25

3.6K 166 12
                                    

Harry

—¡Oye, extraño! —Storm me saluda en la puerta, llevando un delantal y una radiante sonrisa—. Me alegro de que hayas podido venir con tan poco tiempo. —Después de darme un fuerte abrazo, frota mis bíceps cariñosamente.

Storm me toca mucho. No permito el contacto del resto, pero de Storm, no me importa. Sé que es un gesto totalmente platónico y, de ella—una de mis mejores amigas—en realidad me relaja.

Revisando su delantal—uno que dice Advertencia: Mujer Asando—acaricio mi estómago y pregunto—: ¿Qué hay para cenar? — Alimentar a la gente es la pasión de Storm y es una excelente cocinera.

Han bromeado sobre instalar una puerta giratoria para todas las personas que entran y salen regularmente de su casa en la playa de Miami.

—Hamburguesas caseras y un montón de otras cosas. Suficiente para una multitud, que parece que crece rápidamente por aquí. —Hace una pausa—. Así que, dime ¿Estás o no con esta nueva bailarina
seductora?

—Treinta segundos en la puerta, Storm. Y no recuerdo que seas chismosa. —Me muevo hacia atrás.

En el interior, mis tripas se retuercen. No sé qué diablos pasó esta mañana. Después de lo que sólo puedo describir como el tipo de sexo alucinante que sacia todas las fibras de mi cuerpo y el alma de una manera que ninguna otra mujer lo ha logrado, Charlie me apartó.

Yo esperaba con entusiasmo que me acompañase a mi casa, a mi ducha, a mi cama. Para continuar ansiosamente donde lo dejamos. Pero de lo único que parecía ansiosa era alejarse de mí. Comenzó
a tropezarse con sus palabras, ofreciendo débiles excusas. Prácticamente rogándome que la llevara a casa.

Confundiéndome completamente.

Para ser justos, ella se encontraba tan exhausta que casi se desmayó en mis brazos y quedó inconsciente un minuto después de dejarla en su cama. Lo sé porque me senté a su lado y la observé hasta que se durmió, apartando de su cara su hermoso cabello rubio, preocupándome de que debería despertarla para quitarse esos malditos contactos, buscando sábanas caras que no pude encontrar.

Aun así, agotada o no, algo no se sentía bien por la forma en la que dejamos las cosas. Tal vez todo lo que le dije empezó a llegarle dentro y se asustó. Tal vez debería haberla llevado de vuelta a mi
apartamento, en lugar de dejar que esto sucediese en el muelle. Sin embargo, no pude evitarlo.

Me acosté en la cama durante horas, analizando cada segundo, cada palabra que salió de su boca. Cada gemido

Y todavía no puedo darle sentido.

Dios, espero verla hoy.

Ginger prometió que haría lo que pudiera para conseguir que Charlie viniera. Ahora supongo que tendré que esperar. Y esquivar el interrogatorio de Storm.

—No lo soy. Soy una romántica empedernida. Hay una gran diferencia. —Sonríe, mostrándome sus dientes blancos y perfectos—. Y cuando se trata de tu misteriosa vida amorosa, sí, tus amigos están muy interesados. Te lo juro, Ben está enamorado. ¡No lo recuerdo hablando tanto de una chica en mi vida!

Le entrego una bolsa de regalo con varias botellas de vino, intentando distraerla, cuando unos pies descalzos corren desde la cocina.

—¡Harry! —La mini Storm se estampa contra mí, sus pequeños brazos enroscándose alrededor de mi cintura.

—¡Mia! —Me río para mis adentros mientras tomo un pedazo de su rubio cabello dorado en mi mano y le doy un tirón juguetón.

Ella se queda mirándome con esos inocentes ojos azules, los mismos que se clavaron en mi corazón el día que me miró y sonrió mientras gateaba alrededor de los muebles de mi oficina, disfrutando de su recién descubierta movilidad.

Four Seconds To Lose |HS| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora