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Harry

-- Gracias a mí, estamos completamente abastecidos de nuevo! --grita Ginger con voz ronca al tiempo que yo camino pesadamente hacia mi oficina. El sonido de traqueteo de botellas se detiene y arrastro mis pies de regreso hacia el refrigerador, donde encuentro a Ginger con su culo para arriba en pantalones cortos, inclinándose sobre un barril de cervezas y, tratando en vano, de moverlo. La chica puede estar bien tonificada, pero no tiene posibilidades de mover un barril de ochenta kilos.

Sin dudarlo, entro y agarro el otro lado. -- Sabes que Nate o alguno de los chicos moverán todo esto, cierto?

Con un sonido de burla, sonríe y murmura--: Sabes que no necesito un hombre para nada.

Me río, sacudiendo la cabeza.

--Si, Ginger. Lo has dejado bastante claro. --Haciendo un inventario visual de todas las cervezas mientras paso una mano por la parte de atrás de mi cabello, murmuro--: ¿Cómo pasó esto?

Su sonrisa es poco menos que triunfal mientras cruza los brazos sobre su amplio pecho y se apoya contra la fría pared. Mechones de color azul que no tenía ayer corren por su cabello.

--En serio necesitamos trabajar en tu encanto con la atención al cliente, Harry.

Espero a que se explique, sabiendo que tomaría más que encanto para conseguir que nuestros refrigeradores y estanterías se reabastecieran tan rápido, dada la supuesta escasez. Finalmente confiesa--: Un camión pequeño se pasó anoche sin nada. Así que... --Por la manera en que dice esa palabra, y sus lindos ojos se desvían hacia el suelo, sé que no me va a gustar lo que voy a escuchar-- Hannah y yo le dimos al repartidor una pequeña demostración del espectáculo privado que tendría si hacía que nuestro depósito se llenara milagrosamente para esta noche.

--Jesucristo, Ginger --gimo y me golpeo mi frente contra el marco de la puerta. Tengo una buena idea de qué clase de espectáculo podían dar esas dos, dado el hecho de que habían estado juntas en el pasado, y eran al menos, amigas cercanas-- Sabes que no dejaré que nadie se prostitu...

--¡Oye! --Chasquea sus dedos con manicura a centímetros de mi nariz. Es una de las pocas personas que tiene el descaro de hacerlo-- No te atrevas a usar esa palabra conmigo. No ofrecimos nada de eso. Pero, si dejar que ese jodido retardado se viniera en sus pantalones al tiempo que Hannah y yo nos tocábamos hasta segunda base significa que no tenemos que lidiar con los clientes molestos todo el fin de semana, entonces no me importa una mierda quien vea. ¡Yo me la jodería, directo en el escenario!

Ginger rara vez se pone insolente conmigo y es bastante reservada cuando se trata de sus relaciones, lo que significa que los problemas de suministro comenzaron a hacerle efecto. Clientes infelices, por lo general, significa propinas de mierda y eso, significa empleados molestos. Ellos trabajan duro por su dinero.

Alzo las manos en señal de rendición. Ahora que ha negociado este acuerdo, dar marcha atrás resultaría en un furioso repartidor e incluso peor servicio al cliente por quién sabe cuánto tiempo. --Muy bien, de acuerdo. Pero nunca más ofrezcas algo así. Y adviérteme para poder apagar las cámaras, ¿sí? --No quiero evidencia de... nada-- Y asegúrate que Ben o Nate estén detrás de la puerta, por seguridad.

Ella guiña un ojo. --De nada.

Cierro la puerta del refrigerador detrás de nosotros y añado--: Sabes, podría venirme bien un gerente a tiempo completo. ¿Seguro que no quieres el trabajo?

--Preferiría que me depilaran con cera el cuero cabelludo --dice en una voz cantarina, regresando hacia el bar principal para terminar de arreglar las cosas. Se le ocurre una respuesta astuta cada vez que se lo pregunto-- ¡Oh! --Ralentiza el paso y dice por encima del hombro--: No te olvides que Charlie saldrá a las once. Trata de no actuar de manera extraña de nuevo, ¿está bien?

Four Seconds To Lose |HS| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora