Amor Secreto

Confesión

Mica: - Dejame Gonzalo, Por qué me sacaste así? No entendés nada, necesito estar así, necesito olvidarme de todo lo...

Gonza: (Interrumpiéndome) -Basta Micaela, Sos mi amiga y no me gusta verte así, vos nunca hiciste esto, por qué lo haces? por qué te haces esto a vos misma? Te vas a arrepentir después, te conozco y me lo vas a agradecer cuando se te pase el pedo que tenés

Mica: (Gritando y con lágrimas en los ojos) - Dejame no entendes nada, me estas matando, para vos soy solo una amiga y eso me duele, no me queres, vos no me queres nada, dejame sola me voy a mi casa sola, no quiero que me cuides por lástima

Gonza:- Micaela de qué estas hablando? Cómo que te estoy matando? No es mi intención que estes así, no te entiendo, y no digas que no te quiero porque sabes muy bien que te quiero y no me gusta verte así, cortala y vamos que te llevo

Mica: (Llorando desconsolada) -No, no quiero que me lleves y no, no me querés, no me querés como quisiera que me quieras

En ese momento me siento realmente mal, la cabeza me estaba por explotar y realmente me sentí muy mareada, creo que me desmaye o algo así.

Cuando me desperté estaba en mi cama, se me partía la cabeza y no me acordaba como había llegado a mi casa, me levanto de la cama y se me revuelve mal el estomago y voy corriendo al baño a vomitar, la resaca me estaba matando. Cuando salgo de la habitación escucho ruidos en la cocina, me acerco despacio y un poco asustada y en eso...

Gonza:- Buen día. Cómo te sentís? te escuche vomitar así que parece que todo lo que tomaste ayer te está pasando factura

Mica:- Emmm Gonza qué haces acá? Cómo llegué a casa? Pasaste la noche acá, vos me trajiste?

Gonza: - No te parece que son muchas preguntas juntas? Vení sentate, toma este café que te preparé y vamos a hablar un poco

En ese momento no daba más de la vergüenza que tenía. ¿Qué hice anoche? ¿Qué le dije? Me quería morir, pero no me quedaba otra, íbamos a tener que hablar del papelón que hice anoche porque conociendo a Gonza no se iba a ir sin respuestas