Charlie
No debería estar aquí.
—Ahhh... esto es vida. —Suspira Ginger, hundiéndose en la silla con un margarita nuevo en la mano—. Si solo no tuviéramos que trabajar esta noche.
Gruño de acuerdo, observando el área del impresionante patio de piedra con vista a una piscina enorme de forma irregular con varios nichos. Todo el espacio está adornado con varias flores tropicales. Sentadas donde estamos, nos encontramos totalmente protegidas del sol con una pérgola y un enrejado.
—Gracias a Dios por la brisa —añade Ginger, y mis ojos siguen los de ella a los dos ventiladores de techo de gran tamaño colocados en las vigas por encima de nosotros, trabajando horas extras para hacer circular el aire caliente del verano.
El sonido de llamas chisporroteantes atrae mi atención hacia el extremo lejano, donde Tanner—completando el atuendo del primo Eddie con un sombrero de paja, calcetines negros puestos hasta la mitad de sus pantorrillas y sandalias—está demostrándole a Dan por qué su uso del pulverizador de doble agarre en una parrilla debería comercializarse. Alternando entre sacudir la cabeza y risas bajas, finalmente Dan consigue que Tanner le entregue su arma y le deje la parrilla a él.
Al agente de la DEA recién nombrado.
No debería estar aquí.
Pero realmente no tuve otra opción, me digo. Ginger se encontraba decidida a traerme. Cuando admitió con una sonrisa que Harry también estaba empeñado en que me trajera, cualquier esperanza para un argumento murió en mis labios.
Cuando Storm me pidió que llevara una bandeja de verduras al final del pasillo, no esperaba pasar entre un grupo de hombres que hablaban de mí acerca de toquetear las partes de Harry. Viniendo de la boca de Ben, esto no es exactamente sorprendente, pero aun así. No estoy segura de cómo evité el rubor de la cara. Me hallaba segura de que mis rodillas cederían por un momento cuando todos se detuvieron para mirarme.
Por la mirada en el rostro de Harry, se encontraba a la vez sorprendido y muy contento de verme. Por su mirada lujuriosa desvergonzada, estoy bastante segura de que quiere más de lo que tuvo anoche. Ese pensamiento hace que todo mi cuerpo zumbe de emoción.
—¿Estás bien? Has estado más callada de lo habitual hoy. —Me vuelvo para encontrar a Ginger mirándome fijamente.
—Sí, estoy bien. Solo cansada —murmuro a través de otro bostezo. Me siento como si pudiera dormir durante días.
—¿Te quedaste tarde anoche?
—Sí. —Me sirvo una zanahoria. Cansada y hambrienta. No he comido en todo el día. Mi cuerpo está jodido de todas las formas.
—Hmm... Entonces, ¿por fin quebraste ese caballo estoico y entraste bien en él?
—Ginger. —Mis grandes ojos se lanzan a Tanner. Está al alcance del oído, pero con su espalda hacia nosotras y se mantiene así. Teniendo en cuenta que está evitando todo contacto visual conmigo desde mi fiasco casi desnuda con el repartidor de ayer, no me sorprende.
Afortunadamente, Storm pasa por la puerta en ese preciso momento, balanceando dos tazones contra su vientre, exclamando en voz alta—: ¡Tiempo de comida! —Harry se arrastra detrás de ella, sus fuertes brazos cargados de más alimentos. Me di cuenta antes que mantuvo un poco de barba en su rostro, afeitándose en todas partes excepto la zona alrededor de la barbilla y la boca.
Realmente me encantó la sensación de esos suaves rasguños contra mi piel.
Mi corazón automáticamente se acelera y me sorprendo a mí misma sonriendo, los recuerdos de la noche anterior golpean el fondo de mi vientre. Todas las demás realidades se desvanecen en el fondo y mis problemas de alguna manera se hacen menos urgentes, menos graves. Eso es lo que estar alrededor de Harry me hace. Es un escudo mental contra todo lo que es malo en mi vida. Incluso desnudarme en el escenario se volvió algo que puedo disfrutar—en una forma retorcida— por él.
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Four Seconds To Lose |HS|
FanficCuando una hermosa bailarina cruza su puerta, el propietario de un club de striptease debe decidir si seguir sus reglas o a su corazón. Serie #Ten Tiny Breath - Historia Adaptada.