Capítulo 10

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En el cuarto de Naruto, este dormía tranquilamente mientras comenzaba a soñar.

- Dicen que cuando sueñas, es porque es algo que pasara o ya pasó.

- ¿Uh? No creo en esas cosas- afirmaba un Naruto de dieciséis años.

- Eso dice el libro, dobe. No lo afirmó.

Frente a él estaba ese joven azabache, ambos llevaban el uniforme de la escuela. Estaban debajo de un gran árbol, el descanso era lo mejor del día en la vida escolar.

- Oye, Sasuke... ¿Cómo es estar enamorado?

¡¿Sasuke?! Ese nombre, su madre lo había mencionado. No era posible, ¿cierto?

El recuerdo se torno borroso, dando paso a la oscuridad. Un nuevo escenario se presentaba.

Naruto estaba en un auto, se tocó la cara y las manos. Sentía su respiración pesada, estaba sentado en la parte trasera. Y frente a él, habían dos personas.

- ¡Nos están persiguiendo!- la primera voz habló.

- Tranquilo, vamos a estar bien- esta última le era conocida. Era como si él estuviera hablando.

¿Qué estaba pasando? No lo entendía.

Todo era confuso. Quería y deseaba despertar de una buena vez.

¡¡Naruto, Cuidado!!!

Se despertó sudando y jadeando. Se tocó el rostro retirando un poco de sudor, ya era de día.

Naruto se levanto de la cama, se sentía débil pero debía hacerlo. El sueño que había tenido lo tenía algo confuso.

- Necesito respuestas - dijo con firmeza - Pero con mis padres no podré obtener nada,  ¡maldición!

Se sentó al borde de la cama.

- ¿A quién podré preguntar? - miró su despertador, ya era tarde para ir al trabajo, pero no le apetecía ir. Así que lo ignoro por completo.

Fue a prepararse, una idea algo descabellada salió de su cabeza. Luego de estar listo, fue a buscar a Karin.

La encontró en la cocina, tenía una cara de haber estado llorando.

- Karin - llamó, obteniendo la mirada de la chica - ¿Por qué estas llorando?

- No es nada - se limpió con el dorso de la mano y con la otra tomo su taza de café- ¿Como estas? Supongo que mejor.

Naruto se sento en una silla. Agradecía no haberse topado con nadie, solo esperaba verse con su prima.

- Estoy bien... Necesito que me ayudes, por favor-  rogó con una cara de cachorrito abandonado-  ¿sí?

La pelirroja rió ante la acción del susodicho. Este nunca iba a cambiar, desde que le conoció en la primaria, siempre habia sido así.

- Claro que lo haré, pero debo decirte que voy a estar en peligro.

- ¿Por qué lo dices? No entiendo.

- Hay personas que no quieren que te ayude, aunque creo que ya sabrás. - se levantó de la mesa - Espérame unos minutos, tenemos que ir al aeropuerto y luego visitar a alguien.

El rubio asintió y Karin desapareció. Comenzó a recordar su sueño, eran fragmentos de su pasado, estaba seguro de eso.

- Voy por ti, Sasuke. - puso una sonrisa algo boba algo pronunciar el nombre, con un sonrojo en su rostro.

Una Promesa OlvidadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora