Capítulo 17: De regreso a la realidad

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A la mañana siguiente, Sora y Maksim estaban desayunando tranquilamente en su habitación. Al haber terminado el festival ambos se encontraban más tranquilos ahora si conviviendo como pareja. Gabrielle se encontraba en la habitación contigua y no deseaba molestarlos en lo absoluto.

—Sí, mamá, todo ha sido un rotundo éxito en este festival. Debiste haber mirado la actuación de Sora Naegino, fue de verdad mágica —dijo Gabrielle quien estaba hablando por teléfono con su madre—. Nuestro vuelo sale en un par de horas así que pronto estaré en casa de nuevo. Ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida. Trabajar para esta mujer, de verdad, es algo que no se compara con nada que haya hecho antes. Ella es única y una gran persona, pero sobre todo al verla en escena con su ritual; todo lo que ella es tras bambalinas antes de cada presentación, es algo que difícilmente se podría creer. Sora tiene un don especial; el cual muy pocos tienen la dicha de mirar y yo soy una de esas pocas personas.

La bella asistente después de una larga conversación colgó y comenzó a preparar todo su equipaje. Ella había llegado con muy pocas cosas y ahora se iba con varias maletas llenas de ropa y suvenires que le había regalado Sora.

En la habitación en donde se encontraban Maksim y Sora, todo continuaba normal. Ambos estaban demasiado relajados terminando su desayuno.

— ¿Tienes pensado hacer una nueva técnica para Antarsia? —pregunto Maksim.

—No tengas miedo Maksim. Esta técnica no me salió sólo por suerte, la tengo dominada y es la que presentare.

El joven ruso sonrió notablemente al saberse descubierto por su novia. Él aún tenía dudas pensando que aquella técnica había sido un éxito por mera casualidad, y al escuchar las palabras de su novia se sintió tranquilo y seguro.

Pasados los minutos, Sora, se puso de pie.

—Me daré un baño antes de irnos.

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Layla Hamilton y Yuri Killian ya se habían retirado y estaban volando hacia los Estados Unidos.

— ¿Por qué no quisiste viajar junto a Sora?

—Yuri, en estos momentos ella está con su novio, la competencia ya termino, créeme, por ahora Sora desea estar con él y yo contigo.

Layla se recostó en el hombro de Yuri y cerro sus ojos para dormir un rato.

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Rosetta se encontraba en casa de su madre a quien había ido a visitar aprovechando que estaba en París. Ella traía puestos unos audífonos, su madre estaba haciendo una llamada respecto a algunos espectáculos que tenía programados con otros circos y mientras se desocupaba, su hija escuchaba música.

—Ya termine hija, disculpa la tardanza. Hija, hija, te estoy hablando.

Rosetta estaba distraída.

—Discúlpame madre, no me di cuenta cuando me hablabas.

—Ya me doy cuenta de ello. ¿Estás distraída pensando cómo ser la copia de Sora Naegino?

Esas palabras calaron hondo en el orgullo de Rosetta.

— ¿Por qué lo dices madre?

—Vi la participación de la señorita Naegino, mire su inigualable talento y su forma de moverse dentro y fuera del escenario. Ahora te miro a ti con esos audífonos, con esa actitud, con esa ropa y modos de hablar típicos de alguien que desea imitar a su ídolo pensando que con eso lograra ser como él, sin darse cuenta que cada uno es una persona diferente. Lo peor de todo es que esos imitadores nunca pasaran de ser una copia barata, pirata del original y tal parece que tu deseas convertirte en una más del montón al no poder ser original y optas por copiar más que por crear.

Kaleido Star: El inicio de una nueva eraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora