Amor Secreto

Mimos al corazón

Paio se fue hace un par de días, el programa no empieza hasta dentro de dos o tres semanas, La tucu y Lau se fueron de vacaciones, estoy sola y embarazada en mi casa. Mi vida no podría estar peor y mas aburrida que en este momento. Si bien con Paio hablamos por teléfono todos los días a la mañana y a la noche hablamos por Skype, no es lo mismo, se fue solo hace cuatro días y lo extraño mucho. Para sumarle algo a mi mal humor hoy me desperté y el clima estaba horrible, así que otro día encerrada en mi casa sola. No tengo ganas de nada, ni de levantarme, me parece que me voy a quedar todo el día en la cama. Pasan las horas y mi humor va empeorando cada vez mas. Me da broca estar así, pero estoy super hormonal y no lo puedo evitar. Me levanté solamente para ir a buscar el pote de helado que tenía en el freezer, cuando me vuelvo a acostar suena el timbre, no tenía ganas de ver a nadie, estaba de muy mal humor. En un momento pensé en no atender pero parece que la persona que estaba del otro lado de la puerta no se iba a dar por vencida porque estaba muy insistente con el timbre. Me levanté y sin muchas ganas abrí la puerta y lo primero que vi fue un oso gigante que cubría casi por completo a la persona que lo traía, pero cuando miré bien me di cuenta enseguida de quien se trataba, no pude evitar sonreír, el peluche era hermoso y super tierno pero la persona que lo traía lo era aún mas...

Mica:- Qué haces acá Gonzalo? Eso es para mí?

Gonza: (Bajando el peluche y dejando al descubierto su cara) - Cómo supiste que era yo?

Mica: (Señalándole los pies) - Esas zapatillas te las regalé yo, no te acordas? 

Gonza:- Uuuhhh no me di cuenta, que boludoooo. Bueno no importa, che tengo frío, no me vas a dejar pasar?

Mica:- Si perdón, pasa!!

Gonza: (Dándole un beso en la mejilla a Mica) - Hola torita (besándole la panza) Hola torito

Mica:- Torito? Cierra la puerta y se dirige hacia Gonza)

Gonza: - Si, es un torito como la mamá

Mica:- Aajajaja bueno (Agarrando el oso de peluche) Es para mí?

Gonza:- Ahh si, te lo traje para vos, te gusta?

Mica:- Me encanta, es enorme. Muchas gracias Gon (Le da un abrazo tierno)

Gonza:- Mmmmmm me parece a mi o a vos te pasa algo?

Mica: (Dirigiéndose al sillón y sentándose) -Como se nota que me conoces, no me pasa nada raro, solo estoy un poco de mal humor

Gonza:-Uhhh bueno pero ya llegué yo así que nada de cara de culo jajajaja

Mica:- Ajajajja imposible estar de mal humor con vos tontito. Hablando de eso, por qué viniste?

Gonza: (Sentándose al lado de ella) - Porque supuse que ibas a estar aburrida y de mal humor 

Mica: (Sonriendo irónicamente) -No te equivocaste

Gonza:- Además recuerdo lo que nos gustaba hacer cuando el día estaba así y me dije, por qué no ir y hacerlo. Así nos hacemos compañía y ademas extrañaba a esta hermosa pancita (Pone su mano sobre la panza de Mica y la acaricia)

Mica: (Poniendo su mano sobre la de Gonza) - Me encanta que hayas venido a estar con nosotros. Me sentía re sola

Gonza:- Te dije que nunca los iba a dejar solos

Mica:- Lo sé. Bueno, a ver si te acordas, que nos gustaba hacer los día así de feos?

Gonza:- Mmmmmm primero pedir helado, sentarnos en el sillón a comerlo tapados con tu manta verde y mirar pelis toda la tarde. Me acordé bien?

Mica: (Sonriendo y mirándolo a los ojos) -Te acordaste perfecto. El helado lo dejé en la mesita de luz y la manta está en el ropero

Gonza sonrío y se fue a buscar las cosas, trajo todo y se tiró en el sillón conmigo, yo puse mis pies sobre sus piernas y nos tapamos con la manta, nos pusimos a comer el helado y a mirar una película. No parábamos de reírnos, me hizo muy bien que haya venido, me levantó el ánimo por completo. Nos estábamos divirtiendo tanto que ni prestamos atención a la película. Hace unos días había comprado el librito de nombres para bebés así que lo fue a buscar y nos pusimos a buscar nombres juntos. Gonza se puso contra el respaldo del sillón y yo me acosté sobre él, poniendo la cabeza sobre sus piernas y levantando las piernas sobre el apoya brazos, tengo los pies re hinchados últimamente y hacer eso me ayuda muchísimo 

Mica: (Acomodándose sobre Gonza) - Te jode que me ponga así?

Gonza:- Obvio que no

Mica:- Mirá este nombre (Señalando el libro)

Gonza:- Aarón? 

Mica:- Te gusta? 

Gonza:- Si, para ponerselo a un perro, no a nuestro hijo

Mica:-Ajajajajajajajaj sos un tarado

Gonza:- Mmmm a ver dejame a mi (Revisa las hojas del libro y le señala uno a Mica) Este mira

Mica:- Bastian? Ajajajajaja te volviste loco? No le voy a poner esí a mi hijo

Estuvimos así por horas, cada nombre que proponíamos era rechazado por el otro, no parábamos de reír, no podía evitar llorar de la risa con cada comentario que Gonzalo me hacía. El día gris que estaba teniendo se volvió un día perfecto gracias a él. Estos momentos con él son mimos a mi corazón que me hacen muy feliz, últimamente no hay momento en que la pase mal estando con él. Me pregunto que hubiese pasado si no hubiese dejado de ser así nunca. Probablemente hoy en día seguiríamos juntos, el amor que le tuve es tan fuerte, no puedo evitar pensar en que lo amo, que lo sigo amando, pero no puedo hacerle esto a Paio, aunque me haya dejado sola, no soy así, tengo códigos y eso no va a cambiar. En un momento Gonza fue a buscar agua, cuando vino tenía la boca llena y no me pregunten por qué, pero en ese instante supe que lo que iba a hacer no iba a terminar bien. Se acercó a mi y literalmente me escupió el agua en la cara, en otra oportunidad me hubiese enojado muchísimo pero en este momento no me importó, me paré y le saqué el vaso que tenía en la mano y se lo tire en la cabeza, su cara fue de sorpresa y no pude evitar estallar de risa, el corrió a la cocina y volvió con mas agua, de un momento a otro estábamos los dos empapados, tirados en el piso riendo como si fuéramos dos nenes, fue la guerra de agua mas divertida del mundo, me dolía la panza de reírme tanto. Le voy a agradecer siempre el haber hecho de mi día gris un día lleno de risas y de buenos momentos. Se hizo de noche y le pedí a Gonza que no me dejara sola, y él con una sonrisa asintió. Nos quedamos charlando hasta muy tarde y cuando llegó la hora de dormir, él se quedó en el sillón y yo me fui a mi habitación, me parece que no daba que se acostara conmigo, estamos haciendo las cosas bien y eso me parece perfecto.