Capítulo 25: Insensatez

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Pasaron dos días desde que Sora tuvo el enfrentamiento verbal con Bianca Romano, y el festival ya estaba iniciando.

Eran las cuatro de la tarde en la Ciudad de México, el tan esperado evento había dado inicio dos horas antes. Sora y su equipo se encontraban en los camerinos, ella iba vestida con su ropa habitual, la ya clásica vestimenta que usaba para su ritual; es decir: su pants y audífonos que la aislaban de toda realidad posible.

—Es la primera vez que me toca ver a Sora en ese estado—dijo Nadia—. Se siente un ambiente distinto a lo habitual. En verdad ella cambia mucho cuando se trata de una competencia.

—Tienes razón Nadia— intervino Gabrielle—. En este momento ella no tiene nada más en mente; nada que no sea su actuación. La primera vez que me toco verla de ese modo incluso hasta me asuste, pero ahora siempre espero estos momentos porque en verdad me fascina verla asi.

—Por cierto. ¿En dónde se encuentra Maksim?— pregunto Nadia.

—Él, seguramente se encuentra en la entrada de la Arena comprando chucherías o bebiendo agua. Como te dije, ellos hacen eso en cada evento al que asisten, es parte de su ritual, incluso los medios y el público lo saben, todo eso forma parte del espectáculo. Te aseguro que en este momento hay mucha gente rodeándolo y medios de comunicación acechándolo. Asi pasa en cada festival al que asisten, y posiblemente el día que no hagan eso no será lo mismo, pues ya es parte del show.

Nadia se impresiono al escuchar las palabras de Gabrielle. Por su parte, Maksim tal cual lo había expuesto Gabrielle, se encontraba en la entrada principal de la Arena, comiendo golosinas y bebiendo agua. Las fans se tomaban fotos y videos a su lado mientras los medios grababan todo lo posible.

— ¿No te aburres de hacer siempre lo mismo amigo mío?

Una voz se escucho a lo lejos.

— ¡Daniel, viejo amigo, tanto tiempo de no saludarte! —exclamo Maksim.

Aquella persona que le hablo era nada menos que Daniel Reyes, el acróbata mexicano, pareja de Bianca Romano.

—Lo mismo digo colega, pero nunca es tarde para volver a vernos. Recuerdo aquellos dos años que entrene en Rusia, antes de que Sora llegara con ustedes. En verdad fue fantástico todo ese tiempo. Por cierto, ¿Evgeny y Svetlana siguen igual de rigurosos o ya se han relajado un poco?

—No amigo, ellos no cambian, siguen igual. La última en sentir su rigor fue Sora y ve los resultados—dijo Maksim.

—Ya veo, me parece excelente que sigan asi, eso lo hace más divertido y espero poder darles competencia.

—Sé que tu compañera es una gran acróbata, hace dos días tuvimos un altercado con ella, bueno Sora lo tuvo y creo que tu compañera no salió bien librada.

—Es verdad, ella hasta la fecha sigue molesta y no para de repetir que acabara con la carrera de Sora Naegino, que esa humillación no se la perdonara jamás.

—Ya me lo imagino, lo siento por ti.

—No te preocupes Maksim, la conozco y siempre es asi, demasiado mimada e inmadura, pero sumamente talentosa y hoy lo verán. Se dice que nadie es profeta en su tierra, pero siento que hoy ese dicho no aplicara con nosotros.

—Suerte Daniel, ya veremos que depara el destino para cada uno de nosotros —dijo Maksim antes de retirarse.

—Ya lo veremos viejo amigo—respondió Daniel.

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Kaleido Star: El inicio de una nueva eraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora