naruto también le siguió y llego hasta él.
-No le entiendo.
-Dime... ¿tu confías en tu familia?
-¡Que clase de pregunta es esa!
-Pues esta vez, no debería hacerlo. Ten cuidado.
Itachi paro un taxi y se subió en el.
-¿A donde señor?
-Al parque central, por favor.
En el camino el azabache mayor, iba pensando. Tal vez no había prudente decirle esto último el rubio. Pero ya estaba echo y ya nada podía hacer.
-¿Cómo estas Sasuke?
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Deidara tarareaba una canción que había escuchado en la radio de una banda famosa, llamada The Storm.Estaba haciendo galletas para Sasuke, no le gustaba que estuviera deprimido. Aunque él lo niegue.
Tin, tin
El sonido del horno hizo que sacara las que había puesto hace un rato.
-Huelen deliciosos~
-Pero no son para ti, Itachi.
-Que malo eres.
-¿Ya terminaste tu trabajo?
-Claro, por quien me tomas.
Ambos se dirigieron al cuarto de Sasuke, este estaba leyendo un libro de tapas rojas.
Itachi dio un par de golpesitos en la puerta en señal de que iba a entrar.
-Buenos días Sasuke.
Hmp, ¿donde estabas Itachi-baka?
-Tenme algo de respeto, outoto.
A Deidara le dio gracia la escena.
-No te burles, Dei-chan. ¡Ayúdame!
-Nop.
Sasuke sonrió un poco, el rubio puso las galletas que había traído y se las ofreció al azabache menor.
Este gustoso tomo una y se la comió.
Deliciosas, pensó.
-¿Que tal estan?
Sasuke solo asintió feliz. A Deidara se le formó una sonrisa grande.
-¡Genial! Y eso que es la primera vez que las hago.
-¿En serio? - pregunto Itachi- Ya que normalmente, quemas la cocina.
-N-no es cierto-un rubor color carmín apareció en su cara.
Sasuke jalo la manga de su hermano.
-¿Que pasa Sasuke? ¡¿tienes ganas de vomitar?!
Deidara le dio un zape algo molesto. Sasuke nego y comenzó a escribir en su libreta.
Me gustaría ayudarte en la empresa y empezar a tomar mi puesto como me corresponde.
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Holaa! Perdón por la tardanza, espero que les guste.¡Hasta la próxima! n_n
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Una Promesa Olvidada
RomanceNaruto olvida a Sasuke por un accidente. Las personas que estan cerca al rubio le mienten y hacen todo lo posible para que nunca recuerde al azabache, lo que hace que este se sienta mal. Las promesas no se olvidan ¿cierto?