Capítulo 9: La nueva pareja de Kaleido

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Nadie puede llegar a la cima armado sólo de talento. Dios da el talento; el trabajo transforma el talento en genio. Frase de Anna Pavlova (la más grande bailarina rusa de su época)

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Después de haber atendido a todos sus fans, Sora y Layla se dirigieron al estudio fotográfico el cual se encontraba a veinte minutos de distancia. Abordaron la limousine que Kalos había reservado para ellas y sin más demora iniciaron su viaje.

—Me sorprendes Sora, —hablo Layla—. De verdad es de no creerse la fama que has obtenido. Recuerdo cuando llegaste a Kaleido, eras muy intrépida, pero bastante insegura y ahora tu soltura es increíble.

Sora sonrió, al tiempo que jugueteaba de forma tosca con el cabello de Layla.

—Que te puedo decir Layla, todos cambiamos y tú no eres la excepción. De ser aquella mujer robótica sin sentimiento aparente, ahora eres una llorona.

Ambas comenzaron a reír de forma espontánea mientras observaban el paisaje de aquella hermosa playa.

Pasados los veinte minutos por fin llegaron al estudio. Como era de esperarse una buena cantidad de fans las aguardaban.

—Se repite la historia —dijo Layla.

—No hay que ser groseras, nos debemos a ellos y jamás hemos de darles mala cara —respondió Sora, quien de inmediato bajo del vehículo.

Las dos bellas mujeres atendieron a los periodistas y fans que se encontraban en aquel lugar; las fotografías no se hicieron esperar lo mismo que las preguntas de rutina. En ese momento salió el equipo de seguridad del escenario Kaleido para resguardar a sus figuras. Sora, se despidió de sus fans de una manera más que amable, de igual forma Layla.

Ya dentro del estudio fotográfico todo el elenco las aguardaba.

—Chicas por un momento pensé que los fans y los medios no las dejarían llegar a tiempo —hablo Mia.

—Ya ves que si lo hemos logrado amiga —respondió Sora.

—No pierdan más tiempo y pónganse sus vestuarios —intervino Svetlana.

Sin objetar se dirigieron a los vestidores, pues ya todo el elenco estaba listo y sólo faltaban ellas. Al salir ya con sus atuendos dejaron impactados a todos los presentes, su belleza era tal que no era fácil describirlas.

Sora, con un vestido blanco, llevando un bello cinturón de oro el cual tenía una hermosa joya roja en su centro, una gargantilla de igualmente de oro, con una preciosa joya roja en medio; un báculo redondo el cual parecía formar una paloma en su centro la cual representaba a la diosa Niké y eterna compañera de Athena. En su cabello portaba un precioso prendedor dorado y en su brazo derecho un lindo brazalete de oro la acompañaba. De verdad Sora se había convertido en la diosa Athena.

Por su parte, Layla no se quedó atrás, pues de igual forma portaba un bello vestido blanco al estilo de la Grecia antigua, con un vistoso peto azul que cubría parte del vestido y una hermosa tiara de oro que la hacía lucir como la propia Artemisa. La belleza de ambas y su porte eran sin igual.

—Estamos listas —dijo Sora.

Los presentes tardaron en responder dado el asombro en el que se encontraban. Sin embargo, Mia fue la que tomo control de la situación.

—Despierten chicos, no hay momento para distracciones, el tiempo es oro y el estudio ya está cobrando sus honorarios, así que vamos a trabajar.

Kaleido Star: El inicio de una nueva eraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora