Amor Secreto

No me importa nada

Desde que me volví a encerrar en mi habitación no se ni que hora es, no se si es de día o de noche, solo se que pasa el tiempo y no me siento mejor, cada vez me siento peor. Mi cuerpo se va llenando de a poco de oscuridad, todo el dolor que siento se va transformando en furia, en odio, no me importa nada mas, no me importa nadie mas. No puedo ni pensar en el momento en que me arrebaten a mi bebé de mi vientre, es una sensación horrible, me están dejando en lo mas profundo, es tan injusto, esto no me lo merezco, no soy una mala persona como para que me pasen estas cosas. No puedo dejar de pensar, mi cabeza está cada vez mas confundida. Trato de no pensar y lo único que escucho es la voz de Gonzalo del otro lado de la puerta, de vez en cuando viene y trata de convencerme de que le abra y coma algo, pero es inútil, no quiero, no puedo. También lo escucho hablando por teléfono, no se con quien habla pero no para, no para un segundo y necesito que deje de hacer eso, necesito que pare de tratarme como si fuera débil, con cualquiera que hable le dice lo frágil que soy y que necesito su ayuda, pero no es así, no necesito nada de él. No necesito nada de nadie, no soy frágil, no soy débil, soy fuerte pero estoy destruida, estoy tan enojada, tengo tanta bronca que me quema el pecho y no puedo respirar. Cuando no soportaba más escuchar su voz y decidí salir a pararlo escuché otra voz, otra voz muy familiar que le preguntaba dónde estaba yo y cómo lo había tomado y él empezó de nuevo a decir lo mal que me veía y no pude soportarlo mas, ni a él ni a la voz que se lamentaba junto a él, era Paio, volvió, ya estaba acá, no se cuanto tiempo pasó pero Paio estaba de vuelta y eso no me ponía mas feliz, no me hacía sentir mejor, me enojl mas aún, no se si es lo correcto, tal vez estoy canalizando mi dolor contra ellos pero no puedo evitarlos, siento que los odio, es su culpa, es todo su culpa. No podía soportar mas escucharlos lamentarse así que salí casi irreconocible por la furia que me invadía...

Mica:- Pueden dejar de hablar de mi como si no estuviera? 

Paio: (Girando hacia donde estaba parada Micaela) - Mi amor (Dirigiéndose a ella y tratando de abrazarla) No puedo creer todo esto

Mica: (Apartándose de él y cruzándose de brazos) - No me toques, no necesito tu lástima

Paio: (Realmente sorprendido) - Mica qué decís? Mi amor apenas me enteré de lo que estaba pasando volví

Mica:- Me dejaste sola Pablo, te fuiste y no te importó nada, me dejaste sola, me enteré de que mi bebé está enfermo, está sufriendo y vos no estabas ahí para apoyarme

Paio:- Pero Mica, no tenía idea de que una cosa así pudiera llegar a pasar

Mica:- No me importa, no quiero que te acerques a mi 

Gonza:- Mica, no seas injusta con Paio, él no tiene la culpa de lo que está pasando

Mica:- En eso tenes razón, él no tiene la culpa... La culpa la tenes vos

Gonza:(Sorpendido) - Qué?

Mica:- Si te hubieses cuidado, no me habrías dejado embarazada y no estaría pasando por todo esto. Es culpa tuya, mi hijo está sufriendo, se está quebrando adentro mío y todo esto es tu culpa Gonzalo

Gonza: (Con lágrimas invadiendo sus ojos y sin poder creer lo que escuchaba) - No puedo creer que estés diciendo esto Mica, nunca fue mi intención que todo esto pasara. Teo también es mi hijo

Mica:- Es mi hijo, es mio y ya no lo voy a tener, al igual que a ustedes

Paio:- Qué estás queriendo decir? 

Mica:- Quiero decir que cuando todo esto termine no quiero volver a verlos a ninguno de los dos

Gonza:- Micaela no estás bien, no sos vos la que está diciendo todo esto

Mica:- Si soy yo, no quiero que sigan arruinando mi vida, si no los hubiese conocido estaría bien en este momento. No quiero saber mas nada

Paio:- Pero mi amor...

Mica:- No me digas mi amor. Voy a ir a hacerme el estudio para confirmar que tipo de osteogénesis tiene Teo para terminar con todo esto de una vez y después no quiero saber mas nada con nadie

Gonza: (Sin poder evitar que las lágrimas corran por su mejilla) - Estás siendo muy injusta con nosotros Micaela

Mica:- Injusta? Injusticia es lo que me está pasando a mi, eso es injusticia

Paio:- Mica, a todos nos duele lo que está pasando, no te conviertas en una mujer fría y sin alma, vos no sos así. La mujer de la que me enamoré no es así

Mica:- Si no tengo alma es porque me la están a punto de arrebatar... Y si no soy la mujer de la que te enamoraste lo lamento mucho, pero esta es la que puedo ser ahora

Gonza:- Torita por favor, no te cierres, dejanos ayudarte

Mica:(Agarrándose la cabeza)- Dejá de decir eso por favooooor. No necesito tu ayuda, no necesito su lástima. Lo único que necesito es a mi bebé sano, podés hacer eso?

Gonza:- No no puedo, lamentablemente no puedo

Mica:- Entonces no podes hacer nada por mi, nadie puede hacer nada

No quería escucharlos mas, volví a encerrarme en mi habitación y podía escuchar como los dos lloraban y golpeaban la pared pero no me importa nada, no me importa, ellos no entienden por lo que estoy pasando no entienden nada... Ya no podía llorar, no me salían las lágrimas, estaba en blanco total, pasé toda la noche así, mirando la nada, sin pensar, sin hacer otra cosa que no sea acariciar mi panza.
En un momento me dormí, no se cómo ni a qué hora pero logré quedarme dormida. Al otro día me desperté super temprano por el sol que entraba por mi ventana, me levanté, salí de mi cuarto y estaban los dos sentados y dormidos en el sillón, solo los mire y me fui a bañar, habrán estado cansados porque no me escucharon. Cuando terminé, me cambié y me fui. Me subí al auto y maneje hasta la clínica, iba a hacerme el estudio para saber definitivamente que tipo de enfermedad tenía Teito. Pasé una hora en la sala de espera porque llegué mas temprano y mientras esperaba mi celular no paraba de sonar, eran Pablo y Gonzalo, seguro se despertaron y no me encontraron. No les respondí, quería hacer esto sola, no quería que estuvieran encima mio como si fuera de cristal y me fuera a romper. También me llamaban las chicas, así que supongo que las estuvieron llamando y preguntándoles por mi, quiero que me dejen en paz así que apagué el celular y esperé hasta que sea mi turno. Me atendió Claudia y casi ni hablé, no quería decir nada, solo quería que me diera el resultado y saber cómo hacer para terminar con todo esto de una vez. Como era yo me dijo que iba a tener los resultados en unas tres o cuatro horas así que preferí irme de la clínica hasta que me llamara. No soportaba estar ahí y ver y escuchar a todos esos bebés llorando, con sus mamás consolándolos y saber que yo no iba a tener esa oportunidad. No podía resistirlo, así que me fui a un parque, a un parque al que voy siempre que necesito estar sola y tener un poco de paz. Estacioné el auto y me senté abajo de un árbol a esperar el llamado de la doctora. El sol me daba en la cara, podía escuchar el ruido de los pájaros y yo solo acariciaba mi panza, tratando de sentir el latido de mi bebé, realmente fue el único momento en donde me sentí un poco mejor, conectada a mi bebé, sentí que todo iba a estar bien, las cosas por algo pasan y aunque nunca vuelva a ser la misma, sé que Teo me va a dar las fuerzas para seguir adelante. Mi paz duró poco porque en un momento el sol dejó de cubrirme la cara y sentí una sombra así que abrí los ojos y ahí estaba ella, parada frente a mi, mirándome con una cara seria y preocupada

Mica:- Qué haces acá?