Capítulo 21: Determinación

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En la residencia de la familia Ruslanov se encontraban Nadia y sus padres, hablando de la propuesta hecha por Sora.

—Madre, padre, esa proposición es perfecta para mis planes. Si Sora desea convertirme en su alumna, por mi no hay ningún problema, asi podre ver de cerca todo lo que ella hace y de ese modo descubrir sus puntos débiles para en un futuro ser yo la vencedora.

—Que asi sea—hablo el padre de Nadia—. Sera lo mejor para ti y para tu progreso. Mañana le diremos al enviado de la zarina, que aceptamos su propuesta, y que te irás a Moscú a la brevedad.

— ¡Sí, eso será perfecto! —exclamo Nadia.

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Ciudad de México.

Dentro de una oficina se escuchaban algunas voces. Todo indicaba que estaban hablando acerca del próximo festival que llevarían a cabo. No era algo fuera de lo común, sin embargo, alguien que estaba ahí presente cambio el ambiente y el entorno de la charla.

—Les aseguro que la acróbata a la cual estoy entrenando y representando, será capaz de dar una buena batalla en este evento y con eso podrá dar una buena impresión en su propio país—Dijo una hermosa mujer conocida por todos.

—Layla, ¿de verdad crees que la señorita Bianca podrá con semejante carga? Será local y tendrá la presión de todo el público.

—No se preocupen, yo he mirado sus capacidades, la descubrí en una de mis películas en los Ángeles y desde ese momento la mire con aptitudes similares a las de Rosetta Passel. Confíen en mi, si no logra ganar el festival, al menos les puedo garantizar que quedara entre las primeras cuatro.

En ese momento ingreso una jovencita de aspecto hermoso: cabello a los hombros en color marrón, piel blanca, ojos del mismo color al de su cabello, estatura media y complexión delgada, pero con un cuerpo bien formado y atlético. Tenía diecinueve años de edad. Era una belleza netamente mexicana.

—Yo no quedare dentro de las primeras cuatro, seré la campeona, para mí no existe nada más que la victoria.

—Disculpen la intromisión de mi compañera —dijo un hombre, alto, blanco, de unos veinte años, quien se presento con el nombre de Daniel.

—No te preocupes Daniel—hablo Layla—. Esa seguridad fue lo que me animo a ser su entrenadora. Siempre es bueno que tengamos metas claras y aspiremos a lo más alto.

—Te entiendo Layla—respondió aquel joven—. Pero también es bueno saber nuestros límites e ir paso a paso, pues al volar muy alto la caída nos duele aun más, y es por eso que siempre trato de mantener a Bianca con los pies en la tierra, aunque es complicado por su forma de ser.

Aquel hombre se notaba muy calmado y pasivo, contrario al carácter de su compañera, pero muchas veces las apariencias engañan y este podría ser uno de esos casos, aunque nada indicaba que asi fuera.

—Daniel, no te preocupes, yo sé lo que deseo y lo que puedo hacer—hablo Bianca.

Layla y los ahí presentes observaban atentamente cada una de las acciones de esos dos.

—Layla, no se diga más, confiaremos en tu capacidad de lograr que esta pareja nos represente de la mejor forma posible y que México quede bien parado a nivel mundial como organizador.

—Lo conseguiremos, ya verá. Estaremos a la par de esas súper estrellas de talla internacional—dijo Layla.

Las sorpresas no paraban. Ahora Layla estaba entrenando a una pareja mexicana, la cual era un contraste absoluto, una muy agresiva y decidida y el otro muy pasivo y calmado. Ellos serian una verdadera incógnita en su propio festival.

Kaleido Star: El inicio de una nueva eraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora