Harry
—¿Harry?
El mínimo pelo que le queda a Tanner está de punta cuando responde a su puerta, medio dormido, las noticias deportivas de la jornada sonando a todo volumen en el fondo de su apartamento.
—Necesito una llave del departamento de Charlie.
Frunce el ceño. —Bien... er... la ley dice...
—A la mierda la ley, Tanner —espeto—. O me das la llave o echaré la puerta abajo y entonces tendrás que lidiar con los contratistas para arreglarlo.
Farfullando algo ininteligible, Tanner extiende la mano y agarra el gigante anillo de llaves que cuelga en la pared al lado de la puerta. Me recuerda a un carcelero en ese sentido, pero no digo nada. Empujando hacia delante con el ceño fruncido, siento sus ojos en mi espalda mientras camino hacia el 1-D. Tanner es un superintendente fantástico.
—¿Charlie? —llamo mientras entro en el oscuro apartamento. Estoy casi seguro de que no se encuentra aquí porque su coche no está afuera en la parte delantera. Aun así, sé que tiene un arma y preferiría no ser disparado esta noche.
El silencio responde.
Podría volver en cualquier minuto, así que no pierdo tiempo, encaminándome directamente a su habitación. No espero encontrar mucho, ya que mi armario y mi tocador están llenos de su ropa y sus cosas femeninas han invadido el armario de mi baño. De hecho, basado en mi inspección superficial de su dormitorio, la habitación está vacía, excepto por las sábanas sobre su cama.
Y el cajón inferior de la cómoda.
Empiezo a rebuscar en el surtido de ropa de entrenamiento compuesta por pantalones cortos, camisetas, pantalones de yoga, hasta que doy con una... dos... tres... saco cinco pelucas enterradas
por debajo. Rubia, morena, pelo corto, pelo largo. Los mechones son sedosos entre las yemas de mis dedos. Estoy bastante seguro de que es pelo de verdad, y si es real, eso significa que estas pelucas son caras.
Convenientes para disfraces de alta gama.
Y delitos de alta gama.
La castaña rizada hace un ruido fuerte cuando la estrello contra la pared con ira. ¿Cómo no me di ni cuenta? ¡He estado durmiendo, trabajando, enamorándome de esta mujer!
Tienen que ser drogas. No es de extrañar que ella haya sido tan reservada. ¡Mierda! Dado quién es Dan, mi pasado... todo se añade. Recuerdo cómo se quedó congelada cuando se dio cuenta de que había hablado con este tipo, Sam. No hace falta ser un genio para descubrir quién es él, él la está controlando —y ella está aterrorizada de él. Tal vez él es su verdadero padre. Eso significaría que ella ha asumido la identidad de otra persona, porque la que me dio es real.
Alguien se tomó muchas molestias para ocultar quién es ella en realidad.
Rápidamente, busco en el resto del lugar, pero no encuentro nada interesante. Y ningún arma. Debe de tenerla con ella.
No queda mucho que hacer excepto sentarme en su sofá — inhalando el débil olor de su perfume floral que todavía permanece. Deslizo mi teléfono fuera del bolsillo y marco su número. Y espero. Pero... ¿qué demonios voy a decir? ¿Acusarla de tráfico de drogas por teléfono? Mierda. Debería haber pensado esto mejor.
Con un pesado suspiro, mi pulgar se acerca al botón de "finalizar" cuando la dulce voz de Charlie me pide que deje un mensaje. Pero descubro que no puedo pulsarlo. No puedo romper esta conexión con ella. ¿Qué pasa si es la única que me queda? ¿Qué pasa si esta es mi única oportunidad de sacar todo de mi pecho?
—Hola, Charlie. —Mi voz se quiebra con su nombre. Podría no ser su nombre real, pero es el único que conozco. Para mí, ella es Charlie. Es la mujer que me robó el corazón antes de que me diera cuenta siquiera de que tenía sus manos sobre él. Me río en el teléfono, sin perderme la ironía. Contraté a una ladrona, después de todo.
Como una compuerta, las palabras comienzan a verterse libre y rápidamente mientras intento ganarle al límite de tiempo del sistema de mensajería. Explico lo que sucedió con China y que voy a despedirla. Explico cómo acabo de rebuscar entre sus cosas y que sé que está metida en algo —o sospecho que está metida en algo— y cómo no me importa, siempre y cuando me permita ayudarla a salir de ello. Haré lo que haga falta para ayudarla a salir de ello.
Explico cómo me gustaría no haberle dicho nunca esas palabras esta noche, cómo no podría dejarla ir nunca. Cómo podemos resolver esto.
Cómo me he enamorado de ella.
No es hasta que el servicio contestador me corta que me doy cuenta de que todo mi cuerpo está temblando.
Me inclino hacia atrás. Tomo una profunda y calmante respiración
Y espero a que ella venga a casa.
No va a salir de mí vista otra vez hasta que confíe en mi completamente. Hasta que obtenga hasta la última confesión de su hermosa boca.
Hasta que consiga sacarla de este jodido desastre.
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Four Seconds To Lose |HS|
FanfictionCuando una hermosa bailarina cruza su puerta, el propietario de un club de striptease debe decidir si seguir sus reglas o a su corazón. Serie #Ten Tiny Breath - Historia Adaptada.