Capítulo 31: Suite Final

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El torneo transcurrió como era la costumbre. Cada uno de los participantes daba lo mejor de sí, haciendo lo que estaba a su alcance. Todo el público presente, así como los que miraban el festival vía internet o televisión estaban disfrutando de aquel bello momento.

Tras varios actos por fin llegó la hora de Nadya y Daniel. Ambos estaban tranquilos, se conocían hace no mucho tiempo, pero en esos seis meses de entrenamiento lograron acoplarse muy bien el uno a la otra y fue entonces que comenzó su acto.
Sus evoluciones eran simplemente perfectas, sencillas y elegantes. Ellos estaban ejecutando técnicas complejas, pero de un nivel adecuado para sus habilidades actuales. Todo indicaba que no deseaban arriesgar, únicamente presentarse a nivel mundial como una nueva pareja que había llegado para quedarse. Al final ejecutaron sin mayor problema la técnica Angelical en honor a Sora Naegino, quien estaba ahí presente.

El público aplaudió solemne y respetuoso. La pareja bajó de escena, saludó al respetable, a los jueces y a sus contrincantes, para inmediatamente después salir del escenario. Nadya miró que Sora estaba tras bambalinas observando su acto, y cuan niña pequeña corrió hacia ella para abrazarla y agradecerle el que la haya visto actuar. Era increíble ver que esa jovencita después de sentir tanto rencor y envidia hacia Sora, ahora no podía alejarse de ella y que además la apreciara demasiado.

—Lo han hecho muy bien chicos—habló Sora—. Su nivel en estos seis meses ha crecido demasiado, son verdaderamente impresionantes, los felicito.

—Muchas gracias Sora—dijo Nadya—. Todo es gracias a ti. Yo anteriormente sentía rencor hacia tu persona, celos y envidia. Pero el vivir todos estos años a tu lado y el convertirme en tu alumna me hizo conocerte, saber realmente la gran mujer y tremenda artista que eres. Sin tus consejos y apoyo jamás habría dejado de ser esa niña testaruda y torpe que era. Gracias Sora, gracias maestra.

Tras decir esas palabras, los padres de Nadya aparecieron en los vestidores, la abrazaron y aplaudieron su notable actitud al mismo tiempo que agradecían a Sora por haberla ayudado tanto.

—No tienes que agradecérmelo Nadya, tu talento es natural e impresionante. Si sigues por ese camino, muy pronto serás la mejor de todos, pero siempre con humildad, nunca olvides eso.

Sora dejó a Nadya junto a sus padres. Por su parte, Daniel estaba siendo felicitado por Yevgeny y por su amiga Bianca, quien se había dado un tiempo para asistir al festival. Todo transcurría normalmente, Layla estaba junto a Sora charlando de forma tranquila y sin contratiempos. En ese instante se hizo el llamado a Rosetta para que ingresara al escenario. Alekséi ya estaba entrando, pero ella no deseaba ir.

— ¡Yo no tengo por qué participar antes que Sora Naegino! ¡Yo soy la actual emperatriz del escenario y merezco el lugar de honor!

Rosetta se resistía a entrar, pero en ese momento llegó Yelena, la miró a la cara y le dio una sonada bofetada para de inmediato decirle lo siguiente:

— ¡Vas a entrar ahora!, si no lo haces nos iremos sin participar y no podrás ganar este festival. Tus deseos se han cumplido; deseabas tener una nueva batalla en contra de la 'Zarina', ahora ya la tienes aquí. Ella seguramente hizo uno de los sacrificios más grandes físicamente hablando, para regresar a escena, ¿tú te vas a poner como una niña malcriada sólo porque no te dejan ser la estelar? Eso no debe ser, Rosetta, actúa como mujer y pelea por verdaderamente ganarle ese sitio a Sora. Ella aún sigue siendo la gran 'Zarina' invicta y si tanto deseas ser llamada emperatriz gánatelo por ti misma y no porque tú te autodenominas de esa forma.

Rosetta tragó saliva, las palabras de su entrenadora le habían calado hondo y comprendió en ese momento que eran ciertas dichas palabras, pues Rosetta se convirtió en la "mejor" únicamente porque Sora no estaba activa. Tras ese bochornoso acto ella accedió y decidió ingresar a escena. Antes de hacerlo, Sora se le acercó, le dio un abrazo y le dijo al oído:

Kaleido Star: El inicio de una nueva eraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora